El pasado 8 de junio se cumplió el 28 aniversario de la muerte de José Figueres Ferrer, considerado el personaje político más influyente e importante en la historia costarricense del siglo XX. Queremos recordar su figura a través de varios capítulos donde repasaremos los hitos más importantes de su biografía así como el contexto histórico y político en el que se desarrollaron.

Contexto social y político en la Costa Rica de la segunda década del siglo

La Revolución Mexicana influirá en el ambiente intelectual y político latinoamericano y nacional de principios de siglo.

Las reuniones de Washington desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX introducen la discusión de las relaciones económico comerciales de nuestros países y, hace surgir corrientes unionistas centroamericanas, en las que Vicente Saénz destacará.

En 1913, fundada la Confederación General de Trabajadores, al impulso del Centro de Estudios Sociales Germinal, se inician en el país las celebraciones del 1º de mayo como día internacional de los trabajadores.

En 1917 José Figueres, terminados sus estudios en la Escuela pública, se traslada a estudiar la secundaria a San José, al lado de su padre.

Ingresa en 1918 a los estudios de secundaria en el Colegio Seminario, de tradición católica. El Seminario no le fue de mucho agrado, pues era una imposición de su padre. Prefería la enseñanza laica en colegio público o liberal. Muestra aquí su primera inconformidad. Se graduó de Bachiller en Humanidades

En 1917 se había producido el golpe de Estado contra el Gobierno de Alfredo González Flores (1914-1917), como reacción a sus importantes reformas político institucionales, entre ellas la de la Tributación Directa, estableciendo políticas de impuestos que pesaran sobre quienes más capacidad tenían de pago, de manera que «los ricos pagaran como ricos y los pobres como pobres», las que se negaron a pagar la deuda política de la campaña electoral de 1913 porque no había condiciones para pagarla, enfrentándose a todos los partidos políticos, las prohibir la exportación de oro y plata con lo cual se enfrentó a los intereses de las compañías mineras, y la de creación de un Banco Estatal, denominado Internacional de Costa Rica, que asumía el carácter de banco emisor y ejercía control sobre los privados obligándolos a establecer una porcentaje mínimo diario, «encaje mínino legal», para asegurar a los ahorrantes y estimular políticas de crédito.

Se negó también el Gobierno de González Flores a aprobar una modernización del Ejército del país y transformarlo como quería los Estados Unidos en una Guardia Nacional o Guardia Civil, como las que impulsaron en el Caribe, con lo cual también se enfrentó a los intereses militares locales y extranjeros. Igualmente, impulsó juntas de crédito rural para estimular la producción y apoyar al campesinado durante el período de la guerra mundial.

El golpe de Estado fue precedido de una intensa campaña contra el Gobierno, la cual no fue ajena a los jóvenes de la época, incluso Figueres. Grandes manifestaciones se hicieron de apoyo a la caída del Gobierno.

El nuevo Gobierno, de facto, de Federico Tinoco Granados, desarrolló un autoritarismo feroz. Suspendió la Constitución de 1871 y ejerció una represión enorme y cerró periódicos.

A las pocas semanas se organizó la resistencia y la lucha por volver al constitucionalismo y la vida cívica republicana. Aún cuando el gobierno elaboró una nueva Constitución Política, que establecía una artículo avanzado relacionado con la seguridad social, cayó en 1919 por la presión de la lucha político militar y popular.

En la Asamblea Constituyente de 1917 se volvió a plantear la cuestión del reconocimiento de voto de la mujer sin que se aprobara.

A la caída del Gobierno de Tinoco no se rescató lo nuevo de la Constitución del 17 y se continuó con la neutralización de las políticas reformistas de Alfredo González Flores.

Al golpe de Estado de Tinoco le siguió el fracasado intento insurreccional militar de febrero de 1932, llamado Bellavistazo, por el cuartel que fue tomado para ese efecto.

