El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial tienen sus sedes en la ciudad de Washington, Distrito de Columbia, Estados Unidos de América.

Ambas entidades fueron creadas en la conferencia internacional que se realizó en Bretton Woods (Nueva Hampshire, Estados Unidos) en julio de 1944, y forman parte del sistema de la Organización de las Naciones Unidas.

Las dos organizaciones conforman los ejes principales de la arquitectura financiera internacional y marcaron el paso del nuevo orden económico mundial surgido después del final de la Segunda Guerra Mundial.

Durante la conferencia de Bretton Woods, los participantes tenían experiencias traumáticas recientes tales como la crisis del 29, la Depresión de la década del 30 y las dos Guerras Mundiales del siglo XX.

Asistieron 730 delegados de 44 diferentes países aliados. Los dos principales líderes intelectuales de la conferencia fueron el economista estadounidense Harry Dexter White y el economista británico John Maynard Keynes.

Predominaba un afán por evitar por diferentes medios la inestabilidad y las crisis financieras que podían empezar en países específicos y luego contagiar al conjunto del sistema económico y financiero mundial.

La idea que primó fue la de evitar las crisis y crear un sistema de cooperación y crecimiento económico global que condujera y garantizara un orden económico internacional más estable, predecible y próspero.

De allí nace el tono prudente y conservador del Fondo Monetario Internacional, que se ocupó de promover la cooperación monetaria, la estabilidad financiera, el comercio internacional, el empleo y el crecimiento económico.

Al cabo de los años, dichos propósitos originales se fueron matizando, incluyendo objetivos como la reducción de la pobreza.

Por su parte, el Banco Mundial sí tuvo desde el principio un enfoque más “desarrollista”, orientado al desarrollo económico, la eliminación de la pobreza y la extrema pobreza, aumentar la prosperidad compartida y el bienestar social.

Allí quedó la impronta de uno de los dos grandes líderes de Bretton Woods: el economista británico John Maynard Keynes, de conocidas tendencias a favor de un capitalismo social y un estado benefactor.

Desde el inicio se estableció la tradición de que la presidencia del Banco Mundial estaría en manos de una persona estadounidense y el Director Gerente del FMI sería de nacionalidad europea.

El FMI

Hoy día, el FMI está constituido por 189 países miembros y cuenta con un personal de más de 3000 funcionarios de más de 142 diferentes países. Costa Rica es miembro desde el 8 de enero de 1946.

El FMI es conducido por el Consejo de Gobernadores, en el que participan un gobernador y un gobernador alterno por cada país miembro. Cada gobernador es nombrado por el gobierno de su país y, por lo general, se trata del Ministro de Hacienda o el Presidente del Banco Central.

El Consejo de Gobernadores se reúne una vez al año durante el mes de octubre por dos años consecutivos en la ciudad de Washington DC.

Posteriormente, se reúnen en otro de los países miembro en el tercer año.

En octubre del año 2025, la reunión anual se realizará en el mes de octubre en Washington, mientras que la próxima reunión del año 2026 tendrá lugar en Bangkok, capital de Tailandia.

A diferencia de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la que cada país cuenta con un voto, el sistema de gobierno del Fondo refleja el peso de los países miembros en la economía global: cada quien tiene un porcentaje de voto según el tamaño de su economía.

En diciembre de 2010, el Consejo de Gobernadores acordó unas reformas para darle más peso en el sistema de cuotas a los países emergentes y a los llamados BRICS, integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sur África.

El Consejo Ejecutivo del FMI está constituido por 25 países miembros y es el ente que dirige el trabajo diario de la organización. Cada Director tiene derecho al voto en un porcentaje, siendo el mayor el del representante de los Estados Unidos: 16,7 por ciento.

Al tener el mayor porcentaje de voto, con frecuencia Estados Unidos se alía con los países del G7 y otros para logar la mayoría en los diferentes temas.

Para hablar de realidades, el FMI fue fundado en los Estados Unidos bajo el liderazgo estadounidense y británico, y desde el principio tuvo su sede en la ciudad capital, es decir, Washington DC. Así también, por ley y sistemas de alianzas, mantiene el liderazgo de la institución.

