El director y guionista Li Cheng compitió con su segundo largometraje por el Premio Queer Lion, del que resultó ganador. «José» fue rodada en Guatemala y era uno de los 12 títulos de la sección Giornate degli Autori (Venice Days).

La sección Giornate degli Autori (Venice Days) surge en el Festival de Venecia como espacio para ampliar los enfoques, considerando también temas de género. Se presentaron en la 15ª edición de los Giornate degli Autori:

Graves without a name, de Rithy Panh (Camboya, Francia)
Keep going, de Joachim Lafosse (Bélgica, Francia)
Love de Claire Burger (Francia)
Screwdriver, de Bassam Jarbawi (Palestina, EE.UU., Qatar)
Pearl, de Elsa Amiel (Francia, Suiza)
Joy, de Sudabeh Mortezai (Austria)
Domingo de Clara Linhart y Fellipe Barbosa (Brasil, Francia)
Ricordi?, de Valerio Mieli (Italia, Francia)
Three adventures of Brooke, de Yuan Qing (China, Malasia)
Ville Neuve, de Felix Dufour-Laperriere (Canadá)
Emma Peeters, de Nicole Palo (Bélgica, Canadá)
y José, de Li Cheng (Guatemala, EE.UU).

Li Cheng, es guionista y director de cine, nacido en China y migrado a los Estados Unidos, se considera hoy nómada. José es el resultado de una travesía por América Latina. Nos encontramos con Li Cheng en los Giornate degli Autori.

Li, tu película está en el Festival de Cine de Venecia. Para mí, como latinoamericano que busca nuevos vínculos transculturales construidos a través del arte, tu película José resulta una obra sobresaliente en ese sentido. Si bien la historia de amor es universal, el contexto y las condiciones sociales son propios de un país latinoamericano. Por ello me gustaría hablar sobre tus intenciones y las condiciones que te llevaron a hacer y que permitieron esta película. ¿Cuántos países y lugares visitaste antes de decidir por fin producir José en Guatemala?

Investigamos en México, Brasil, Argentina, Uruguay, Perú, Ecuador, El Salvador, Colombia, Chile, Costa Rica, Honduras y Guatemala, 12 países y en alrededor de 20 de las ciudades más pobladas. Centroamérica nos impactó más, por lo que se convirtió en el lugar prioritario. En realidad, Guatemala fue la última estación, y ​​supe de inmediato que quería hacer una película allí.

Realizar películas en comunidades es arriesgado y laborioso. Pero construir lazos y encontrar actores también enriquece y nutre el proceso creativo. Mientras que en Joshua tree (2014) trataste los efectos de la crisis económica de 2008 entre un grupo de ciudadanos estadounidenses –tu entorno inmediato se vio afectado–, hiciste entrevistas, construiste un set e hiciste un casting con actores, en José tienes un enfoque más bien neorrealista: múltiples escenas al aire libre y cada personaje parece interpretarse a sí mismo en un entorno que le es familiar. Esto me lleva a creer que, además de elaborar el guion, el casting habrá requerido un 60% del trabajo invertido para garantizar la calidad deseada. ¿Podrías describir tu enfoque?

Invertimos bastante tiempo y esfuerzo en el casting, pero para acercarse al porcentaje que supones habría que considerar, además del elenco, las locaciones (y así lo considero yo ...) Filmamos en más de 100 lugares y en tres regiones completamente diferentes del país: en la gran ciudad, fresca y ventosa, en las tierras altas, en la cálida y soleada costa del Pacífico y la selva tropical de la costa del Caribe.

¿Cómo se siente ser un cineasta extranjero?

Es un desafío difícil: lleno de emoción y descubrimientos, pero también de una gran responsabilidad. Se vuelve más fácil en cuanto fijo la forma de la historia en mi mente y comienzo a sentir gran urgencia de llevarla a la pantalla. Empezamos de cero, cuando llegamos a Guatemala no conocíamos a nadie. A medida que el guion se acercaba a su finalización, comenzamos a buscar colaboradores a través de las redes sociales: cuando comenzamos a conocer a algunas personas y a generar confianza compartimos el compromiso, así, cual bola de nieve que al rodar crece capa por capa.

