En las cumbres de las montañas sureñas del Perú, pasados los 3000 metros sobre el nivel del mar, encontramos a Choquequirao, antigua ciudadela incaica, que muchos estudiosos consideran la hermana sagrada, aún no explorada, y, sin puesta en valor; de la mundialmente famosa Machu Picchu.
Su nombre deriva de dos vocablos chuqui (aymara) que significa oro y k’iraw (quechua) que significa cuna. Unidas ambas palabras, Choquequirao quiere decir “cuna de oro”. Este nombre hace referencia al esplendor de las rocas metamórficas con las que se cimentaron las estructuras de la ciudadela y a la leyenda de un tesoro escondido en la zona; este sitio arqueológico es uno de los más impresionantes del imperio incaico y, a la vez, uno de los menos conocidos; por ende, menos frecuentados.
Historia e importancia
Construcción
Edificada durante el gobierno de los últimos gobernantes incas, probablemente bajo el reinado de Pachacútec o Túpac Inca Yupanqui, se sugiere que Choquequirao fue un centro político, administrativo y religioso. Su estratégica ubicación sobre el cañón del río Apurímac sugiere que también tuvo importancia militar. Presumiblemente también haya sido usada como garita de control para y acceso a la zona de Vilcabamba, que conectaba la selva con importantes centros como Machu Picchu y Písac.
Símbolo de resistencia
A Choquequirao se le considera como uno de los últimos bastiones de resistencia y refugio de los Incas; por órdenes de Manco Inca, abandonaron Cusco para esconderse en la región de Vilcabamba. Fue en esta zona donde los llamados Incas de Vilcabamba resistieron el embate de los españoles desde 1537, hasta la captura y ejecución de Tupac Amaru I (último descendiente de estos gobernantes) en 1572.
Referencias en la época virreinal
El español Juan Arias Díaz Topete fue el primer explorador en brindar noticias de una ciudadela llamada "Chuquiquirau" en el año de 1710.
Para el año de 1768, se tuvo la primera referencia escrita de Choquequirao, cuyo autor fue Francisco Antonio Cosme Bueno y Alegre, sin embargo, la documentación fue puesta de lado y echada al olvido por las autoridades y el público en general. En 1790, Pablo José Origaín menciona en su Compendio de Noticias Geográficas del Cuzco, a una ciudad despoblada desde la antigüedad con el nombre de Choqequirau.
Redescubrimiento y restauración
El prefecto del Cuzco, José María Tejada viaja en 1834 a la ciudadela atraído por las leyendas sobre sus tesoros; así mismo, tres años más tarde, el diplomático francés Léonce Angrand cartografió el lugar, pero sus mapas fueron también puestos al olvido.
En el año 1909, el estadounidense Hiram Bingham y un grupo de acompañantes visitaron Choquequirao y realizaron una descripción minuciosa del sitio; así, la ciudadela adquirió mayor atención. Las primeras excavaciones comenzaron en la década de 1970; para 1986, se hacen estudios intensivos y un plan de restauración del sitio. Actualmente, se calcula que el 30% del complejo (el total son 1810 hectáreas), ha sido desenterrado y puesto en funcionamiento para el turismo; se preveía la finalización de la restauración para el 2011, tardando aún más el estudio y comprensión de su legado histórico.
Arquitectura inca en estado puro
El complejo arqueológico cubre un área de más de 1800 hectáreas, aunque solo una pequeña parte ha sido excavada. Las construcciones están hechas con piedra pulida y muestran el clásico estilo inca: terrazas agrícolas, templos, plazas ceremoniales, canales de irrigación y viviendas. Los elementos más fascinantes son las terrazas decoradas con llamas blancas, hechas con piedras de color claro incrustadas. Estas figuras, únicas en su tipo, resaltan la conexión sagrada entre el mundo natural y la cosmovisión incaica. Choquequirao se compone de nueve sectores entre los que figuran:
Sector I: Plaza principal superior, edificios y fuentes anexos (Hanan).
Sector II: Almacenes y depósitos (Qolqas) y “Escaleras gigantes”.
Sector III: Haucaypata, casas de los gobernantes y kallankas.
Sector IV: Templo del muro triunfal y corrales sagrados.
Sector V: Ushnu ceremonial.
Sector VI: Templo de los sacerdotes.
Sector VII: Andenes monumentales o andenes sagrados.
Sector VIII: Andenes de las llamas del sol.
El entorno de Choquequirao es muy megabiodiverso. Todas las especies se han aclimatado al lugar, pese a las variaciones de temperatura (soleado diurno a inclementes heladas nocturnas). La fauna de la zona está compuesta por cóndores, zorros, tarukas, vizcachas, osos, picaflores, zorrinos, pumas y el gallito de las rocas (ave nacional del Perú). Por otro lado, en la flora destacan el ichu, helechos gigantes y orquídeas como la waqanki, así como también más de 500 especies de árboles.
El futuro de Choquequirao
El gobierno peruano ha planteado la construcción de un teleférico para facilitar el acceso a Choquequirao, lo que podría multiplicar el número de visitantes. Sin embargo, esto ha generado debates entre quienes apoyan el desarrollo turístico y quienes temen que se pierda la magia del lugar. Pese a ello, se tiene previsto para mediados del 2025, se realice el concurso público para dicha obra.
¿Cómo llegar a Choquequirao?
A diferencia de Machu Picchu, llegar a Choquequirao requiere una buena dosis de aventura. No hay trenes ni caminos fáciles, por el momento, el acceso es a pie. La ruta más popular parte del pueblo de Capuliyoc, en la región de Cusco, y consiste en una caminata exigente de 4 a 5 días (ida y vuelta), cruzando el impresionante cañón del Apurímac. Este aislamiento es precisamente lo que le da su encanto: quienes se atreven a emprender la travesía son recompensados con una experiencia mucho más íntima, rodeados de naturaleza y lejos del turismo masivo.
Ruta por Cachora: Es la más popular y accesible. Se inicia en el pueblo de Cachora, desde donde se toma un transporte hasta el mirador de Capuliyoc. Luego, comienza una caminata de aproximadamente 4 días (ida y vuelta), pasando por Playa Rosalina, Marampata y finalmente llegando a Choquequirao.
Ruta por Huanipaca: Menos transitada, pero más corta y exigente. Se parte desde Huanipaca y se desciende hasta la Playa San Ignacio, a orillas del río Apurímac. Desde allí, se inicia el ascenso hacia Choquequirao. Esta ruta puede completarse en unos 3 días.
Ruta por Santa Teresa: Es la más larga y menos común. Se llega primero a Machu Picchu y luego se dirige a Santa Teresa. Desde allí, se toma un transporte hasta Yanama y se inicia la caminata hacia Choquequirao. Puede tomar alrededor de 12 horas de trekking.
Cada ruta tiene su propio encanto y nivel de dificultad. Las rutas hacia Choquequirao son desafiantes y requieren buena condición física. Aquí te explico los principales factores que influyen en la dificultad:
Duración y distancia: La caminata suele durar entre 4 y 5 días, dependiendo del ritmo y la ruta elegida.
Senderos empinados: Hay constantes ascensos y descensos, algunos bastante pronunciados, lo que exige resistencia.
Terreno y clima: El camino puede ser rocoso y resbaladizo, especialmente en temporada de lluvias. En época seca, el polvo puede dificultar la marcha.
Altitud: Choquequirao se encuentra a unos 3,030 metros sobre el nivel del mar, lo que puede afectar a quienes no están acostumbrados a la altura.
Preparación física: Se recomienda entrenar al menos 3 meses antes para mejorar la resistencia y evitar complicaciones durante el trekking.