Corrientes, capital nacional del Carnaval

En pleno carnaval, durante el mes de febrero, tuve el privilegio de conversar con Belén Jantus, ex reina de Copacabana y del Carnaval de Corrientes.

Breve historia del Carnaval correntino

Durante los años sesenta del siglo XX, la ciudad de Corrientes, junto con las grandes y pequeñas urbes del interior provincial, experimenta la vivencia del carnaval como un acontecimiento cultural que ha superado las fronteras provinciales, a tal grado que, Corrientes se convirtió en sinónimo de Carnaval en las décadas de 1960 y 1970.

Aquellos que han experimentado esas décadas recordarán los combates de juego con bombuchas de agua en las siestas de febrero en prácticamente todas las ciudades, y en la capital, en el Parque Mitre repleto de carpas, donde se alojaban jóvenes provenientes de todo el país para participar en las noches de corso.

La pasión por el carnaval que se manifiesta en la mayoría de los correntinos, y se activa al inicio de cada año, se puede apreciar en los registros de finales del siglo XIX. El corso y los bailes de carnaval fueron variando de escenarios, pero se prolongaron hasta finales de la década de 1950.

En el transcurso de los años cuarenta y cincuenta, se vivió también otra de las épocas doradas del carnaval, el cual era protagonizado por los vecindarios de los distintos barrios de la ciudad.

Cada barrio tenía una comisión que organizaba bailes para recaudar dinero y así poder construir las famosas carrozas que representarían en el corso. En esos bailes, además, se elegía a la reina del barrio y su corte de princesas. La comisión tenía mucha responsabilidad, ya que se encargaban de detalles como el tema a representar, la elaboración de la carroza para el desfile del corso y el vestuario de los participantes.

Los años setenta serían el período más exitoso de los duelos de comparsa entre Ara Berá y Copacabana en la Avenida Pedro Ferré como escenario, y con vestuarios, coreografías y shows cada vez más imponentes.

En Argentina existen dos carnavales muy populares, los de Corrientes y los de Gualeguaychú, que están en la provincia de Entre Ríos. Este último es muy conocido por el hecho de que está a tan solo 2 horas y media de la ciudad de Buenos Aires, entonces junta mucho turismo en la zona en época de carnaval, aunque son muy diferentes.

Charlando con Belén

En esta entrevista, nos cuenta su paso por el carnaval, sus inicios, la importancia que es para el correntino, y qué es eso que lo hace tan único, diferente, mágico y especial respecto al resto del país.

Belén es una de las fundadoras de la comparsa Sapucay, que es un desprendimiento de Copacabana. Copacabana y Ara Berá eran de las grandes comparsas en los años 60.

Luego, en la década de 1980, se producen desmembramientos en las dos grandes comparsas, que dan lugar a la aparición de Sapucay, que pronto pasa a protagonizar los duelos con Ara Berá y Samba Show, pionera de las agrupaciones musicales.

Entra a la comparsa a los 15 años, ese mismo año es reina del carnaval. Al año siguiente fue bastonera de Sapucay, Reina de la Elegancia, y al siguiente, bastonera de la escuela de samba y Reina de la Belleza.

¿Qué significado tienen los carnavales para vos, y qué valor le aportaron a tu vida?

Los carnavales son un patrimonio cultural de los correntinos, están dentro del ADN y es un sentimiento especial a veces difícil de entender. A mí me gustó mucho entrar a la comparsa, me divertí, fui muy feliz. También, me gustó mucho mi trabajo de dirigente, esos 10 años que trabajé donde hice de todo. Yo soy una ferviente defensora de los carnavales como esa ‘gran industria sin chimenea’ que tiene esta provincia; yo creo que es un espectáculo único en el mundo entero y sin exagerar, donde se conjuga un baile y un desfile muy divertido en una avenida, y donde hay un show de comparsas con 700 comparseros amateurs que representan un tema y bailan como si fuesen profesionales. Lograr en un mes, 30 días de ensayo que 70 personas coordinen ese espectáculo, solamente lo puede hacer la magia del carnaval correntino, y el amor de ese comparsero y su pasión; solamente así se logra.

El dirigente del carnaval es una persona que no se toma descanso. Los carnavales son en el mes de febrero, por lo tanto, su descanso o vacaciones no suelen ser más que un mes. En abril, ya se reúnen con las diferentes comparsas para pensar en la temática de cada una de ellas. Es algo que lleva muchísimo trabajo, ya que no solamente se piensa en el vestuario, sino que implica estudiar la historia de ese diseño que se plantea. La música debe coincidir con la temática, con la época y el tiempo. Belén cuenta que la gente a veces no alcanza a dimensionar lo que significa poner esa comparsa en la avenida.

También está la musicalización: el trabajo del músico es muy grande e importante, ya que se musicaliza un show en vivo que debe tener relación con el tema, es un trabajo serio donde hay muchas cosas en juego. Dirigir a más de 300 personas en algunos casos no es tarea sencilla, es por eso que se ensaya con muchísima anticipación.

