Nací y crecí en Managua, Nicaragua, en el año de 1993, donde desde temprana edad demostré un inmediato entusiasmo por el deporte. Este interés temprano me llevó a practicar diferentes disciplinas como el baloncesto, el tenis y, especialmente, el fútbol, al cual me enganché de forma inmediatamente tras el Mundial de Corea y Japón en el 2002. Mucha influencia de esto la tiene mi padre, que me transmitió la verdadera pasión del deporte más bonito del mundo.

Desde que era un niño, encontré gran satisfacción en encontrar nuevos futbolistas y analizar las alineaciones de equipos de diferentes países. Mi nivel de obsesión por el fútbol sólo aumentó al conseguir, tras muchos meses de insistencia a mis padres, mi primera camisa de fútbol.

Asimismo, durante mi infancia, comencé a jugar al fútbol en el colegio, donde rápidamente descubrí la emoción que siento por este deporte. Desde entonces, cada recreo y cada momento libre, se convirtieron en una oportunidad para mejorar mis habilidades y entender el juego. A esa edad, ya comprendía el valor del compromiso, la disciplina y el trabajo en equipo, elementos que el fútbol me enseñó desde temprano y que han sido fundamentales en mi desarrollo personal.

Ya en mi adolescencia, decidí estudiar Marketing y Publicidad. Durante dos años, tuve la oportunidad de formar parte del equipo de la universidad. Fueron días inolvidables, en los que descubrí lo que realmente significa ser parte de un vestuario, compartir esfuerzos con un grupo y luchar hasta el final. Sin embargo, el destino me puso frente a uno de los desafíos más duros de mi vida al sufrir dos roturas de ligamentos cruzados. Fueron lesiones que no solo frenaron mi camino deportivo, sino que también dejaron una huella profunda en mi vida. A pesar de ello, esas experiencias me forjaron en carácter, me enseñaron a levantarme y me reafirmaron que la verdadera pasión encuentra siempre nuevas formas de expresarse.

Durante mi recuperación, empecé a escribir mis primeros artículos y a participar en programas deportivos en una radio local y rápidamente me di cuenta que quería dedicarme al periodismo deportivo.

En el 2016, me mudé a Madrid, España, para estudiar un Máster en Comunicación y Periodismo Deportivo en la Escuela Universitaria Real Madrid, convirtiéndome en el primer nicaragüense en formar parte de esta prestigiosa institución. Durante mis estudios, tuve la inigualable oportunidad de realizar mis prácticas profesionales en el departamento de comunicación del club, una experiencia que me permitió conocer desde dentro el funcionamiento de una de las entidades deportivas más importantes del mundo. Aquellos días, lo más felices de mi corta vida, marcaron un antes y un después en mi camino profesional.

Después de esa primera gran experiencia, decidí seguir formándome y cursé un segundo máster, esta vez en Periodismo de Agencia en la Agencia EFE, la principal agencia de noticias en español a nivel mundial. En ese año, tuve el privilegio de trabajar en el departamento de Deportes en Madrid, donde escribí sobre todo tipo de disciplinas deportivas. Fue una etapa única, en la que tuve la fortuna de aprender de periodistas veteranos cuya trayectoria me enseñó no solo las herramientas prácticas del oficio, sino también los principios fundamentales que lo sustentan: la precisión, la ética y la búsqueda constante de la verdad. Durante ese tiempo, desarrollé habilidades en la realización de entrevistas y en la cobertura exhaustiva de partidos y eventos de diferentes deportes, vivencias que consolidaron mi pasión y me ayudaron a forjar una mirada crítica y comprometida con el periodismo.

Felizmente, casi diez años después de haber tomado aquel avión hacia una ciudad donde no conocía a nadie, sigo viviendo en Madrid. Venir aquí fue la mejor decisión de mi vida; una ciudad que considero, sin duda alguna, la mejor del mundo, llena de oportunidades, pasión y vida. Hoy tengo la suerte de escribir para Meer, un espacio por el que estoy profundamente agradecido, y estoy más que preparado para contar historias sobre lo que más me apasiona : el fútbol.

Espero que los lectores deportivos de Meer disfruten cada palabra, tanto como yo disfruto contándolas. Este es solo el comienzo de un camino que me impulsa a seguir aprendiendo, creciendo y entregando lo mejor de mí.