Tal y como explica Ryszar Kapuscinski en su novela Ébano, “salvo por el nombre geográfico, África no existe”, y esta es una afirmación que si bien puede parecer confusa, ya que África es un continente con una superficie de 30.221.532 km², es bastante cierta.

Desde Europa y el resto del mundo occidental tendemos a simplificar la idea de África, como si de un conglomerado se tratase, y muchas veces no se tiene en cuenta que este continente abarca nada más y nada menos que 54 países diferentes y una población de mil millones de habitantes con lenguas y culturas muy diversas.

Sin embargo parece ser que todo lo que envuelve a este gran continente se desvanece de los medios de comunicación y de nuestra memoria en un abrir y cerrar de ojos. ¿Qué pasó con el ébola, el ataque en Garissa y con las niñas secuestradas por Boko Haram? ¿Por qué los medios no dedicaron el mismo tiempo al ataque en la Universidad de Garisssa, en el que murieron 147 estudiantes, que al atentado de Charlie Hebdo, en el que fallecieron 13 personas?

Eso se debe sobre todo al fenómeno denominado 'La jerarquía de la muerte', que viene a explicar que para cualquier medio tiene más peso lo que pase en su país y en países allegados que lo que ocurre en otros continentes o zonas con las que hay menos relación. Por eso hay una mayor cobertura de lo que ocurra dentro de nuestras fronteras y alrededores que de aquello que llegue o afecte a otro continente. Y también influye la calidad de la información, ya que no todos los medios cuentan con corresponsales en determinadas zonas, por lo que muchas veces han de recurrir a la información que obtienen de las agencias.

Cualquier cosa que ocurra en España o en el ámbito de la Unión Europea tiene más peso para los medios españoles. Por ello se da una cobertura mayor sobre catástrofes como el terremoto de la localidad murciana de Lorca ocurrido en 2011 que el de Nepal de este mismo año, a pesar de que en este último los daños fueran mucho peores.

Sin embargo, esta falta de cobertura, que lleva a restar importancia a las tragedias de África y Asia, es denunciada a través de las redes sociales como Twitter. Tras el asesinato en Garissa (Kenia) de 147 estudiante cristianos a manos de la milicia yihadista Al Shabab, los usuarios de la red social de microbloggin se han volcado en hacer que las muertes de estos jóvenes no se queden solo en un número. Con el hastag #147notjustanumber los usuarios de twitter pretender poner caras y dar nombres a todos los fallecidos en este ataque, ya que en Kenia no se publicó tras el ataque una lista con los nombres de las víctimas.

Esta iniciativa fue encabezada por una de las mujeres más influyentes de Kenia: Ory Okolloh. Activista, bloguera y antigua directora de Relaciones Institucionales de Google África, Okolloh (1977) ha sido nombrada una de las mujeres más importantes de Kenia por revistas como Time o Forbes y en apenas 24 horas el hashtag alcanzó los seis mil 'tuits'.

A través de Internet se pretende con este tipo de iniciativa suplir la falta de cobertura de los medios de comunicación tradicionales y hacer que no olvidemos 147 personas fallecidos. Ya sea en un ataque terrorista o en accidente aéreo, son importantes, independientemente del país en el que se produzca la tragedia.