Cuando los antagonistas llegan al poder con la oveja Ovina al mando, se produce una especie de abuso por parte del poder político que mantiene el control gracias al miedo que ejerce sobre los ciudadanos. Representan antivalores negativos como el racismo y discriminación hacia los depredadores. Les muestran como animales salvajes y peligrosos que ponen en peligro la seguridad de la ciudad, y por eso les hace tenerles miedo y les rechazan. El miedo siempre ha sido un instrumento para mantener el orden; solo hay que ver muchos ejemplos de regímenes dictatoriales donde se ha utilizado para mantener en el poder a tiranos que tenía a sus ciudadanos subyugados.

Hacen una política autoritaria, negando cualquier tipo de libertad y expresión. El ejercicio de la libertad, de pensamiento, de crítica son enemigos de los opresores. Pero la falta de ellos crea un ambiente de inseguridad, cierto borreguismo y conservadurismo que fomenta los prejuicios hacia los demás. Su legitimidad es asegurar el bienestar haciendo represión y persiguiendo y a los depredadores y protegiendo a las que consideran presas.

En todo ese ambiente de miedo y tensión que a algunos interesa que exista, aparecen algunos animales, en contraposición, que apuestan por la igualdad y respeto, como es el caso de la gacela Gazelle, una famosa cantante, que en una entrevista para la tele pide que se vuelva a la situación que había antes en su ciudad tan amada de Zootrópolis.

Cuando los «buenos» consiguen vencer, al fin se retorna a la situación de igualdad y respeto hacia los demás, ser presas o depredadores. No eres mejor o peor si perteneces a una raza o especie distinta, eres distinto, diferente, pero no superior. Toda la lucha por lograr la igualdad y respeto y dejar de lado todo signo de racismo y discriminación ha sido una constante a lo largo de la historia de la humanidad. Aunque se han conseguido muchos logros y la convivencia entre personas de diferentes etnias, razas y religión sea mucho más integrada y pacífica, aún queda mucho camino que recorrer. Sigue habiendo guetos, se sigue teniendo temor o rechazo al diferente, al extraño, tememos que haga tambalear nuestra cómoda situación. Sólo hay que fijarse en lo que está ocurriendo en la actualidad con los refugiados, no tememos su color de piel, ni su religión, tememos su miseria porque eso significa compartir, significa solidaridad y eso distorsiona nuestra agradecida vida.

También se puede analizar el papel de los padres de Judy en la película. Ellos apoyan incondicionalmente a su hija. Pero a pesar de ello, ellos desean que se dedique a lo mismo que ellos, a llevar una vida rural, vivir con ellos en el pueblo y trabajar en el campo, porque eso es algo que les viene de familia y tiene que respetar la tradición, conservar lo ancestral. Esta actitud también es debido al proteccionismo familiar que existe. A veces es difícil dejar marchar al hijo o hija para hacer su propia vida, a tomar sus propias decisiones, dejar que sean lo que quieran o por lo menos lo intenten. La influencia o presión de la familia para elegir una profesión es algo que se puede ver mucho en la realidad, aunque ya cada vez menos; muchos padres quieren, incluso obligan a sus hijos a dedicarse a lo mismo que ellos porque creen que es lo mejor y lo más correcto, desoyendo lo que sus hijos pueden desear.

También en el cine hay muchos ejemplos, uno de ellos es la exitosa Billy Elliot, donde un padre intenta frustrar los fuertes deseos de su hijo de bailar. Se les impone una forma vida, que, aunque válida para ellos, puede no serlo para sus descendientes. El temor a que su hijo tome una decisión equivocada los lleva a ese exceso de proteccionismo. Existe así, un dilema para los padres, su deseo de proteger a sus hijos para evitar que tropiecen o dejarles en libertad con los consiguientes riesgos.

Esta fábula, deja claro que las apariencias engañan, ni el que parece tan malo lo es y ni el parece tan bueno lo es realmente. Hay que saber mirar mucho más allá de lo que se muestra, porque todo es mucho más relativo. Mucha gente se deja llevar por el aspecto y los estereotipos que se tiene hacia una persona, raza o cultura determinada. Se tiende a juzgar muy rápido y superficialmente basándose en factores casi siempre externos. Esos prejuicios cierran las puertas, pero están tan arraigados, que es muy difícil liberarse de ellos y valorar a las personas en sí.

Para finalizar, es recomendable ver esta película, ya que no está solo dirigida para un público infantil, sino para un público general, ya que enseña buenos valores y enseñanzas de la vida, porque hoy más que nunca, tras muchas conquistas sociales, no se debe correr el riesgo de dar un paso atrás. Aunque se sepa que valores merecen la pena conservar, a veces no se llevan a cabo, y como no estemos alertas, lo que hemos conseguido con muchos años de lucha, puede verse arrebatado fugazmente. No se debe retroceder, por eso películas así, nos recuerdan que no todo vale, y que no todo tiene el mismo valor.

Vivimos en un mundo muy heterogéneo y con mucha diversidad cultural. Es bueno, ya que enriquece nuestra forma de ver las distintas visiones de la vida dependiendo de la cultura o la religión que seas. Pero eso crea a veces rechazo y discriminación, ya sea por miedo o por racismo. Otro aspecto es lograr la igualdad de condiciones de todo el mundo, ya seas hombre o mujer. Hoy en día la situación ha mejorado, pero aún falta lograr aún más esa igualdad, pero no hay que olvidar que nada ha venido solo, que ahí ha habido personas luchando por conseguir sus derechos, rompiendo injusticias y dejando ese legado para generaciones venideras.