Al estudiar la obra de Eduardo Ramírez Villamizar encontramos una serie de variaciones de temas, materiales y medios artísticos, los cuales modularon la constante experimentación del artista. No obstante, hay un aspecto que persiste a lo largo de su creación artística: la planeación detrás de sus obras que refleja su formación como arquitecto. La muestra Sumando planos profundiza en la obra de Ramírez Villamizar para exponer el proceso que subyace a la producción de sus abstracciones geométricas en relieve y esculturas dando a conocer el lenguaje constructivista que le permitió establecerse como el principal artista abstracto de Colombia en la década de los cincuenta y sesenta. También explora su transición del collage al bajo relieve y luego a la escultura y la manera en la que este desarrollo le permitió alcanzar un lugar central en los movimientos internacionales de vanguardia.

Las piezas reunidas en esta exposición plasman los intereses primordiales del artista nortesantandereano en la medida que articulan la arquitectura, el constructivismo, la iconografía precolombina y el arte moderno. En efecto, su profunda y constante exploración por una identidad latinoamericana oscila entre el pasado y el presente, creando composiciones innovadoras en una sociedad en constante cambio. Sus viajes a Nueva York, París y Bogotá generarían en el maestro un fuerte cuestionamiento sobre lo que quería representar en sus composiciones y cómo debía moldear sus ideas esenciales. Como resultado, crearía relieves en madera monocromáticos, en su mayoría blancos, los cuales tendrían una carga espiritual y manifestarían un juego de silencio y música con el fin de encontrar un ritmo específico al sobreponer y yuxtaponer piezas de madera, asegurándose así de una cadencia y armonía en la composición derivada de la superposición de planos.

Estos relieves generaron una nueva forma de planear y componer: a través de maquetas de cartón y cinta probaba el equilibrio de la estructura, su modulación y monumentalidad. Luego recortaría y pegaría fragmentos de madera sobre una superficie plana. Según la historiadora del arte Ana Franco, los relieves que realizó entre 1959 y 1964 “se basan en la repetición de unas formas básicas que, en ocasiones, se reflejan unas a otras”1 generando una variación “dada por el juego que se establece entre luces y sombras, gracias a las ligeras diferencias entre las formas geométricas huecas y realzadas”2.

Son estas variaciones las que lo llevarían a explorar la escultura y transformar su obra artística, deshaciéndose de la línea y controlando la interacción de la luz con los elementos de la composición.

Sus relieves blancos no fueron su única articulación entre el arte y la arquitectura, estos fueron un eslabón en su creación artística que le permitieron transitar de composiciones planas a la escultura. Franco expone: “el trabajo escultórico le permitió explorar problemas como la continuidad de la forma en el espacio, el vacío, y la relación entre espacio interior y exterior”3. La construcción de maquetas y el doblado de papel tendrían un rol fundamental en la creación de sus esculturas de metal y acrílico, pues profundizarían en la manera en la que comprendía los medios con los que trabajaba, otorgando un valor único al material y asegurándose de trasladar la tridimensionalidad y consonancia impuesta a sus maquetas. Esta práctica artística ayudaría a consolidar su visión de armonía y ritmo en las obras realizadas en materiales rígidos como el hierro y asociados con el diseño industrial.

Así bien, los diferentes medios artísticos en la exposición demuestran la profunda exploración artística de Ramírez Villamizar y revelan las transiciones que tuvo su carrera creativa. La muestra evidencia cómo el artista dedicó su trabajo desde 1950 hasta su muerte en el 2004 a sobreponer materiales en obras bidimensionales (collages y relieves) y volumétricas (esculturas). Este ejercicio de adición resulta en obras que posibilitan una exorbitante cantidad de interpretaciones, creando universos para explorar desde la tridimensionalidad.

(Texto por Catalina Silva Correa)

Notas

1 Ana Franco, Neoclásicos: Edgar Negret y Eduardo Ramírez Villamizar entre París, Nueva York y Bogotá (Ediciones Uniandes, 2019), 199.
2 Ana Franco, Neoclásicos: Edgar Negret y Eduardo Ramírez Villamizar entre París, Nueva York y Bogotá, 199.
3 Ana Franco, “Eduardo Ramírez Villamizar en contexto: pintura, relieve y escultura entre 1950-1974” en Ramírez Villamizar: geometría y abstracción (Ediciones gamma, 2010), 32.