Hace unos años estaba pasándolo muy mal. Quería irme a donde nadie pudiera molestarme. Para mi sorpresa no era el único, hay un síndrome y una página web.

Aunque es algo recurrente, algunos, de vez en cuando, queremos desaparecer e irnos a ningún lado, dejarlo todo, bla, bla, bla. Lo que en realidad buscamos es un lugar físico en el que dejemos de tener la presión del día a día, la pesadumbre de lo cotidiano: el trabajo, la familia, los problemas, las cosas que se rompen, los gastos, el teléfono, los molestos que no te dejan en paz.

Lista de países

De golpe y de rebote encontré una clasificación de países en Wikipedia. Si buscan un país y le dan a la tecla del puesto que ocupa en el mundo, les aparece el ranking completo. A mí esas cosas me encantan. Acá les dejo la lista por si quieren echarle un ojo.

Islas Pitcairn

Así que lo primero que hice fue buscar la clasificación por población y, oh, sorpresa… ¡Hay un país (colonia) que tiene solo 50 habitantes! Las Islas Pitcairn son un pintoresco lugar donde pueden ir a perderse en medio de la (casi) nada.

Me puse a leer sobre este lugar paradisíaco y no es tan paradisíaco… Tienen que trabajar, son unas siete familias, así que tendrán sus quilombos y sus cosas. Seguí dándole vueltas, ¿dónde ir? El lugar tiene que estar realmente perdido en medio de la nada. Navegando y navegando (yo de manera virtual, ya saben que con la covid no se puede salir a ningún lado de forma física) encontré una salida. Esta islita inglesa está al límite del abismo, de lo que llaman «polo de inaccesibilidad»…

Polos en la loma del orto

El polo de inaccesibilidad del Pacífico es un punto perdido que dista de cualquier costa en más de 2,600km. ¡El paraíso para el que quiere irse a la loma del orto! No hay tierra, ergo, no hay ni una palmera ni un cocotero a más de dos mil seiscientos kilómetros a la redonda. Ni una islita ni un continente ni un boludo que venga a molestar queriendo venderles la moto. ¡Paz absoluta!

Pero todo tiene sus inconvenientes, ¿cómo llegar hasta el polo de la loma del orto? Ah, claro, pensaban que iba a ser fácil. No hay nada regalado en la vida. Si no se quieren quedar con una de las siete familias de las Islas Pitcairn, tendrán que comprarse un barquito e irse al polo ese. Y si no les gusta el agua, pues hay una versión terrestre, se llama el polo de inaccesibilidad de Eurasia que es lo mismo pero al revés. Acá la salida al mar (o a una cuenca acuífera) está como mínimo a 2,500km, o sea que, si quieren irse en barco a algún lado, antes tienen que caminar (o ir a lomo de burra o en auto) unos dos mil quinientos kilómetros hasta encontrar el líquido elemento llamado agua.

De Kirguistán a México

A mí me gusta mucho más el primero. Al final, se trata de estar aislado y en Kirguistán no creo que uno pueda estar en paz consigo mismo, aunque nunca se sabe. Dicen que en el norte de México hay una vasta extensión de tierra llamada Zona del Silencio donde no hay nada de nada, ni siquiera las comunicaciones de satélite y radio llegan hasta ahí. Esa es una buena opción.

El síndrome de querer irse a la mierda es, de todos modos, completamente real y más de uno lo ha vivido y más de una vez en la vida. Este artículo es para dar opciones, no todos tenemos que elegir el mismo, después de todo, lo que buscamos es irnos a la mierda, no encontrarnos todos ahí, ¿no?

Abrazo y hasta la próxima.