En esta sala se exhibe un conjunto de esculturas elaboradas en piedra de Huamanga, originarias de la región de Ayacucho, y fechadas entre los siglos XVIII y XIX. Estas piezas, de pequeño formato, destacan por su delicadeza y por haber sido destinadas a un uso principalmente doméstico o devocional. La piedra de Huamanga, por su color y textura, permitió a los artesanos trabajar con gran nivel de detalle, generando obras de notable expresión estética.

La mayoría de estas esculturas representa escenas religiosas, inspiradas en la imaginería del periodo virreinal. Se trata de vírgenes, cristos, santos y pasajes bíblicos que, pese a su reducido tamaño, mantienen una fuerte carga simbólica y espiritual. Las composiciones reflejan la influencia europea en el arte colonial andino, pero también incorporan elementos locales, configurando un lenguaje propio de la región.

Además de los motivos religiosos, se incluyen en la muestra algunas tallas de carácter alegórico vinculadas a la independencia y a un incipiente discurso americanista. Estas piezas representan una transición en los temas abordados por los artistas de la época, que empezaron a incorporar símbolos e ideas propias del nuevo contexto político y social. De este modo, el conjunto no solo da cuenta de la pericia técnica de los escultores, sino también de la evolución ideológica y cultural del Perú en esos siglos.