La cocina está en constante evolución, siempre avanzando hacia nuevas formas, sabores y texturas. Muchas veces olvidamos de donde viene, de nuestras tradiciones y orígenes.

En el año 2022, de manera extraordinaria, se amplía la celebración del Xacobeo, por lo que seguirá siendo Año Santo. Gracias al Camino de Santiago son muchos los visitantes de todo el mundo que llegan a Galicia atraídos, entre otras muchas cosas, por su gastronomía.

Conocida mundialmente por sus platos tradicionales y la calidad y riqueza de sus productos. La variada climatología y las excepcionales condiciones de sus costas la nutren de productos autóctonos de alta calidad. Entre los que destacan no solo la grandeza de sus pescados y mariscos si no la maravilla de sus carnes y la abundancia de los productos de su huerta. Destacables son también sus más que numerosos quesos, mieles, vinos y licores. Hablar de sus harinas y describir sus ricos panes nos llevaría todo un capítulo.

Autores como Manuel María Puga y Parga «Picadillo» o más tarde Álvaro Cunqueiro, recopilaron recetas tradicionales en sus libros, evitando que se perdiesen y sentando las bases de la gastronomía en Galicia.

Hablar de cocina tradicional en Galicia es hablar de elaboraciones sencillas y largas donde lo principal es el producto.

Pero la cocina gallega es mucho más que tradición, de sobra son conocidos sus productos del mar, su afamada empanada o el Pulpo A feira. Una cocina en constante evolución, donde cada vez es más visible el relevo generacional y los jóvenes cocineros van tomando las riendas de los negocios familiares imprimiéndoles su propio estilo.

Reflejo de este relevo generacional es la gran cantidad de escuelas de cocina, tanto públicas como privadas, que existen en la comunidad. Y de las que cada año sale una nueva remesa de jóvenes cocineros cargados de sueños y ganas de innovar.

En los últimos años han surgido numerosos restaurantes en los que la cocina ha evolucionado, llenándose de técnicas y modernidad y llevando la tradición a otro nivel. Premios, reconocimientos, estrellas Michelin o soles Repsol, campan a sus anchas por estas tierras. Es habitual ver modernas versiones de platos tan típicos como el Cocido gallego, que afamados cocineros incluyen ya en sus menús degustación. Espumas, geles y esterificaciones son algunas de las técnicas que se pueden encontrar acompañando al pulpo, algo que hace unos años sería impensable. La nueva cocina gallega pretende sorprender, dando gran importancia a la apariencia estética, apreciando y valorando el plato en cada bocado y, sobre todo destacando el producto, procurando siempre que este sea fresco, de temporada y de cercanía.

Asociaciones como el Grupo Nove, Coruña cocina o Cociña Ourense han ayudado a llevar a la cocina gallega a otro nivel, apostando por una cocina creativa donde se pone en valor el producto autóctono. Jóvenes cocineros que apuestan por la cocina tradicional modernizándola, ensalzándola y dándola a conocer por todo el mundo. Convirtiendo la cocina tradicional en cocina de autor. Cocineros cada vez más mediáticos, con nombre y estilo propio y platos fácilmente identificables que nos conquistan y sorprenden día a día.

La cocina gallega está en constante evolución pero sin perder su esencia. Es una cocina abierta, sin complejos, cargada de profundos sabores, mirando al futuro pero sin perder de vista sus raíces y siempre ensalzando sus maravillosos productos.

Galicia tiene una personalidad gastronómica propia que conquista los estómagos del mundo. En esta región todo gira alrededor de la cocina, los sabores están ligados a la memoria, a la cocina de las abuelas, por eso sorprende el éxito de esta evolución, que aún no ha terminado y que es fruto de la ilusión y del trabajo duro de muchos cocineros valientes que perdieron el miedo a innovar y supieron aunar tradición y modernidad.

Galicia es y será siempre un lugar para comer.