Desde hace algunos años se está generalizando la idea de que el Alzheimer se puede prevenir con solo practicar unos veinte minutos al día con programas de braintraining. Entre los defensores de esta opinión están, por supuesto, los diseñadores y creadores de estos programas de entrenamiento. No faltan actualmente Apps y softwares para tablets que se venden como la panacea de la salud mental. Defendien que, al igual que uno acude a un gimnasio para mantenerse en forma con ejercicios regulares y periódicos, igualmente ejercitada durante 15 o 20 minutos al día con uno de sus programas, se mantiene la mente en forma.

De hecho basan esta teoría en algunos estudios que validan la eficacia de hacer algo frente a no hacer nada. Así se han desarrollado multitud de programas informáticos para la memoria, la atención, la perfección o cualquier otra capacidad cognitiva que se pueda entrenar. En algunos casos se trata de incorporar al ordenador las sesiones de entrenamiento neuropsicológico tradicionales. De hecho los programas más actuales se venden como adaptativos al nivel de desempeño de cada persona, pero ¿son útiles los programas de entrenamiento mental para la lucha contra el Alzheimer?

Recientemente desde los colegios profesionales de psicología y los centros de investigación de Estados Unidos, se ha cuestionado la eficacia y efectividad de estos programas. Señalan que la falta de rigor en su diseño y el no hecho de no tener un profesional que lo supervise impiden comprobar la efectividad en los pacientes. Además avisan de los peligros subsiguientes de abandonar otras prácticas saludables, centrándose exclusivamente en los supuestos beneficios de estos programas, tal y como sucedería si alguien intenta ponerse a dieta a través de la ingesta de pastillas, sin hacer nada por controlar la cantidad y calidad de lo que come, o sin hacer siquiera un poco de ejercicio diario.

Además, en el caso de las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, donde existe una base biológica de deterioro a nivel neuronal, no se ha comprobado la eficacia de estos programas, dando falsas esperanzas tanto a pacientes como familiares sobre un producto que no está diseñado inicialmente para combatir la enfermedad de Alzheimer.

Es por ello que hay que conocer hasta qué punto se trata de un "juego mental", que sirve para entretener y mantener algunas habilidades cognitivas, pero con una eficacia bastante limitada. Salir a pasear, leer los diarios o un libro o una buena conversación con algún familiar o amigo tienen una mayor incidencia sobre el cerebro que los juegos de entrenamiento mental. Es por ello que hay que poner en su justo valor estos nuevos desarrollos, sabiendo que cuando se presenta la enfermedad deben de seguirse exclusivamente las indicaciones del especialista y no tratar de buscar "atajos" o de emplear herramientas no suficientemente validadas.

Enlaces de interés

Texto firmado en contra del brain training

Listado de los 69 investigadores firmantes repartidos por todo el mundo