Durante algunos años se ha hecho común la generalización de concepciones que tienen los islamistas como si se tratara de la práctica de todos los musulmanes, lo cual evidentemente es un desacierto, mientras que, en los últimos años, algunos exegetas, manteniéndose entre la línea del respeto hacia lo expresado por eruditos en el pasado, han tratado de realizar reformas y ajustes sin violar las bases de la religión.

Sin embargo, cuando del fundamentalismo se trata y de las interpretaciones realizadas por radicales no hay mucho por interiorizar, para estos no hay matices, su visión de mundo es blanco o negro y además pretenden imponer a otros su visión por medio de herramientas que son islámicas pero tergiversadas.

Incluso, se hace uso de la palabra takfir (apóstata) para referirse a estos personajes que han hecho la interpretación del Corán y los hadices a su «imagen y semejanza» para imponer una visión monolítica de la religión. Pero, también, se les ha tachado de apostatas a los radicales islámicos porque su forma de ver la religión los ha llevado incluso a asesinar a otros musulmanes.

En este aspecto se puede mencionar a Dáesh y Al Qaeda como organizaciones que interpretan la religión de un modo extremo e incluso lo aplican de una manera sin tener conocimientos reales de la religión. De hecho, se les acusa de manejar pobremente conceptos, interpretaciones forzadas de los textos «sagrados» y el uso de términos islámicos retorcidos para justificar sus acciones de violencia y promoción de una agenda radicalizada, lo cual se ha dado tanto en el mundo no musulmán como incluso interfiere entre el mundo de los creyentes del islam, llevando a jefes de clanes y familias a adoptar esa nueva visión.

A continuación, se mencionarán las interpretaciones religiosas utilizadas por los grupos islamistas para intentar imponer su visión de islam que finalmente es el que le da mala prensa a la religión en general y que hace que el colectivo mayoritario lo considere un pensamiento que no busca evolucionar sino mantenerse en un oscurantismo total.

Para los efectos de este artículo se hablará de dos conceptos que son utilizados constantemente y tienen profundas visiones, algunas de las cuales, como ocurre con otros dogmas y enseñanzas de las religiones se enseñaron de un modo, y los maestros del oscurantismo político-religioso terminan por otra ruta, en este caso, los islamistas políticos.

La yihad

Según Zapata (2002) «Yihad significa la lucha por la causa del islam. Su nombre completo es Yihad fi Sabililah: esfuerzo en el camino de Dios». Incluso existen dos tipos de yihad principales, la mayor que se refiere a la búsqueda de la sabiduría, lucha contra los impulsos malignos y la renuncia al ego. Esta es quizás más espiritual, de contacto personal entre el individuo y la divinidad.

La segunda yihad es la pequeña, la que se utiliza para la lucha contra la opresión y los sistemas injustos. Incluso, se considera este tipo de yihad la lucha para liberar la tierra del islam de aquellos que consideren la «mancillan». De hecho, hay exegetas que interpretan que la yihad mayor (yihad akbar) es previa a la yihad menor (yihad asghar) la que según mencionan algunos autores corresponde a una interpretación del siglo XI de la era cristiana, unos cinco siglos después de la hégira (año islámico).

Incluso, en los análisis de aleyas (versículos) coránicos que hacen referencia a respuestas violentas se menciona que fueron expresados durante el período que duró vigente la tregua de Hudaybiyyah que comprometía a ambas partes a no atacarse en un período de diez años; tregua que solamente tardó cinco años antes que el ejército del profeta Muhammad decidiera invadir Meca y tomar posesión del sitio.

Dichas aleyas están contenidas en las Suras 2:190 - 195; 8: 38 - 39; 9: 13 - 14 y 22: 39 - 40, todas reveladas en Medina, por lo tanto tienen un peso sobre las relaciones con la «gente del libro» (judíos y cristianos) y el trato con los hipócritas, así como las normas de la yihad un poco más claras (León, 2018), pero en la interpretación que es de algunos siglos después de reveladas se podrían haber caracterizado de un modo menos cordial y que posteriormente habría sido tomada la yihad asghar como la «principal» por algunos grupos que han politizado la visión islámica.

De hecho, la forma de ver la yihad por parte de esta tergiversación de los principios islámicos podría ser considerados una variable de «nihilismo político»; una negación de los valores mal interpretados y les brinda un giro sobre nuevas conceptualizaciones que podrían incluso contradecir a las primeras con la intención de verse como «innovadoras» o «redescubiertas» para que el ser humano pueda vivir más «liberado» de prejuicios mal encaminados.

