El café y yo: una historia de amor en los Andes
Viajar es mucho más que visitar ruinas, tomar fotos y recorrer paisajes únicos. Es también una excusa perfecta para perderse en los rincones locales y descubrir esos lugares que se sienten como un abrazo. Durante mi última aventura en Cusco, decidí que mi misión sería explorar sus cafeterías, esos espacios donde los sabores locales se mezclan con la creatividad y el calor humano. Desde el primer sorbo hasta el último bocado, cada café me llevó por un viaje distinto, lleno de historias y momentos inolvidables.
Jack’s Café: tu refugio para la aclimatación
Llegué a Jack’s Café el primer día en Cusco, cuando mi cuerpo todavía intentaba acostumbrarse a la altura. Necesitaba algo reconfortante y una deliciosa sopa del día fue mi salvación. La acompañé con un jugo fresco que me devolvió las energías. Aunque no probé mucho de su carta, pude notar que tenía una variedad interesante, incluyendo opciones vegetarianas y veganas. Este es el tipo de lugar al que regresaría en una próxima visita para explorar más a fondo su menú.
Florencia y Fortunata: café de especialidad, visibilizando a las mujeres del café
Luego de aclimatarme un poco, mi siguiente parada fue Florencia y Fortunata, un espacio que parece sacado de un cuento. Me gustó tanto que lo visité dos veces. Este café tiene un encanto especial, con detalles en su decoración que lo hacen acogedor y único. Pero más allá de su estética, lo que más me sorprendió fue su filosofía: buscan visibilizar el trabajo de las mujeres en el mundo del café de especialidad. Trabajan directamente con productoras o a través de intermediarios, y la atención en la cafetería es completamente dada por chicas.
En mi primera visita, estaba algo descompensada y, la barista al notar mi malestar me preparó un mate de coca sin que lo pidiera. Este gesto tan considerado me ganó por completo. Durante mi segunda visita, pedí un latte que acompañé con una deliciosa galleta de pistacho y chocolate blanco que estaba tan buena que decidí comprar otra para el camino en mi viaje de regreso. Florencia y Fortunata no es solo un lugar para disfrutar del café de especialidad; es un espacio que celebra la dedicación y el talento de las mujeres en esta industria.
Plaza Café: el desayuno de los madrugadores
Mi tercera parada fue Plaza Café, ideal para un desayuno temprano. Ubicado en una de las esquinas de la Plaza de Armas, abre desde las 6:30 de la mañana y es una gran opción para empezar el día con energía. Un café caliente y un desayuno sencillo pueden ser todo lo que necesitas antes de aventurarte a sitios como Sacsayhuamán o el Valle Sagrado.
Cicciolina Café: el rey de los sándwiches
Durante mi última noche en la ciudad, mi última parada fue Cicciolina Café, un lugar que combina elegancia y comodidad en el corazón de Cusco. Apenas entré, me envolvió un ambiente de completa sofisticación y relajación. Aquí probé un sándwich de pollo que, honestamente, fue lo mejor de mi día. Con mayonesa de curry, piña y huevo frito, cada mordida era como una sinfonía de sabores. Si eres vegetariano o vegano, no te preocupes: su menú está lleno de opciones que también te harán suspirar. Este lugar es perfecto para disfrutar una tarde tranquila con un buen libro o simplemente contemplar la vida cusqueña.
Recomendaciones para exploradores de cafeterías
Si como yo, disfrutas explorar cafeterías y descubrir rincones con encanto, aquí tienes algunas recomendaciones para sacar el máximo provecho de tu ruta cafetera en Cusco:
Planifica según tu itinerario: Algunas cafeterías como Plaza Café abren temprano, ideales para un desayuno previo a un tour. Otras, como Florencia y Fortunata, son perfectas para una pausa tranquila por la tarde. Recuerda siempre consultar/chequear los horarios de atención ya que algunas suelen cerrar algo temprano.
Consulta las especialidades: Pregunta por las bebidas más populares de cada lugar. Desde un latte con café de especialidad hasta una sopa reconfortante, cada cafetería tiene su propia estrella culinaria.
Prueba algo nuevo: Anímate a salir de tu zona de confort. El sándwich de pollo con mayonesa de curry en Cicciolina Café fue una de las mejores decisiones de mi viaje. Eso sí, cada quien tiene una opinión diferente. Para mí fue una experiencia pero, para ti, quizá es diferente.
Lleva un recuerdo: Muchas cafeterías venden granos de café locales o postres como las galletas de pistacho y chocolate blanco de Florencia y Fortunata. Inclusive pueden vender merch, si es lo tuyo, entonces es el lugar para to. Son perfectos para revivir la experiencia en casa.
Apoya a las iniciativas locales: Opta por lugares que promuevan valores como el trabajo con productores locales o, como en Florencia y Fortunata, el empoderamiento de las mujeres en el mundo del café. Ten en cuenta que esta es una opinión basada en uno de los lugares que visité.
Disfruta el momento: Tómate tu tiempo para disfrutar del ambiente, la música y la gente. Estos pequeños detalles hacen que cada visita sea única.
Cusco y su magia cafetera
Cada una de estas cafeterías me regaló una experiencia única y me mostró un lado diferente de Cusco. Si bien la ciudad es conocida por Machu Picchu y sus maravillas históricas, también tiene una escena cafetera que merece ser explorada. Así que, si estás planeando un viaje a esta mágica ciudad, no te olvides de incluir una ruta cafetera en tu itinerario. Te prometo que cada sorbo y cada bocado serán tan memorables como los paisajes y las aventuras que vivas en Cusco.