En paralelo, Casas Riegner presenta por primera vez en Colombia el cortometraje Shapes of visions that fly at night de Carlos Alfonso. La obra traza un viaje por desiertos, montañas y jardines botánicos, donde lo biológico, lo mítico y lo onírico se entrelazan sin jerarquías. A partir del recuerdo de un padre y de las semillas que dejó como legado, la pieza despliega una constelación de relatos donde la botánica se convierte en lenguaje espiritual y los cuerpos (entidades no-humanas, animales y vegetales) funcionan como depósitos de historias.

El filme construye un territorio movedizo, habitado por fenómenos inexplicables, caballos luminiscentes, plantas medicinales, toxinas, milpiés y figuras que aparecen entre sombras. En esta geografía, percepción y alucinación, ciencia y superstición, memoria y mutación conviven en un mismo plano, cuestionando la solidez de las narrativas que usamos para entender lo visible.

Si bien cada exposición avanza desde preocupaciones y registros distintos, ambas convergen en un diálogo profundo. Mientras Díaz Escamilla examina cómo ciertos procesos persisten más allá de su desaparición material, Alfonso indaga en las visiones que emergen cuando lo natural y lo espiritual se entrecruzan. Juntas, las muestras abren un umbral donde los límites entre materia, percepción y relato se diluyen, invitando al público a adentrarse en un territorio donde lo vivo y lo imaginado cohabitan.