A principios del siglo XX, el arte moderno generaba rechazo en buena parte del público de Nueva York. Sin embargo, algunas coleccionistas comenzaron a interesarse por estas nuevas propuestas y desempeñaron un papel clave en su consolidación.

Entre ellas se encontraba Lillie Plummer Bliss (1864–1931), una figura discreta pero decisiva para el desarrollo del arte moderno en Estados Unidos. Este artículo explora su legado, su compromiso con el arte de vanguardia y cómo su colección ayudó a dar forma a una de las instituciones más importantes del arte producido entre la década de 1880 y la actualidad.

El Armory Show

El conocido Armory Show fue decisivo para la consolidación de un coleccionismo de arte moderno en la ciudad. Esta fue la Exhibición Internacional de Arte Moderno de 1913 ideada por Arthur B. Davies (1862-1928) y la Asociación de Pintores y Escultores Estadounidenses.

Se expusieron 1600 obras de arte moderno en una ciudad donde todavía había una gran resistencia y rechazo al mismo.

19 de los 24 patrocinadores de la exposición eran mujeres. Asimismo, más de la mitad de esta estaba financiada por sus donaciones. Entre ellas se encontraba Lillie P. Bliss, quien de forma anónima facilitó alrededor del 25 por ciento del coste total.

Y es que sabemos que este nicho en el mercado debía ser considerablemente menos difícil para las mujeres, porque el arte más tradicional estaba reservado para un público masculino. Por ello parece que se aprovecharon de este ambiente y se situaron como las mayores compradoras de la Vanguardia.

Gracias a la exhibición se crearon redes de conexión crucial para la fundación del MoMA. En última instancia, impulsó el mercado del arte de Nueva York.

El origen de una colección íntegra

El 8 de noviembre de 1929, Lillie P. Bliss, Abby Aldrich Rockefeller (1874-1948) y Mary Quinn Sullivan (1877-1939) abrieron las puertas de lo que fue la primera institución dedicada exclusivamente al arte moderno en la ciudad de Nueva York.

Fueron tres importantísimas coleccionistas que vieron la necesidad de oponerse a la academia y a los museos tradicionales. Aunque tenían distintos contextos familiares y sociales, compartían el mismo interés y amor por el arte moderno.

Estaban apoyadas por patronos como A. Conger Goodyear, Paul Sachs, Frank Crowninshield y Josephine Boardman Crane, así como el famoso Alfred H. Barr Jr (1902–1981), quien deseaba proporcionar a Nueva York el mayor museo de arte moderno del mundo. Barr fue elegido como el primer director del mismo hasta 1943. Pero fueron las tres pioneras quienes, durante un almuerzo en 1928, concibieron esta gran idea.

El primer emplazamiento del museo se ubicaba en un local alquilado en un edificio de oficinas de la Quinta Avenida. Hasta 1939, el MoMA cambió de localización tres veces.

La colección del MoMA comenzó en 1929 con la donación Paul J. Sachs, el director del Museo de Arte Fogg de Harvard y antiguo profesor de Barr. Eran únicamente ocho grabados (mayoritariamente de expresionistas alemanes) y un dibujo, pues la institución todavía no contaba con dinero para este tipo de compras. El panorama cambió rápidamente a partir del 12 de marzo de 1931, al fallecer la cofundadora Lillie P. Bliss, dos años después de la fundación del museo.

La donación de Bliss

Finalmente, en 1934, el museo hereda las obras más valiosas de la colección de Bliss. En su testamento cedió alrededor de 120 obras con la condición de que, si fuera necesario, se vendieran con el objetivo de crear los fondos destinados a nuevas adquisiciones. Así es como se obtiene, en 1939, Las señoritas de Avignon de Pablo Picasso y, en 1941, La Noche Estrellada de Vincent Van Gogh.

Su donación, valuada en 13 millones de dólares, cuenta con obras postimpresionistas y modernas de artistas como Paul Cézanne, Georges Seurat, Paul Gauguin, Odilon Redon, Arthur B. Davies, Henri Matisse y Pablo Picasso. Bliss creyó en artistas pioneros cuando todavía existía gran desconfianza hacia ellos.

Lillie es recordada por su sobrina, Elizabeth Bliss Parkinson, como "la más típica hija victoriana". Nunca se casó y, al fallecer su padre, dedicó su vida a cuidar de su madre. Aunque había comenzado a coleccionar arte en esa época, no podría exponerlo porque perturbaría a su madre.

Al fallecer esta, remodeló su hogar para crear una galería de arte moderno. Incluso fue donde tuvieron lugar varias exposiciones antes de la fundación del MoMA, según los recuerdos de su sobrina.

Su primera compra conocida data en 1908, cuando asiste a The Eight, la primera exposición de arte moderno de Estados Unidos. Es entonces cuando adquiere After the Rain (1879) de Davies, artista con el que mantuvo una estrecha relación y que fue también quien le presentó a Mary Quinn Sullivan.

Más que una colección

Se calcula que su herencia alcanzaba un valor de 3.4 millones de dólares, destinados en su mayoría a instituciones culturales y educativas de todo el país. Pero su legado no fue solo material: como vicepresidenta del MoMA, desempeñó un papel clave en la definición de su política, en la organización de exposiciones y en la recaudación de fondos que aseguraron el crecimiento del museo.

Las mujeres encontraron en el arte de vanguardia la posibilidad de ser parte de un mundo que había sido tan masculino. Se apoyaron en marchantes y artistas, quienes encontraron también apoyo económico y social en ellas. Creyeron en estos artistas, tanto así que crearon una institución dedicada únicamente a esta pasión que compartían.

La colección del Museo de Arte Moderno de Nueva York es una de las más completas y valiosas de esta etapa de la historia, con cerca de 200.000 obras. Además, cuenta con una biblioteca y un archivo de 320.000 piezas, lo que convierte al MoMA en un referente pionero en investigación y estudio del arte producido entre las últimas décadas del siglo XIX hasta la actualidad.

Bibliografía

Lillie P. Bliss’s Legacy, MoMA en línea.
Starting a collection from scratch, MoMA en línea.
The Museum of Modern Art history, MoMA en línea.
Walbert, Kate. Kate Walbert on Lillie P. Bliss, MoMA en línea. Walsh, Irene. "Impermanent Bliss: deaccessioning and its consequences”, en Fowle, Frances y Cleary, MaryKate (eds.), The Art Market and the Museum: Institutional Collecting, Display and Patronage Since the Mid-Nineteenth Century, Bloomsbury Publishing, 2024, pp. 199-219. Williamson, Amy Katherine, "The Ladies" Who Founded MoMA: How Three Female Art Collector Cretaed One of The World’s Leading Museums, University of Alabama at Birmingham (2015).