Lulu, Zanele, Zandile, Savannah (2025), una nueva obra encargada para la escalera del ICA Miami, es una instalación monumental del artista sudafricano Igshaan Adams, que consta de cuatro tapices y un grupo de "nubes de polvo" suspendidas del artista, hechas de alambres cuidadosamente retorcidos y otros materiales cotidianos reutilizados. En el ICA Miami, los tapices de Adams se colgarán verticalmente a lo largo de la escalera de cincuenta pies del museo, lo que dará como resultado una resplandeciente cascada que permite vistas panorámicas de todo el edificio
La obra de Adams se inspira en la historia del tejido colectivo, motivos ornamentales de tradiciones híbridas, el bordado tradicional con cuentas y la revalorización de materiales cotidianos. Sus luminosos tapices están tejidos con hilos de colores intensos y contrastantes, creando formas que evocan vistas aéreas de un paisaje. Repletos de detalles visuales y materiales, los tapices incluyen cadenas ornamentales, encaje y flecos, y están tachonados con multitud de cuentas sobre las que rebota la luz, haciendo que sus superficies brillen. Los cuatro tapices que componen Lulu, Zanele, Zandile, Savannah, en particular, marcan un nuevo rumbo en la práctica de Adams, que implica que bailarines actúen sobre los tapices y los marquen antes de bordarlos con cuentas. La memoria de la danza y de los movimientos del cuerpo por el mundo constituyen la base de estas obras.
Las “nubes de polvo”, que Adams suspende delante y alrededor de los tapices, añaden una rica dimensión escultórica al proyecto y, además, encierran sutiles alusiones. Si bien sugieren fenómenos meteorológicos y modelos del espacio cósmico, también representan los alegres encuentros de cuerpos danzantes, el zapateo rítmico que genera intensas vibraciones en el aire. Estas “nubes” no solo aluden a los bailes y festividades populares de la infancia del artista en Sudáfrica, sino también a los derviches giróvagos del sufismo, una rama mística del islam que ha fascinado a Adams durante mucho tiempo y que ha investigado a fondo. Uno de los principios fundamentales del sufismo es que el cuerpo es un conducto de fuerzas divinas y que la imaginación da forma momentánea al campo vibracional de la realidad, desafiando clasificaciones, como las de género o etnia, que se basan en la restricción y el cierre. Las “nubes de polvo” de Adams son una consolidación momentánea del gozoso intercambio humano.
















