Contrapeso es una propuesta específica para el monasterio de Santa María de Bujedo de Juarros (Burgos), que surge de la necesidad de establecer un diálogo con la historia y la fuerza visual del edificio. El título hace referencia a la definición más literal que ofrece el diccionario de la Real Academia Española: “peso que se pone en la parte contraria de otro para que quede en equilibrio”, y refleja la intención fundamental de la propuesta: sugerir un equilibrio de fuerzas, tanto materiales como simbólicas, entre el espacio arquitectónico y el gesto artístico.
La propuesta se articula desde la relación entre dos materiales que representan distintas formas de permanencia: la piedra restaurada del monasterio y el libro como soporte de pensamiento. En este contexto, las meditaciones de Bernardo de Claraval, monje cisterciense y figura central en la configuración espiritual y arquitectónica de la orden, es la palabra escrita. Se toman las Obras Completas de San Bernardo I y II y se sumergen en agua; la palabra escrita se somete a un proceso de transformación por la porosidad del material, y a medida que el libro se va empapando va venciendo la fuerza boyante del objeto, se hunde y se diluye en un proceso que exige del espectador una actitud de contemplación y paciencia vinculada con la práctica monástica.
Así, la palabra escrita deja de ser una forma fija y se convierte en un proceso en continua mutación.