Últimamente se habla mucho de este tema, en redes sociales mucha gente manifiesta su descontento ante la presencia de niños en lugares públicos.

Si bien es cierto que no todos los lugares son adecuados para asistir con niños, la intolerancia hacia ellos está en aumento.

En redes sociales se están haciendo virales las quejas contra los niños. Algunas de ellas pueden resultar incluso absurdas. En alguna ocasión me tocó leer a una usuaria de redes sociales que pedía que los padres de familia no asistieran con sus niños al cine a ver la película Buscando a Dory. ¡Si, la famosa película infantil de Disney! Su argumento era que su generación vio la primer película de esta saga en su infancia y ahora que llegaba la segunda parte, querían verla sin molestias y sin la presencia de niños haciendo ruidos a su alrededor. Una petición extraña y contradictoria, la cual se hizo viral, al menos en México.

Otra queja que hizo bastante ruido en redes sociales, fue la de una persona pidiendo que no se acudiera al supermercado acompañado de niños. Un lugar público donde muchas familias acostumbran hacer sus compras.

Tampoco podemos dejar de lado las famosas quejas en los aviones, son muchos los pasajeros que no toleran viajar con niños.

En fin, existe una interminable lista de quejas contra los niños.

Por ello, en el mercado mundial hay un gran aumento de ofertas “childfree”. Son muchos los negocios que ofrecen un lugar libre de niños, sobre todo restaurantes y hoteles. Es innegable que esto se debe a que el cliente lo está pidiendo.

¿Por qué está sucediendo esto? ¿Nos estamos volviendo una sociedad intolerante e individualista? ¿Estamos perdiendo la empatía hacia la infancia?

Los niños son parte de la sociedad y, por lo tanto, tienen derecho al libre tránsito.

Esto no quiere decir que los padres estemos exigiendo llevar a nuestros hijos a lugares no aptos para ellos.

Los padres somos los responsables de la educación de nuestros hijos, debemos enseñarles a respetar y comportarse adecuadamente con otras personas y en los lugares públicos. Pero también debemos pedir que sean respetados sus derechos.

La clave está en el respeto mutuo y la empatía hacia los demás.