Se acercan las fiestas de San Antonio de la Florida. El próximo 13 de junio, muchos madrileños y, en especial, mujeres de todas las edades acudirán a la Ermita para pedir al santo que les vaya bien en el amor. La tradición dice que se han de depositar 13 alfileres en una pila bautismal y, al posar la mano sobre ella, todos los alfileres que se queden pegados en tu palma, son los novios que te saldrán en el periodo de un año.

Seguro que la mayoría de los visitantes de la ermita de San Antonio de la Florida pasan antes o después a tomarse una “sidrina” por Casa Mingo, todo un clásico.

Casa Mingo es la más antigua de las sidrerías de Madrid y, posiblemente, de todas las que existen en España. Abrió sus puertas en 1888 y se construyó con los gruesos muros de lo que fue un antiguo almacén de material de la antigua estación de ferrocarril de Príncipe Pío. Fue un primitivo llagar o fábrica de sidra, que fue inaugurada por los primeros asturianos que trabajaron en el ferrocarril y que se acercaban a recoger productos naturales que les llegaban directamente de su tierra.

La decoración de la sidrería conserva su casticismo original y mantiene las características principales de sus primeros tiempos: vigas de madera, botellas y barricas. Mingo ha sido escenario de muchas películas “de costumbres” y de multitud de anuncios.

Pollo asado, empanada, chorizo asturiano… un exquisito menú a degustar regado con una botella de sidra dulce o natural. Casa Mingo nunca defrauda.

El restaurante tiene dos plantas y espléndidas terrazas para disfrutar del paisaje. Su entorno es magnífico, ya que muy cerca de él se encuentran el Parque del Oeste y la Casa de Campo. Un plan estupendo para mediodías y noches de primavera.