Mi profesor de Filosofía Política dijo: “Las sonrisas son puentes que nos alejan de nuestra soledad” y efectivamente es así. Imaginaros cuántos encuentros podemos tener en un viaje en metropolitano, jugando con las miradas de los viajeros que se cruzan.

Desde luego el significado más extendido y aceptado de la sonrisa es la expresión de la felicidad: sonreímos cuando estamos bien y sentimos verdadera alegría. Y los beneficios son innumerables. Sonreír mejora tu confianza y credibilidad, tus capacidades comunicativa, aumenta las relaciones con los demás, promueve y fomenta las emociones positivas y suaviza las negativas. Esta más que demostrado científicamente que sonreír es saludable y nos hace sentir y vivir mejor.

Además la sonrisa es contagiosa, ya que genera la misma reacción en la otra persona gracias también a las llamadas “neuronas espejo” que están relacionadas con el comportamiento empático y social que nos lleva a imitar y reflejar la actividad que estamos observando. William Shakespeare dijo: «es más fácil obtener lo que se desea con una sonrisa que con la punta de la espada», ya que gracias a la sonrisa podemos mejorar nuestra credibilidad y así conseguir nuestros objetivos.

Y a todo esto, sonreír es gratis.

Sin embargo, lo que no sabe mucha gente es que hay varios tipos de sonrisa y no siempre están relacionadas con este escenario tan positivo que hemos descrito. El ingenuo que no sabe de comportamiento no verbal dirá que siempre son sonrisas de felicidad. Sin embargo, muchas esconden todo lo contrario.

Paul Ekman, un psicólogo pionero en el estudio de las emociones y su expresión facial, llegó a catalogar más de 20 tipos de sonrisas. Os animo a distinguir cada una para entender las verdaderas intenciones de nuestro interlocutor.

Sonrisa sincera, llamada también sonrisa de Duchenne por el nombre del medico francés que estudió en el siglo XIX el movimiento muscular de este tipo de sonrisa, concretamente involucra la contracción de los músculos cigomático mayor y menor cerca de la boca, los cuales elevan la comisura de los labios, y el músculo orbicular cerca de los ojos, cuya contracción eleva las mejillas y produce las conocidas “patas de gallo”. Por eso la sonrisa verdadera es cuando no solo se sonríe con los labios sino también con los ojos. Este tipo de sonrisa es la verdadera expresión no verbal de la felicidad, es espontánea y genuina y aparecerá cuando estamos expuesto a estímulos placenteros.

Sonrisa falsa, aunque es mejor llamarla “sonrisa social”: no hay una felicidad intrínseca sino que es una sonrisa de compromiso, como cuando encontramos a un amigo y no queremos molestarle con todos nuestros problemas y le sonreímos diciendo «va todo bien». Es como un lubricante social de las conversaciones. Detectarla es muy fácil: no presenta las patas de gallo producidas por el músculo orbicular ya que no suben las mejillas.

Sonrisa amortiguada, hay sentimientos positivos, solo que intentamos esconder la sonrisa o intentar no reírnos porque puede ser que la situación no lo permita. Aquí se aprietan los labios muy fuertes y aparecen también las patas de gallos por la contracción general de la sonrisa.

Sonrisa temerosa y sonrisa triste: estos dos tipos de sonrisa en verdad esconden sentimientos negativos, respectivamente miedo y tristeza. La sonrisa temerosa se detecta cuando los labios están muy contraído y extendido en horizontal, aquí la persona intenta sonreír y disimular otra emoción, sin embargo, tiene miedo; en la triste notamos que las cejas se unen y suben hacia el interior. Este movimiento está demostrado científicamente gracias a Paul Ekman o Stephen Porter: es involuntario, esto significa que aparece cuando de verdad sentimos tristeza, ya que además existe un circuito neuronal en el cerebro que es distinto cuando simulamos una emoción o cuando es verdadera. Estas dos tipos de sonrisas son muy llamativas para nosotros expertos en comportamiento no verbal, porque hay una incongruencia entre lo que la persona dice e intenta simular con la emoción, que de verdad está probando que es una emoción negativa. Es un tipo de sonrisa que puede ser útil para saber qué prueba de verdad la otra persona. Puede ser incluso una señal importante para entender que este sujeto no se encuentra bien y necesita tal vez ayuda. Esto es el objetivo del experto, detectar incongruencia en comportamiento no verbal que el ingenuo no ve.

Sonrisa desdeñosa, es una sonrisa que esconde desprecio hacia nosotros o hacia un argumento que estamos tratando, es un tipo de sonrisa asimétrica solo aparece marcada en un lado de la cara. Esconde un sentimiento de superioridad que siente el interlocutor.

Una sonrisa puede esconder mucho más que felicidad y tenemos que ser capaces de distinguir cuándo la verdadera emoción tiene valencia positiva o negativa para poder actuar de manera congruente con esta.