Influencia de los acontecimientos en un jovencísimo Figueres

Estos acontecimientos influyeron en Figueres, tanto en el papel de los militares como en lo de las reformas políticas que estaban en discusión. Además, porque el movimiento antitinoquista recogió en la lucha lo mejor de la intelectualidad y del movimiento popular.

En su pueblo natal San Ramón se habían dado luchas importantes. Julio Acosta García, quien asumiría la presidencia de la República (1920-1924) se destacó en las luchas político militares como líder de la llamada Revolución del Sapoá y en su ciudad San Ramón, donde las familias cercanas a los Figueres lucharon activamente contra la dictadura.

La tradición liberal progresista se impuso de nuevo en la vida nacional. En la misma medida que se iba ir olvidando a los Tinoco se iba a rescatar la trascendencia de Alfredo González Flores, quien llega a inspirar a Figueres.

El siguiente acontecimiento importante que encendió el ánimo nacional fue la disputa de límites con Panamá en 1921, ocasionada por el interés de las compañías petroleras de disputarse regiones que se consideran con yacimientos en la región fronteriza.

Durante toda la década del 20 por la presencia del estudiante venezolano José Sotillo Picornell, que funda en Costa Rica la Unión Libertadora Venezolana, se llevan a cabo actos de solidaridad con la lucha del pueblo venezolano contra la dictadura de Juan Vicente Gómez. En 1927 esta lucha hace posible que lleguen exilados al país dos estudiantes venezolanos, que se integran inmediatamente a estas luchas y también a las antiimperialistas existentes en el país: José Palacios y Rómulo Betancourt, ambos ligados, luego, a la fundación del Partido Comunista de Costa Rica en 1931.

A partir de la década del 20 se va a apreciar, cada vez más el rechazo a los gobiernos dictatoriales y militares en la región: Juan Vicente Gómez en Venezuela, Manuel Estrada Cabrera en Guatemala, y los que surgen en la década del 30 que se prolongan hasta mediados del 40: Anastasio Somoza en Nicaragua, Maximiliano Hernández Martínez en el Salvador, Jorge Ubico en Guatemala, Tiburcio Carías en Honduras.

Charreteras, botas, rifles y espadas contra las democracias; pobreza, sumisión, terror, falta de libertad sobre los pueblos; las repúblicas de los Generales contra las Democracias empezaba a perfilarse como parte del análisis de la realidad política que iniciaba Figueres. Veía cómo se debilitaba la sociedad civil con la presencia y poder militar.

Por tradición de su familia heredaba sentimientos anticlericales y por el espíritu nacional imperante no fue practicante religioso. Años más tarde la alianza de Franco con la Iglesia, y de los comunistas y la iglesia costarricenses le acentúa su anticlericalismo.

Muchacho muy inquieto y ávido de conocimientos. Por su tradición aprende el idioma catalán, por su vida el español, pero, por su propia iniciativa se empeña en aprender el inglés, que lo llega a perfeccionar como una lengua materna.

Le llama la atención y siente vocación por el estudio de la ingeniería eléctrica, lo que le lleva a contactarse e inscribirse, por correspondencia, en los estudios de la Escuela Internacional de Scranton, de Pensilvania, Estados Unidos, donde fija metas de llegada. Con su profesor Fidel Tristán practicó la radiofonía que lo puso momentáneamente en contacto con otros estudiantes del Liceo de Costa Rica, entre ellos Manuel Mora Valverde, también inquieto en esta materia.

Su padre vinculado a los grupos catalanes de la ciudad participa activamente de tertulias políticas que llevaban a cabo en la Imprenta Alsina, donde era frecuentemente acompañado por su hijo José. Este ambiente, y sus inquietudes intelectuales, lo llevaron rápidamente a iniciarse en las lecturas de pensadores clásicos como Smiles, Marden y Spencer.