Incluso, a este tipo de vinculación entre el islam político y los principios islámicos del esfuerzo y la yihad; pero principalmente la yihad asghar se le ha brindado el sobrenombre de «yihad global», donde todos los elementos van contra la contaminación de lo que representan los modelos políticos modernos. La decadencia occidental; principalmente, como algunos radicales han mencionado y ante lo cual luchan contra el modelo de Estado-nación existente en la actualidad.

La dawah

El concepto de dawah (invitación) desde la percepción islámica es el proselitismo a la conversión al islam. Algo que es «normal» entre las religiones que buscan nuevos adeptos, tal es el caso del cristianismo, de igual manera el islam tiene su propia estrategia de atracción y conversión. Pero, este proselitismo no se escapa de las redes del islamismo y no se concentrará solamente a la invitación de conversión a los no creyentes, o a los miembros de otras religiones, sino que incluso usarán sus estratagemas para atraer a otros musulmanes a sus doctrinas cuasi fascistas.

Como mencionaría Elorza (2022) haciendo referencia a Ayman Az Zawahiri, líder de Al Qaeda asesinado días atrás por tropas estadounidenses:

El asunto del siglo, o los cruzados a través de los siglos. De acuerdo con sus ideas de siempre, «la agresión de los cruzados» contra el islam sigue teniendo hoy el mismo carácter y su respuesta se asienta sobre el monoteísmo («tawhid») y ha de consistir en la yihad hasta lograr el triunfo de la verdadera fe.

Y así es como la invitación a la doctrina de los salafistas, wahabistas o takfiríes finalmente comienza a generar adeptos, principalmente cuando las corrientes tradicionales no logran objetivos como la lucha contra aquellos que imponen valores ajenos al islam en territorios musulmanes o que buscan «mancillar» o irrespetar los principios religiosos. Incluso los alcances de la dawah islamista llegan a los países occidentales, principalmente europeos donde algunas conversiones son realizadas por imanes radicalizados y forman a los nuevos creyentes bajo los dogmas del radicalismo, donde después incluso son exportados para acciones dentro de la «yihad global».

Un ejemplo de esto es el análisis realizado por Antúnez (2021) acerca de la amenaza a la seguridad por parte de los españoles conversos al islam a través de redes vinculadas con el Estado Islámico (DAESH), mencionando a Ortega (2020) señala:

El 16 de diciembre de 2020, también agentes de la CGI detenían en el municipio madrileño de Las Rozas a José, un ciudadano español de 37 años, por un presunto delito de auto adoctrinamiento y enaltecimiento del terrorismo. José, que vivía en una casa ocupada en dicha localidad, es un converso a la fe musulmana que había sufrido un fulgurante proceso de radicalización, a través del consumo de contenidos de carácter yihadista en Internet, y que planeaba desplazarse a Siria y sumarse a los últimos remanentes del Dáesh.

No se trata solo de algo que afecte a los conversos al islam, también ocurre con musulmanes viviendo en países occidentales; principalmente europeos que se ven radicalizados por la falta de oportunidad de integración, sin embargo, el rechazo del entorno los ha llevado a adoptar posiciones más cercanas a la religión y terminan siendo «invitados» por grupos radicales y optando por la vida del purismo religioso hasta la radicalización. Tal y como lo menciona Stefano Bonino, de la Universidad de Durham, experto en la propagación del islam en Reino Unido, para una nota de la BBC (Hola, C. 2014).

El peligro no está solo en la radicalización del pensamiento, sino en el caldo de cultivo en que esta interpretación se transforma y cómo eventualmente puede afectar a las comunidades islámicas que no tienen posiciones asociadas con este tipo de organizaciones o de pensamientos. Y cómo estos dogmas son tergiversados también para el ideario islamista, por cuanto su posición es más de corte político y menos a favor de la enseñanza de los valores del islam, que son mucho más profundos que algunos términos desviados de su fuente original, pero para esto se necesitarán muchas más columnas futuras.

Notas

Antúnez, J. (2021). Los españoles conversos del DAESH: ¿una amenaza a la seguridad? Global Strategy.
Hola, C. (2014). ¿Cómo llega un joven occidental a convertirse en yihadista?. BBC.
León, J. (2018). La yihad y el tratamiento de la guerra en el Corán. Deusto Journal of Human Rights.
Ortega Dolz, P. (2020) Detenido un presunto yihadista en Madrid. El País.
Zapata, J. (2002). El islam: Dios, el concepto de yihad y el diálogo entre civilizaciones. Theologica Xaveriana (141).