La Navidad es una fiesta religiosa en la que se conmemora el nacimiento de Jesús, el hijo de Dios (según la tradición cristiana), esta es celebrada principalmente en Occidente cada mes de diciembre; es un tiempo de reunión familiar, reflexión, regalos y de disfrute en general. En muchos países son normales las fiestas, decoraciones con arbolitos, pesebres, cenas de navidad, entre otras costumbres.

Sin embargo, existen algunas naciones orientales que no acostumbran festejar este acontecimiento tan importante por motivos religiosos, culturales e incluso políticos, debido a que las mencionadas tradiciones navideñas son hasta vetadas por los gobiernos, pues si se descubre que se llevan a cabo, los ciudadanos pueden recibir diferentes castigos, que van desde multas hasta cumplir años en cárcel.

China

En este país asiático, la fiesta navideña representa una ofensa a sus costumbres religiosas. Por esta razón, desde el 2018 el gobierno chino ha dado a sus residentes la orden de cumplir con los rituales ancestrales, de lo contrario, podrían ser multados o incluso llevados a prisión.

Arabia Saudita

Los gobernantes de esta nación emitieron una orden en la que se prohíbe a los ciudadanos colocar cualquier símbolo que evidencie la celebración de La Navidad (arbolitos, música, etc), de lo contrario podrían ser perseguidos. Es por este motivo que los habitantes cristianos en Arabia Saudita deciden realizar este festejo de forma privada, sin mayores manifestaciones públicas.

Tayikistán

Debido a que más del 98% de la población es musulmana, las autoridades han emitido regulaciones en las que se prohíben los intercambios de regalos, árboles de navidad, disfrazarse de Santa Claus o cualquier otra actividad que se encuentre relacionada con este acontecimiento. El seguimiento de tales costumbres decembrinas, podría generar problemas con los regentes.

Brunéi

En este país situado dentro de la Isla Bomeo, quedaron prohibidas las celebraciones navideñas desde el 2014 debido a que van en contra la religión islámica. El incumplimiento de esta resolución se castiga con una pena de cinco años de cárcel.

«Usar símbolos religiosos como cruces, encender velas, poner árboles de navidad, cantar pistas religiosas, enviar felicitaciones navideñas está en contra de la fe islámica». Advirtieron los gobernantes de Brunéi.

Por si fuera poco, si un musulmán se atreve a utilizar una vestimenta igual a la de Santa Claus, está cometiendo un crimen.

Corea del Norte

Desde 2016, el mandatario Kin Jong-un ordenó que en esas fechas debe rendirse homenaje a su abuela, conocida con el nombre de «La Sagrada Madre de la Revolución». Mientras en el mundo occidental es Navidad, en esta nación asiática se encuentran prohibidas las reuniones sociales, el consumo de bebidas alcohólicas, así como cualquier otra actividad que propicie el entretenimiento. Esta norma debe ser cumplida a cabalidad, pues de lo contrario, será la causa de multas o inclusive puede ser motivo de una acusación penal.

Somalia

Para las autoridades somalíes, La Navidad es un suceso que va en contra de la cultura islámica, razón por la cual no puede celebrarse.

Incluso, el grupo yihadista Al-Shabab advirtió a los ciudadanos de esa región que, de llevar a cabo esta fiesta, podrían desencadenarse ataques.

¿Cómo pueden festejar los cristianos residentes en alguno de estos países?

Pese a las restricciones que pueda haber en las ya mencionadas naciones, es importante recordar que, en cada una de ellas, es posible que residan personas simpatizantes de la religión cristiana o católica que le dan la importancia debida a estos actos; en ese caso, deben celebrar La Navidad de forma clandestina para evitar pagar multas, castigos, persecuciones e incluso penas más severas.

Como habrás podido leer, la cultura, la religión y la política son factores determinantes en el festejo de La Navidad, cada persona sentirá la necesidad de conmemorar este acontecimiento o no dependiendo de las costumbres bajo las que fueron criados, lo que sí es importante es el hecho de respetar tanto los pensamientos como las creencias de cada persona en el mundo. Cualquier persona debe tener derecho a profesar o festejar su credo sin reprimendas.