Los años de 1919 a 1921 fueron de intensa agitación político social nacional, no solo la lucha por el retorno al constitucionalismo y la democracia, sino también las luchas obrero populares, la oleada de huelgas de este período, que logran durante el año de 1920 el reconocimiento y establecimiento de la jornada de 8 horas de trabajo, el reconocimiento del derecho de huelga y de organización sindical, en un decreto de Gobierno y, se intenta, con influencia anarquista, una huelga general en 1921, que es suspendida por el conflicto de límites con Panamá.

En 1922 termina sus estudios secundarios. Nuevos amigos hace en el colegio. Junto a Francisco José Orlich Bolmarcich sus más cercanos son Alberto Martén y Juan de Dios Trejos, También compañero de estudio es Francisco Calderón Guardia.

Para Figueres, la Costa Rica de su época adolescente no había desarrollado una democracia social ni económica, apenas una débil de carácter cultural basada en la gratuidad de la enseñanza. Era socialmente dividida, donde predominaba el campesinado y aparecían núcleos obreros y había una fuerte plutocracia cafetalera.

La formación del hombre

En 1923 decide viajar a los Estados Unidos, a Boston. Su objetivo estudiar ingeniería en el Instituto Técnico de Massachusetts. Recibe el apoyo familiar y lo acepta hasta que por sí mismo puede mantenerse en sus gastos.

Ingresa a la Universidad pero desiste de la formación formal y asume una formación autodidacta. Inicia una intensa vida de trabajo para sobrevivir. En el día lo hace en la Salada Tea Company como chequeador de romanas eléctricas. También se desempeña de amanuense y de traductor.

Aprovecha las noches para tomar los cursos libres del Massachusetts Institute of Technology. Todo su tiempo libre lo dedica a la lectura en la Biblioteca Pública de Boston y a perfeccionar el idioma inglés. Sus autores preferidos empezaron a ser Emerson, Darwin, John Stuart Mill, Carlyle, Edgar Allan Poe.

Poco tiempo después decide trasladarse a New York. Aquí trabaja de traductor y por las noches estudia su anhelada ingeniería eléctrica. Dedica todo el tiempo posible a asistir a las conferencias en la Universidad de Columbia, y a continuar sus lecturas: Shakespeare, Walt Whitman, Jean Jacques Rousseau, Voltaire, Francis Bacon, Spinoza, el enciclopedismo revolucionario francés y el iluminismo revolucionario norteamericano, como la Ilustración, Lincoln, Schopenhauer, Locke, Cervantes Kant, Nietzche, Durant. Además estudia el liberalismo clásico y el socialismo utópico y se aproxima a textos del socialismo científico.

Boston especialmente le formó ideales socialistas y la concepción de que un mundo mejor empezaba a madurar.

Nueva York le reúne con sus amigos y compañeros de estudio Alberto Martén y Francisco Orlich.

Al asumir la mayoridad, a los 21 años, por su origen debe optar por una nacionalidad, la española de sus padres o la costarricense de su nacimiento, y decide por ésta.

En 1928 su padre lo visita y regresa con él en marzo. Viene formado con visión empresarial, soñador de grandes proyectos. Se vincula rápidamente a la firma comercial Arango, que importaba automóviles Ford, donde se desempeña de agente vendedor.

Para esta época el líder estudiantil Víctor Raúl Haya de la Torre visita Costa Rica, y en adelante en varias ocasiones, siempre muy bien recibido y admirado. Se constituye en el país una sección del APRA, cuyos integrantes al fundarse el Partido Comunista en 1931 se pasan a éste.

Los planteamientos antiimperialistas de Haya de la Torre tuvieron siempre gran acogida nacional. Luego en 1933 con motivo del II Encuentro Iberoamericano de Estudiantes también llegó a Costa Rica Vicente Lombardo Toledano, representando al estudiantado de México.

Los Estados Unidos le había enseñado a surgir por su propio esfuerzo, a tal punto que cuando ya pudo mantenerse por sí mismo le retornaba a su padre los envíos de dinero que le hacia. Aquí aprendió a valorar del pueblo norteamericano su respeto por el individuo, su trabajo, el modo sencillo de vivir, el sentido pragmático que tenía y su democracia política.