Este es un artículo diferente, al menos diferente para mi y mi forma de contar las cosas normalmente, pero quisiera hacerlo contándolo fiel al orden en que surgió la idea en mi cabeza y la posterior conclusión, y no escribir sólo el artículo que de ahí hubiera surgido, sino contar mi proceso, pero sólo en este caso. Sed pacientes.

Hace unos años vi un documental sobre el océano. En él se centraban en el análisis de distintas especies, con distintos ecosistemas y peculiaridades, para así hilar una visión global del concepto Océano a lo largo del vídeo. Me gustó especialmente la parte dedicada a una de las dos poblaciones de tortugas verdes, Chelonia mydas. Éstas iban desde los mares de América del Sur, donde permanecían la mayor parte del tiempo, hasta las costas de África a poner sus huevos, donde todas habían nacido anteriormente. Pero no explicaban demasiado, se centraban en los qués y las descripciones, pero no decían ni una sola palabra del por qué. ¿Por qué hacían ese largo viaje de un continente a otro a poner sus huevos? ¿No sería más fácil para ellas poner los huevos cerca de su hogar?

Los días posteriores estuve buscando en distintos lugares que yo considero serios en internet, aunque tampoco hablaban ahí del por qué. Todo eran análisis y estudios sobre corrientes marinas y las complicaciones que conlleva la puesta o si el sexo de la tortuga dependía de la temperatura a la que están los huevos, o de cómo los humanos estamos acabando con la población a la vez que creamos programas para protegerla... Sí, datos interesantes, pero ninguno de ellos me resolvía la duda. No había un por qué ¿Sería porque hay menos depredadores en un continente que en otro? ¿Sería porque las tortugas recién nacidas tenían que hacer un viaje en solitario de crecimiento para...? Bueno... como tampoco era un tema en el que me fuera la vida, al cabo de unos días sin encontrar satisfacción en ninguna respuesta, cambié de obsesión. Me olvidé del tema por un largo tiempo.

Cuando empezó la guerra en Siria, y se empezó a hablar en los medios de Al Asad y del Daesh haciéndose fuerte en la zona, y de los bombardeos sobre civiles, entonces se empezó a hablar de los refugiados, como si siempre hubieran existido, como si fuera natural que millones de personas dejaran sus casas por miedo a perder la vida y a sus familias, y que los gobiernos europeos reaccionaran como si el fuego quemara menos por llamarlo fuego amigo.

Personas en peligro real refugiándose en los países vecinos, y en países que se reúnen anualmente para decirse cuánto hacen en favor de los derechos humanos. ¿Quién iba a pensar que los países de Europa y del Mundo iban a poner impedimentos para que eso ocurriera? Esa es la pregunta políticamente correcta, la real sería: ¿Quién dudaba de que eso no iba a suceder? Comodidades y burbujas, no sólo económicas, sino burbujas de realidad ¿amenazadas por problemas ajenos, por problemas árabes? Lo podrán adornar y lavarse las manos los gobiernos que han vendido armas a media África y Asia para equilibrar sus balances económicos, mientras se fotografían sonriendo presidentes y dictadores, evitando fotos con grupos clandestinos, pero no es una guerra civil en Siria, es una espiral de problemas mundiales donde hay decenas de gobiernos culpables que han confluído en Siria, y lo paga el pueblo sirio mientras EEUU planea en silencio su proyecto y decide un nuevo presidente que les favorezca en esa zona estratégica.

Y es tan fácil sentirse impotente, yo me cabreo bastante cuando estos temas saltan en mi cabeza, tanto que a veces busco fórmulas para la evasión, para no pensar por un rato ni en mis problemas ni en los problemas del mundo, porque entonces la vida no sería más que frustración, y por supuesto no lo es. Y en esos momentos ocurre...

Hasta ahora parece un poco inconexo todo lo escrito, pero intento describir algo, y para ello quiero introducir el concepto de “insight”. Se conoce como insight el procesamiento inconsciente de una idea que se concreta conscientemente a través de una revelación ante lo cotidiano. No he buscado la definición en ningún sitio, pero me parece que se entenderá cuando lo explique.

