Los venezolanos estamos tan orgullosos de nuestras arepas que ahora un gentío puede disfrutarlas en cualquier lugar del planeta. La arepa es el pan de Venezuela, pero es mucho más que un acompañante de comidas. Con alguno de sus diferentes rellenos, ella sola puede convertirse en un suculento desayuno, almuerzo o cena. Es un plato que puede gustar a muchos, independientemente de la nacionalidad que tengan o en el lugar donde se encuentren. La arepa se ha convertido, además, en importante fuente de ingreso para venezolanos dentro del país y muchos migrantes que están residenciados alrededor del mundo. El amor por Venezuela y sus tradiciones, la excelencia, la perseverancia, el talento, el esfuerzo, el coraje, la esperanza y la pasión que le entregan a su trabajo son virtudes de estos hacedores de arepas.

La arepa se hace con masa de maíz -blanco o amarillo- molido o con harina de maíz precocida. Originalmente se hacían con maíz pilado, un proceso artesanal laborioso, cocinando los granos de maíz con sal y triturándolos o moliéndolos para obtener la masa y hacer la arepa. La harina precocida se utiliza desde la década de los sesenta mezclada con agua y sal. La más conocida, Harina PAN, se produce desde hace algunos años también en Colombia y Estados Unidos, y se consigue en más de 90 países. La textura de las arepas y sus sabores varían según los ingredientes que se usen o las formas de cocinarlas.

Durante los últimos años, muchos se han atrevido a hacer originales mezclas con las masas y, es por eso, que encontramos arepas con diferentes colores, elaboradas con remolacha, cilantro, yuca, trigo, afrecho o lo que a su paladar se le ocurra. Nadie puede resistirse ante las arepas tradicionales favoritas: las asadas en budare; las fritas, dulces y abombadas -con semillas de anís y melado de papelón-; o las que se hacen con chicharrón de cochino.

A diferencia de las típicas arepas de los colombianos, generalmente las nuestras se rellenan. Estas reciben nombres graciosos según lo que llevan adentro. Se identifica a la que no tiene relleno como «la viuda», mientras que «la catira» es la que tiene queso amarillo rallado con pollo desmechado, «la pelúa» es la que lleva queso amarillo rallado y carne mechada, «la rompe colchón» con pulpo, calamar, pepitonas y camarones; y «la dominó» que lleva adentro caraotas negras y queso blanco rallado. La más famosa es «la reina pepiada» que lleva un relleno elaborado con pollo desmechado, mayonesa y aguacate. Cuenta la historia que «la reina pepiada» fue hecha por primera vez en honor a la primera Miss Mundo venezolana, Susana Duijm. Existen infinitos nombres para las arepas y sus rellenos.

¡Donde vamos, las llevamos!

Según la ACNUR (Agencia de la ONU para los Refugiados), más de 5.4 millones de venezolanos están en otros países, regados en los cinco continentes. Muchos se han marchado por los acontecimientos políticos y socio-económicos, y al llegar a otros países han desarrollado sus proyectos culinarios.

Uno de los negocios de arepas más exitosos fuera de Venezuela es The Arepa Republic, en Toronto, Canadá. «Un pintoresco camión de comida amigable y muy profesional, que sirve con pasión platos venezolanos increíbles, saludables y deliciosos a una maravillosa multitud de personas acogedoras en el área de Toronto». Luis Manuel Córdoba y su esposa Verónica Hernández, lo fundaron en el año 2015, tienen también un local y dicen que el motivo más poderoso para vivir en Toronto son sus dos hijos y el deseo de ofrecerles un futuro mejor. Entre sus arepas emblemáticas figuran la «reina pepiada» –con pollo cremoso y aguacate-, la «rumbera» –con pulled pork a la venezolana y su original mayo con ajo- y la de «pabellón» –con carne mechada, caraotas negras cocidas a fuego lento, plátano maduro frito y queso blanco rallado-. Acompañan las arepas en el menú con tequeños, empanadas y con bebidas venezolanas: malta, colita o papelón con limón.

En Caracas, al vacío y por delivery

En el 2020, en plena pandemia, y después de pasar por unos meses muy difíciles en su vida, Edgardo Morales lanzó al mercado caraqueño una original línea de arepas de maíz pilado elaboradas por el mismo. Las arepas con la etiqueta de La Sifrina vienen refrigeradas en empaques al vacío y los clientes pueden adquirirlas junto con paquetes de rellenos muy sabrosos. Las masas de estas arepas son plain, de semillas, de zanahoria y cúrcuma, de espinacas y albahaca, y de remolacha. Para escoger hay cinco guisos: el de reina pepiada (el favorito), el de cazón, el caraqueño, el de carne mechada y el de caraotas refritas con coco. Como si fuera poco, la gente puede acompañar sus arepas con el criollo o el suero, dos picantes suaves que dan un toque sublime a la experiencia.

La Sifrina solo funciona con productos empacados al vacío, por encargo o bajo pedidos y por delivery. Los comensales pueden congelar las arepas o enseguida calentarlas en air fryer, horno o budare. Cuenta Morales con satisfacción, que La Sifrina crece. Promete para dentro de poco tiempo, una nueva arepa con un guiso ideal: chicharrón con pollo y piquillo. No todo ha sido fácil para Morales, pero con entusiasmo, esperanza y su perseverancia ha logrado vencer los mayores obstáculos.

El cacao, el café, el cocuy, el ron, junto a las arepas, el pabellón, las hallacas, los tequeños, las cachapas, el pastel de polvorosa y el asado negro, forman parte importante del patrimonio gastronómico de Venezuela. Entre los mejores embajadores alrededor del mundo se encuentran todas aquellas personas que de alguna manera comparten, transmiten y enseñan con pasión y orgullo la cultura culinaria de nuestro país.