La sala Manierismo reúne importantes pinturas atribuidas a pintores italianos que migraron a Lima a finales del siglo XVI, como Bernardo Bitti y Mateo Pérez de Alesio. Ambos artistas desempeñaron un papel fundamental en la consolidación de una estética que influiría profundamente en el desarrollo del arte virreinal en el Perú.

No solo sus obras marcaron el rumbo del arte en el Virreinato, sino también el conocimiento que trajeron consigo: la tradición pictórica europea, las estampas que sirvieron como modelos y la formación de discípulos locales. Estos elementos fueron claves en la transmisión y adaptación del manierismo en tierras andinas.

El estilo que desarrollaron se enmarca dentro del manierismo tardío, caracterizado por su expresividad y sofisticación formal. Esta corriente estética tuvo una amplia difusión en distintas regiones del Virreinato del Perú, siendo especialmente influyente en Cusco, donde perduró hasta mediados del siglo XVII.