Las respuestas más comunes que he escuchado son: talento, exitosos, estrellas, ganadores, títulos, millonarios, medallas, fama, esfuerzo, sacrificio, etc. Esas son las respuestas más típicas que me han dicho, y claro estoy de acuerdo con la mayoría, pero la perspectiva que no siempre vemos es que un selecto grupo de atletas tienen una mentalidad diferente, y es que estos tienen mentalidad de empresarios.

¿A qué me refiero con esto? El grueso de los deportistas, es decir, el promedio de ellos, tienen mentalidad de empleados. Aclaro que en ningún caso quiero denigrar a todos los que deciden dedicarse a ser empleados, de hecho, todos los deportistas son empleados de una forma u otra, de algún equipo, marca y/u organización. El tema en cuestión es la forma de pensar y tomar decisiones.

Un empleado espera que le paguen todo, formaciones, seguro, vacaciones y hasta colegiatura de los hijos, solo por dar algún ejemplo. En cambio, un empresario sabe que la única manera de obtener esos beneficios es con trabajo e inversión.

En el mundo del deporte, la mayoría de los atletas esperan que los equipos donde juegan, o los agentes que los representan, sean los que paguen todo, desde suplementos nutricionales, tratamientos con fisioterapeutas, preparación física adicional y cualquier otra cosa que pueda aumentar mejorar rendimiento. Pero hay un grupo exclusivo que ha entendido que el rendir más que el común de los deportistas es una decisión personal. Estos entienden perfectamente que son ellos los que deben invertir de sus propios recursos lo que sea necesario para ir al máximo nivel de sus capacidades; saben que mientras mejor rindan, mejor les irá y, en consecuencia, obtendrán ganancias que para el resto de los mortales solo lo pueden definir en una sola palabra: es que tienen más talento. Pero no es solo talento. El esfuerzo es importante, pero saber donde hay que esforzarse es lo que marca la diferencia.

En el año 2019 me encontraba en Torino de vacaciones y el capitán de la selección de Venezuela Tomás Rincón me invitó a que lo acompañara a un centro deportivo donde él, dos veces a la semana, iba para tener sesiones de crioterapia pagadas por el mismo para llegar a tope el fin de semana a los partidos que tendría en ese momento que jugaba en el Torino de la Seria A de Italia. Lo curioso de esto es que Tomás me presentó al dueño del centro y este nos contó que la gente que trabaja para Cristiano Ronaldo iba todas las semanas a su negocio para comprar nitrógeno líquido, pues Cristiano tiene su propia máquina de crioterapia en su casa y la usa dos veces al día. No es casualidad los resultados que ambos tienen en su carrera, Tomás tiene 14 temporadas consecutivas jugando en primera división en el fútbol europeo, y Cristiano Ronaldo, pues ya saben. Ambos con mentalidad de empresario para invertir en ellos mismos.

Hace poco me enteré, escuchando un programa del afamado periodista, comentarista y analista deportivo colombiano Carlos Antonio Vélez, de como los brasileños del Real Madrid: Éder Militão, Rodrygo Silva de Goes y Vinícius Júnior habían tenido una subida fantástica en su rendimiento para darles una grandiosa temporada 2021-2022 con su equipo ganando la Liga y la Champions League. Pues los tres, cada uno por su cuenta, habían contratado desde un preparador físico personal, que los acompañaba hasta en las vacaciones, nutricionista y Coach Mental. En el caso de Rodrygo con el coach mental Joel Jota. Todos ellos invirtiendo por su cuenta para su propia empresa, o sea ellos mismos. El cambio de los tres futbolistas en este último año fue descomunal, y ya vemos que no es casualidad.

El común de los deportistas, si leen esto, siempre saldrán diciendo que por supuesto ellos si pueden contratar a profesionales externos porque ganan millones, pero al final son puras excusas. Pues hay profesionales de distintos niveles y precios, la clave es la mentalidad, ya que el común gasta y no invierte. El éxito deja pistas, la clave es que estés dispuesto a seguir esas pistas.

Después que Lebron James perdiera con su Miami Heat la final de la NBA contra los Dallas Mavericks en la temporada del 2011, este se reúne con su preparador físico personal Mike Mancias para hacer análisis y conclusiones de la temporada que acaba de terminar. Dando como resultado el perfeccionamiento de sus 5 Pilares del éxito:

  1. Fuerza y condición física.
  2. Medicina deportiva y entrenamiento.
  3. Nutrición.
  4. Recuperación.
  5. Preparación mental.

En muchos medios deportivos reconocidos se dice que Lebron invierte más de $ 1.5 millones de dólares al año en toda su preparación personal, que incluyen los 5 pilares. Una vez más queda demostrado que tener una mentalidad de empresario e invertir en sí mismo termina siendo el factor X de los mejores atletas del mundo, pues el alto rendimiento que ha demostrado Lebron a lo largo de su carrera no es cuestión solamente de talento. Así que ¿Mentalidad de empleado o empresario?