Llevaba tiempo pensando en redecorar mi casa. Muchas webs de inspiración más tarde me di cuenta de lo que me gusta y lo que no, teniendo en cuenta que mi piso es pequeño, el presupuesto reducido y las ansias de darle un cambio radical son enormes. Durante varios días buscando soluciones estéticas, prácticas y que no supusiesen grandes reformas (ni pequeñas tampoco), empecé a plantear la importancia de adaptar cada espacio no solo a mi gusto sino también a mis necesidades.

Me di cuenta que en mi mente repasaba los cientos de house tours, room tours, setups estéticos y vídeos que enseñan las últimas novedades para pisos techie, que están fomentando la fiebre por el interiorismo entre las generaciones más jóvenes. Estos mismos jóvenes que trabajan en remoto, son streamers, influencers o youtubers de tecnología y sus casas son un lienzo en blanco esperando a ser decorado.

Las tendencias en decoración de la generación Z

Para los Z cada espacio es una expresión de su identidad y forma de ser. El diseño de cada habitación se centra en la personalización, en gritar quién eres y cómo ves la vida. Cada lugar tiene un objetivo práctico, pero sobre todo estético. Cada rincón, por insignificante que sea, dice algo. Y no solo para lucir bien en persona sino también para servir de background en las pantallas.

1. Conexión tecnológica

La Generación Z ha nacido en un mundo digital y esto influye en sus preferencias y expectativas. La tecnología es esencial en su vida diaria y el diseño de interiores debe reflejar esta conexión. Desde entradas USB integradas en el mobiliario hasta sistemas de iluminación controlados por apps. Todo está orientado al confort y a la funcionalidad. Y, la verdad, también a la vagancia, porque levantarse para apagar la luz en medio de una noche de pelis, da mucho bajón. Eso es así.

De hecho, hablando de cine, las pantallas grandes y los sistemas de sonido envolventes son un must-have para una experiencia multimedia óptima. Yo también estoy en busca de una buena televisión que me permita disfrutar todavía más y mejor de mis plataformas de streaming favoritas. Solo me falta que sea a prueba de gatos.

2. Espacio personal vs. espacio de trabajo

Son muchas las personas que trabajan desde casa, por lo que los espacios de estudio y trabajo en el hogar son esenciales. La Generación Z busca áreas de trabajo cómodas y bien equipadas, con escritorios ergonómicos, sillas ajustables y una conectividad sólida para sus dispositivos.

Eso sí, es importante separar estos ambientes para descansar la mente y poder desconectar. Lo ideal es tener una zona delimitada para tu home office y que no entre en conflicto con tu vida personal, permitiéndote una conciliación real aunque trabajes o estudies desde casa.

De hecho, en cuanto a decoración, cada vez es más frecuente que este despacho en casa tenga una estética bastante diferente a la del resto de los ambientes. Aquí se estila la iluminación LED de colores, las mesas elevables que te permiten intercalar el trabajar sentado y de pie y las innumerables pantallas que puedes albergar para desempeñar tus funciones profesionales de la forma más efectiva posible.

Si giro la cabeza veo nuestro escritorio tech lleno de cables y pantallas y la verdad es que no hay lucecitas de colores ni plantas preciosas que salven esta horrible estética. Sin duda, es una zona que está en mi radar para ser reorganizada.

3. Diseño sostenible

Si algo caracteriza al público Z es su preocupación por las causas sociales y medioambientales, siendo la sostenibilidad uno de los puntos sobre los que más conciencia se está tomando en los últimos años.

La elección de materiales y enfoques en el diseño de interiores refleja esta tendencia, con el uso de materia prima sostenible, como la madera recuperada, los muebles reciclados y los textiles orgánicos. Además, se trata de materiales que no solo reducen el impacto ambiental sino que también añaden un atractivo visual especial a los espacios, pues son muebles con una historia detrás.

Por otro lado, al igual que hablábamos de una conexión con la tecnología, para este público también es esencial la conexión con la naturaleza. Por eso, se apuesta cada vez más por diseños biofílicos, que emplean colores naturales, plantas de interior y jardines verticales, que no solo mejoran la estética sino que también tienen como objetivo promover la salud y el bienestar. Yo ya me he comprado 7 plantas para darle ese toque fresco al piso. Solo espero que no se me olvide regarlas.

4. Flexibilidad y multifuncionalidad

La versatilidad es clave para los Z, por eso el diseño de sus interiores se enfoca en la adaptabilidad y la funcionalidad para satisfacer las cambiantes necesidades del mundo que les rodea.

Aquí, los muebles modulares son una apuesta segura, además de una tendencia creciente. Permiten reconfigurar el espacio fácilmente y esto es muy útil en hogares pequeños (como el mío). De hecho, he redistribuido los muebles del salón al menos 5 veces en lo que va de año y no descarto que haya una sexta. Otra forma de maximizar el espacio sin sacrificar el estilo es incorporando soluciones creativas de almacenamiento como muebles con almacenaje debajo, estantes flotantes y armarios empotrados.

5. Que no falte lo aesthetic

Si tu salón parece sacado de un catálogo de Ikea, Kave Home o Maisons de Monde, o eres más de recurrir a tiendas online como Shein o Temu para decorar tu casa, sin duda lo aesthetic es lo tuyo. Minimal, kawaii, fairycore… Sea cual sea tu estilo, lo estético dicta el diseño de interiores de tu hogar.

De la misma forma ocurre con los colores, que se eligen cuidadosamente para reflejar los gustos y la personalidad de esta generación. Destacan, por un lado, los interiores con colores nude, que pretenden ser neutros y equilibrados y, por otro lado, los interiores de colores brillantes, al estilo pop, que además combinan texturas y patrones muy distintos con el objetivo de crear espacios eclécticos de apariencia única.

El arte y la creatividad son parte esencial del entorno, por eso las paredes se utilizan como lienzos para la autoexpresión artística y los hogares se convierten en galerías de arte caseras.

A menudo, incluso, se incorporan elementos vintage y retro, como muebles de mediados de siglo y objetos de época. Esto agrega un toque nostálgico y una sensación de autenticidad a los espacios. Así, además de apostar por elementos de segunda mano que se customizan con la famosa técnica del DIY (Do It Yourself), se transforma estas piezas en objetos instagrameables que destacan en los interiores más modernos.

Varios moodboards más tarde, me encuentro con un carrito lleno de muebles, accesorios de decoración y gadgets tecnológicos para darle más flow a mi piso. Solo me falta encontrar un piso donde quepa todo esto.