En esta ocasión, Belén menciona algo que es muy cierto; la gente no sabe valorar o apreciar las cosas que tenemos cerca, que conviven con nosotros, y es el claro ejemplo de lo que son los carnavales de Corrientes.

Además, cuenta que su trabajo como dirigente fue más que nada por pasión y porque se divertía. Ella formó la Federación de Comparsas, algo muy importante al día de hoy, recalca que trabajaba por el amor al carnaval.

¿Cambió mucho el carnaval a lo que es hoy en día?

Si cambió, pero su esencia no. El comparsero sigue movido por esa pasión que tiene. Es como el fútbol. Evolucionó lógicamente, ahora son más profesionales, los diseños, la música. Aparte, los diseñadores que trabajan con los trajes del carnaval correntino, están también diseñando para espectáculos del mundo. Ahora por ejemplo se diseña todo a computadora, antes era todo dibujado con lápiz y papel.

¿Qué es lo que más disfrutabas como comparsera en esas épocas?

Como comparsera lo que más se disfruta es el aliento del público. La gente cuando aplaude a la comparsa, eso te da fuerzas para seguir bailando, aunque estes cansada.

¿Y, recordas alguna temática en especial?

Las temáticas de Copacabana, y que hoy en día Sapucay las continúa porque tienen que ver con Corrientes, historias de nuestra cultura, alguna de ellas desconocidas para la gente. Me gusta porque se está sumando al espectáculo un poco de conocimiento.

En Argentina existen dos carnavales muy populares, los de Corrientes y los de Gualeguaychú, que están en la provincia de Entre Ríos. Este último es muy conocido por el hecho de que está a tan solo 2 horas y media de auto de la ciudad de Buenos Aires. Por lo tanto, se genera mucho turismo en esa zona, en época de carnaval, aunque son muy diferentes, y la mística y esencia que tiene el de Corrientes es única.

¿Qué distingue los carnavales correntinos con los del resto del país?

Belén aquí nos cuenta un poco sobre no sólo Argentina, sino también del popular carnaval de Río de Janeiro en Brasil:

El carnaval de Gualeguaychú es parecido al correntino en cuanto a la magnitud. En Río si vos querés participar, te contactas con la organización, pedís un traje, lo pagas y retiras el día que entras. Luego, ese traje termina en un basurero ya que además son muy sencillos, están hecho de papel, goma eva, trajes descartables. Ellos tienen solo una noche de desfile, luego está el desfile de Los Campeones.

El de Gualeguaychú no tiene nada que ver con el de Corrientes. Primero, el lujo del carnaval correntino no existe en el de Gualeguaychú, no hay artesanía, no existe la coreografía. Los trajes están diseñados para que puedan usarlos varias personas de la misma talla, por lo tanto, un traje que usa una persona una noche, la siguiente la usa otra.

Además, el club, como ella menciona, paga todos los trajes. Existen ‘clubes’ no comparsas. Hay salones gigantes con costureras que se dedican exclusivamente a confeccionar esos trajes para un número pactado de personas. Está todo perfectamente organizado y armado.

A diferencia del carnaval de Corrientes que se comienza programando a que un grupo de comparsa puede tener 20, 60 o más integrantes, ya que depende de la gente que se quiera inscribir y pagar por su propio traje. Es por ello que cuesta tanto llevar este espectáculo a otro lugar, ya que la gente trabaja todo el año para llegar óptimos a esta fecha; gimnasio, muchos ensayos, bordar los trajes, el correntino invierte en su traje. Por ejemplo, las chicas que cumplen 15 años piden un traje de carnaval a cambio de su fiesta o un viaje a Disney. No hay nada más importante que poder estar en esa avenida representando a su comparsa, existe sentimiento, y eso lo hace diferente. Es por ello que cuando vienen los organizadores les cuesta entender la idiosincrasia del correntino.

Cuando terminan los corsos, termina todo, se guarda el traje y se vuelve a la vida ‘normal’ o profesional que cada uno tenía.

¿Que hace que una comparsa sea memorable o exitosa?

En mi opinión, todas las comparas de corrientes son memorables y exitosas. Las diferencias son mínimas, es muy difícil para el jurado decidir el puntaje. El carnaval correntino es maravilloso, sacando el fanatismo, todas son admirables.

Yo siempre aplaudo a las comparsas, porque no puedo dejar de destacar la belleza de los trajes que portan las chicas y chicos, no importa la comparsa que sea, se lo merecen.

Después de la entrevista

Compartir una tarde con Belén fue sumergirse en el carnaval. Escucharla hablar de cómo era antes y cómo es ahora fue un viaje de pura sonrisas y alegría. Sus ojos brillosos demuestran y confirman el amor genuino que lleva en el alma por los carnavales de Corrientes.

La verdad que el carnaval es pasión y está en el ADN del correntino. No conozco otro lugar en el que un comparsero dedique tanto esfuerzo y sacrificio por querer bailar y representar a su comparsa por 10 noches para poder lucir su traje. No importa si no te consideras experto en la danza, cualquiera es bienvenido. Una vez que ingresas al predio, te pones el traje y sales a bailar, la historia es otra.