El FMI ha recibido fuertes críticas desde sectores de izquierda y también desde la derecha libertaria.

Una de las principales críticas que se le hace es que sus políticas obedecen a la voluntad y a intereses de los Estados Unidos y sus aliados del mundo desarrollado. Según versiones libertarias, el FMI es una entidad burocrática intergubernamental que vive de los impuestos de los ciudadanos de los países miembros y contribuye a fortalecer las tendencias estatistas de los gobiernos, auxiliándoles en los momentos de crisis con préstamos y asistencia técnica.

Pero conviene recordar que actualmente la República Popular China y los BRICS son muy influyentes en las decisiones de la institución. Y que en todas las reuniones anuales se organizan en su seno Reuniones del G20, que incluyen a las 20 mayores economías del planeta, las cuales tienen un peso importante en los debates y en las decisiones del FMI y el Banco Mundial.

Como habíamos indicado, por tradición, el FMI es conducido por una persona de nacionalidad europea.

Actualmente, la economista búlgara Kristalina Georgieva es la Directora Gerente del Fondo desde el 1 de octubre de 2019. Ella está al mando del Consejo Ejecutivo y de todo el personal de la organización.

Antes de ella, la economista y abogada francesa Christine Lagarde había sido la primera mujer Directora Gerente del FMI. Hoy es la Presidenta del Banco Central Europeo.

El Fondo se dedica sobre todo a los asuntos macroeconómicos y maneja un sistema de préstamos y de asistencia técnica que están entrelazados.

Los países no están obligados a adoptar los programas de estabilización o ajuste estructural del Fondo. Se supone que solamente los países que están al borde de una crisis o abiertamente en crisis son los que recurren al auxilio del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

Un gran número de países no han recurrido nunca (o han recurrido muy poco) a los préstamos o servicios técnicos del FMI.

Por su parte, el Banco Mundial mantiene un sistema de proyectos para promover el desarrollo económico y social y reducir las tasas de pobreza. Ha definido como objetivo principal de la entidad la eliminación de la pobreza extrema para el año 2030.

Desde el dos de junio de 2023, el empresario indio-estadounidense Ajay Banga es el presidente del Grupo Banco Mundial.

Las reuniones anuales y de primavera

Muchos economistas, periodistas, politólogos, profesionales y funcionarios de diversas partes del mundo acuden tanto a las reuniones anuales de octubre como a las reuniones de primavera (en abril) del FMI y el Banco Mundial para mantenerse actualizados sobre los datos, realidades, crisis, desafíos, riesgos, metas y proyecciones de la economía global y de las economías nacionales y regionales.

También asisten para conocer la evolución institucional de las instituciones de Bretton Woods.

Es muy estimulante escuchar las conferencias que ofrecen los gobernadores sobre temas de actualidad de sus respectivos países.

Así también, múltiples reuniones ofrecen un ambiente muy cosmopolita que facilita el networking entre los participantes.

Todos los años se realizan reuniones paralelas de la Red de Sociedad Civil y Académicos del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, con el objetivo de analizar y discutir los temas de la cita desde la óptica de las organizaciones de la sociedad civil.

Durante los últimos años, la agenda de conferencias, paneles y seminarios se ha ido haciendo cada vez más variada en temas e incluso en enfoques.

Últimamente, se da espacio a temas como el cambio climático, la equidad de género y la importancia de la data. Tales cambios han sido criticados por algunos de los asesores del presidente Donald Trump.

Son ya tradicionales temas tales como: economía global, economías regionales y nacionales, política monetaria, política fiscal, crecimiento económico sostenible, empleo, inflación, desigualdad y pobreza, medio ambiente, comercio internacional, estabilidad financiera, entre muchos otros.

También es interesante señalar que dentro del mismo FMI se han venido organizando equipos de análisis que aspiran a un nuevo Bretton Woods, es decir, a esfuerzos de reforma para conformar una nueva arquitectura financiera internacional: en esos equipos posiblemente se está fraguando, en alguna medida, el futuro del FMI y el Banco Mundial.