Algunos autores han hablado del insight a través de la teoría de las 3 Bs, que serían: Bus, Bathroom and Bed (autobús, baño y cama). Que es una forma de decir que son conceptos de lugares y situaciones donde se podría dar. Por ejemplo, se dice que el baño es uno de esos sitios por la historia de Arquímedes. Se supone que estuvo mucho tiempo dándole vueltas a un problema y cuando no pensaba en él, estando en su bañera... “Eureka” fue lo que dijo. Al no pensar en el problema encontró la solución viviendo simplemente su cotidianeidad, un baño. Las mejores soluciones a los problemas se tienen cuando no se piensan en ellos, porque en realidad el problema había quedado dentro de tí, dando vueltas en el inconsciente, sólo necesitaba de una chispa externa.

Mi :insight no tiene ninguna relevancia más que para mi, y menos cuando escriba que se me ocurrió viendo una película de animación: Ice Age 2, creo que era la segunda parte. En ella aparece un corto dentro de la película donde una ardilla lucha contra su mala suerte para poder conservar una bellota, después de muchos contratiempos se hace la broma final de que la ardilla tuvo la culpa de que los continentes se separaran. Y con los refugiados todavía presentes, viendo esos dibujos infantiles, tuve la idea de lo que creía en principio no tenía relación... Las tortugas verdes que van desde América hasta África ya existían hace millones de años, ya existían cuando los continentes estaban juntos, quizás se alimentaban en un lado con más vegetación submarina y tendrían que cruzar la distancia de un río caudaloso para llegar a la otra orilla, no más... esas tortugas no se han dado cuenta que millones de años después ya no es un río lo que cruzan, sino un océano, y es un océano para nosotros, para esas tortugas ambas orillas son su hogar y yo no había entendido eso al principio: ambas orillas forman parte de ella, igual que esas dos orillas se pertenecen la una a la otra, esa distancia no existiría si no existiera el humano para medirla.

Para mi fue un momento de belleza, y seguro que esto ya lo habrán pensado miles de personas, estará escrito en cientos de libros de ciencia y quizás es que no sepa yo buscar mejor en internet...

Fue casi poético descubrir por qué las tortugas no tenían que enseñar a sus crías lo que hacer, dónde viajar, qué corrientes surfear, en su genética no estaba previsto que los horizontes estuvieran cada vez más separados y no importó, la siguiente generación sólo tenía la meta de nadar una brazada más que la anterior, la supervivencia era lo que importaba y su larga estancia en la tierra pone de manifiesto que son inmensamente más sabias que los humanos.

Ellas no distinguen un aquí y un allí, sólo es América y África para los humanos, y para dejarlo claro firmamos papeles, construimos muros y vallas, y nos protegemos de otros humanos con armas; las tortugas verdes encuentran su camino leyendo mapas genéticos, nadando junto a otras tortugas, el camino del ser humano está cimentado sobre la sangre de otros seres humanos con los que no queríamos caminar.

Entonces... ¿Qué era todo eso de Siria? Pues no era más que la concreción de mi idea de que la sabiduría de las tortugas verdes nunca podrá ser superada por la del humano por mucho que hable y construya cosas, si esas cosas no sirven para la felicidad de la humanidad. Las tortugas no son libres porque vivan en el mar, son libres porque todas son libres. Y los humanos se sienten libres aún habiendo otros humanos que son esclavos.

Existe una isla a mitad de camino entre los dos continentes, una isla volcánica habitada sólo por soldados desde la Guerra de las Malvinas, que se instalaron allí estratégicamente y aún siguen ahí; se llama Isla Ascención. En algún momento en la historia, un grupo de estas tortugas verdes se extravió o quizás sólo se desvió, y acabaron todas en esa isla más cercana y que cumplía con las condiciones necesarias. Así que ahora hay un grupo de unas 4.000 tortugas dentro de esa especie que en lugar de África, ponen los huevos en esa isla a mitad de camino. Imaginemos que otras tortugas llegaran a esa isla, y se unieran a éstas que ya ponen los huevos allí... No tendrían ningún mecanismo genético que hiciera luchar contra eso, luchar entre sí, pero Margaret Thatcher no pensaba lo mismo. No son extrañas porque acaben de llegar, sólo son más tortugas, no existen las tortugas refugiadas.

Las razas no existen, somos una sola especie, pero no lo entendemos, sólo entendemos la supervivencia a través de alimentar los miedos que tenemos hacia las personas que viven de distinta manera en otro lugar... Si alguien en ese lugar tiene un problema grave, allí estará otro ser humano para negarle ayuda o aprovecharse de él. Nunca aprendemos de los demás animales porque a todos los miramos de la misma manera, a través de una reja, de un cristal o una pantalla.

¿Y si nadáramos junto a las tortugas entre fronteras? ¿y si nadáramos tan sabios como ellas por la vida..?