Cuando le pregunté a Nairo Quintana si le interesaba ocupar un cargo directivo en el ciclismo colombiano, no respondió sí o no. Me recordó sus esfuerzos por apoyar el deporte en Colombia, como las escuelas en Boyacá, o sus declaraciones contra la mala gestión de las personas a cargo, como las críticas contra la Federación Colombiana de Ciclismo por el mal manejo de los juveniles. Yo elijo creer que, llegado el momento, se animará a dirigir; porque en la rueda de prensa que tuvo en Ciudad de México para presentar el Gran Fondo Nairo México, que se realizará en San Luís Potosí del 21 al 23 de octubre de este año, demostró que tiene claras las posibilidades que ofrece organizar este tipo de eventos: turismo, deporte, comercio y seguridad.

El presidente municipal de San Luis Potosí, Enrique Galindo, también lo tiene claro: entre más se invierta en deporte, menos dinero se va en seguridad y salud. Por eso apostó por organizar un evento que convoque a nivel internacional —porque si algo nos ha demostrado @NairoInGreen es que al ciclista de boyacense lo siguen en todo el mundo—, hace parte de su estrategia de reactivación económica para enfrentar lo que ha causado la pandemia. El Gran Fondo Nairo México será la primera ocasión en que la carrera salga de Colombia, un experimento que de momento ha logrado captar la atención de empresarios que se comprometieron a pagar inscripciones y animó a varios potosinos a pensar en la compra de una bicicleta: no pueden llegar sin entrenar. Se esperan entre tres mil y cinco mil participantes.

San Luis Potosí es una ciudad de un millón de habitantes que siente el ciclismo. Allí está ubicada la fábrica de Bicicletas Mercurio, empresa mexicana con 55 años en el negocio. Además, algunos mexicanos ya me han dicho que por San Luis se podía ver gente rodando, en grupos; por eso no fue sorpresa que durante la presentación del Gran Fondo Nairo México, el ciclista colombiano supiera que un niño allí se llamaba Nairo en su honor; el segundo fuera de Colombia según mis escuetas cuentas: en Informe Robinson supimos de un Nairito francés.

Hasta ahora no se han confirmado los nombres de los «amigos de Nairo» que acompañarán en el evento al ciclista colombiano con más victorias (51) de la historia —título que está en plena disputa con el velocista Fernando Gaviria, que tiene dos menos—. Lo que sí está en proceso es la primera escuela de Nairo Quintana para ciclistas en México, un proyecto que le brindará el espacio a quienes se interesen por acercarse más a este deporte. Porque Nairo, que tiene claro su Gran Fondo, entiende que esto es un evento amateur, para disfrutar en familia, rodar y enviciarse más con la bicicleta. Tal vez de aquí surja esa semilla que ponga en Europa a otro mexicano como Raúl Alcalá, regiomontano que ganó etapas en Francia, Italia y España.

Tal vez el reto más importante del Gran Fondo Nairo México es asegurar que la apuesta por vincular a los niños al deporte se mantenga en el tiempo, por eso tendrán un día dedicado especialmente a ellos. Nairo ve voluntad por parte del gobierno de San Luis Potosí, algo que no ha notado en Colombia; el presidente municipal quiere que una ley deje claro el camino para quien venga después. Ojalá en Colombia más ciudades se encomienden a los escarabajos.