Financiar una película entre países es difícil, pero aún más difícil si no se puede esperar respaldo institucional, ya que la mayoría de los fondos obedecen a intereses e industrias nacionales. ¿Intentaste solicitar fondos?

No, no solicitamos ningún fondo durante ninguna etapa de la producción. Postular a fondos toma tiempo y el esfuerzo tiene pocas posibilidades de éxito. Además puede conllevar muchas negociaciones y compromisos con los financieros. Preferimos trabajar rápido y sin tales restricciones. Después de preparar la investigación y la historia, sentí que teníamos una propuesta sólida, así que vendí mi apartamento en EE.UU a fin de tener el dinero. Confiamos en este modelo, de manejar el presupuesto cuidadosamente, con equipo pequeño y escenarios reales. Espero que José justifique este modelo.

La fotografía y el enfoque visual de la realidad urbana están llenos de poesía visual, remarcas a través de repeticiones el sentir de los personajes. Evitar los atractivos visuales étnicos y de sabor local puede resultar un desafío para un cineasta que viene del extranjero. José exhibe una sobriedad de las mega-urbes latinoamericanas y se dirige a un espectador de lo sutil. ¿Sientes que hay una audiencia creciente para las películas que exigen una vista aguda de una realidad urbana más bien áspera?

Fui en busca de una historia urbana: en el mundo las ciudades crecen rápidamente y es en éstas donde se innova y se negocia gran parte de las relaciones humanas, mientras que en las áreas rurales éstas permanecen fijas. ¿Habrá una audiencia creciente? No lo sé, pero espero que sí ... Tengo más historias en mente de este estilo.

La familia en América Latina es importante y el modelo tradicional se eleva a ideal. Pero en la realidad las familias ensambladas, madres solteras y la homosexualidad ocultada son comunes. ¿Es tu película un llamado a la tolerancia y a aceptar y confrontar realidades?

La historia se basa en cientos de entrevistas hechas en 12 países. Oímos muchas historias. Supimos de madres que lesionan a sus hijos por ser homosexuales, otras tienen una mente más abierta. En Guatemala parece más dramático y difícil, ya que cerca del 90% personas pueden considerarse socialmente conservadoras u homofóbicas. Las madres generalmente ya sospechan sobre la sexualidad del hijo, pero la aceptación es lenta. Espero que las madres comprendan mejor a sus hijos luego de ver José.

El personaje principal se encuentra ante una encrucijada que algunos de los actores posiblemente experimentaron. El cine a menudo se considera un espacio de evasión o un territorio de posibilidades. ¿Notaste la misma tensión que experimenta el personaje principal José entre los actores involucrados? ¿Hubo algunos reacios a aceptar tu final?

Elegí ese final para dejar posibilidades y esperanza para José. Quien –al igual que yo– todavía está aprendiendo y experimentando, y que sale al mundo para ver y sentir todo lo que la vida tiene por ofrecer. Así cualquier cosa podría pasar.

Para concluir, una pregunta final sobre le contexto guatemalteco y la banda sonora. Algunas películas logran inscribirse en la tradición cinematográfica de un país a través de referencias musicales, por ejemplo. La banda sonora compuesta para José utiliza instrumentos de orquesta de cámara para generar atmósfera, pero ¿qué hay de las canciones folclóricas locales prominentes? ¿Consideraste la lírica guatemalteca?

Usé poca música, cinco piezas en total (además de la que acompaña el crédito final); probé varias ideas. Finalmente, la música nueva de corte más bien clásico me pareció adecuada para avanzar y retroceder, y para subir y bajar e ir más allá.

José (2018) de Li Cheng, Guatemala/EE.UU., 85 min.

Se presentó en estreno mundial en Venecia el jueves 6 de setiembre 2018, 11:30 h Sala Perla (seguido por Q&A) y el viernes 7 de setiembre 2018, 20:00 h.

Más acerca de José en las Giornate degli Autori.