Quienes están depredando el medio ambiente son las transnacionales en los países colonizados, sometidos imponiéndoles condiciones leoninas en detrimento de la calidad de vida a costa de la explotación de recursos naturales, como mercancía para gozar de un bienestar y rentabilidad a costa del empobrecimiento de los pueblos; gracias a la corrupción gubernamental y a la ignorancia de la mayoría de sus habitantes.

Está muy en boga en todos los ámbitos académicos y profesionales un término que de acuerdo con el trascurrir del tiempo histórico han tenido que irlo variando a medida que se va volviendo inconsistente el que todas sus orquestadas falacias se van quedando sin soporte académico y científico.

Pasaron del calentamiento global al cambio climático, desde el cambio climático a la crisis climática. Inicialmente fue la destrucción de la capa de ozono con sus letales rayos ultravioletas que calentaban el planeta cuando necesitaban sacar del mercado productos que les competían con sus industrias monopólicas, cuando se hizo necesario manipular y controlar a la Opep aparece un concepto vago y vacío que en la práctica aun cuando existe, no es como lo han explicado y lamentable que los especialistas no lo hayan comprendido. Ignoraron que los que calientan son los rayos infrarrojos.

Nos vendieron imágenes de supuestos deshielos de polos terrestres (Ártico y Antártico), deshielos de picos nevados, sin siquiera pasar por los filtros académicos, tampoco con los elementos de juicios para sellar en forma contundente tales afirmaciones.

Nos mostraron unas imágenes del Polo Norte para la época en que se encuentra derretido la mayor parte del hielo que cubre este Polo Norte (agosto y septiembre), pero no muestran imágenes del 21 diciembre, enero y febrero que es cuando el invierno azota el hemisferio norte, lo mismo hicieron para el Polo Sur mostraron imágenes para la época de verano (21 de diciembre) y no para el invierno 21 de junio.

Dentro de esta trama de novela académica mal libreteada también nos mostraron imágenes de supuestos dramáticos deshielos o desprendimientos que son totalmente normales, sobre todo para el hemisferio norte, caso que se empieza a apreciar cuando ya el sol viene en ascenso y llega a la altura del ecuador terrestre (21 de marzo), recordemos el impacto del Titanic con un iceberg, afortunadamente la NASA no aseguró a través de sus más prestigiosos «científicos» y medios al servicio de la desinformación que el Titanic naufragó por causa o por la culpa del «calentamiento global».

Un caso especial es la Antártida. Cerca al Polo Sur la capa de hielo continental se eleva a una altura de casi 3.000 metros quedando el Polo mismo a 2.000 metros sobre el nivel del mar. La temperatura media que suele reinar aquí es de 20 a 30 grados centígrados bajo cero en pleno verano (21 y 22 de diciembre). En invierno oscila entre 20 y 60 grados centígrados bajo cero (21 de junio).

Se reitera que es muy deplorable que, para maquinar toda esta urdimbre, hayan tenido que elaborar modelos computarizados basados en supuestos que se ajustan a la más inverosímil desfachatez académica y no a una realidad científica.

El mes anterior publicamos a través de este mismo medio: El enfriamiento global es una realidad científica, con el único objetivo que alcanzáramos a comprender la magnitud del craso error de las más prestigiosas instituciones académicas y científicas, aun cuando en párrafos anteriores hicimos referencia concisa a la situación que se presenta tanto en el Polo Norte como en el Polo Sur; a continuación, se explicará el porqué es imposible que se deshiele o derrita un nevado en la forma en que nos lo han planteado las más prestigiosas academias y profesionales del planeta.

Si bien la temperatura promedio de la tierra es de 15 grados centígrados, que según el albedo terrestres debería ser de -19 grados centígrados. El albedo es la diferencia entre el calor absorbido y el reflejado de la Tierra, debido a la protección de la atmósfera (mezcla de gases), se mantiene el promedio en 15 grados centígrados. Las calorías no han variado debido a que el Sol jamás ha incrementado su temperatura y la constante solar sigue siendo la misma 1367.7 W/m2.

Los científicos modernos han retomado un exabrupto del ingeniero y científico Svante Arrhenius que 1896, hace exactamente 126 años, el físico químico Svante August Arrhenius proclamó que «los combustibles fósiles podrían dar lugar o acelerar el calentamiento de la Tierra entre uno y dos grados Centígrados, entre dos y tres mil años». Arrhenius diseñó una ecuación matemática en la que relaciona la temperatura del planeta con relación al incremento del volumen del gas carbónico (CO2) Tanto Arrhenius como los científicos modernos han ignorado que el CO2 cumple un ciclo en el planeta Tierra y los excesos de CO2 son absorbido en forma permanente por los océanos. Además, el CO2 tiene efecto de enfriamiento por lo tanto no es gas de invernadero. Si el gas carbónico retuviera el calor, cosa que es absurda desde el punto de vista científico, los nevados y los Polos Ártico y Antártico se sobre congelarían y adquirirían la rigidez del acero. Afortunadamente debido a las diferencias de presión en diferentes lugares del planeta, la brisa y los vientos actúan como reguladores térmicos. Las altas temperaturas en zonas tropicales y las bajas en las polares, combinadas con sistemas de viento, altitud y desigual distribución en las lluvias dan como resultado desgaste en los extremos de los bosques tropicales, los desiertos interiores y los polos congelados. Fluctuaciones de estas zonas extremas y condiciones exageradas en el clima resultan en catástrofes ocasionales como: olas de calor, inundaciones, tormentas heladas y nevadas.

Continuando con las características por las cuales podríamos determinar que es imposible que un pico nevado se deshiele ni aun aumentando el promedio de temperatura en cinco grados centígrados, es decir, que de 15 grados que es la temperatura promedio del planeta la aumentásemos a 20 grados centígrados, sin embargo, hicieron un modelo computarizado tomando como referencia el supuesto del «científico» e ingeniero Arrhenius y en forma arbitraria establecieron cifras de inundaciones y deshielos de picos nevados, y de Polos terrestres.

¿Cómo podrá deshelarse un pico nevado?

En este aspecto sí habrá que establecer responsabilidades tanto a los académicos y a los depredadores que en forma irreflexiva se han dedicado a destruir picos nevados, para con ello seguir el juego de la depredación ambiental disfrazada de lo que hoy llamamos crisis climática, cuyo origen estriba es en la avaricia transnacional de origen mercantilista.

Esto es muy doloroso para la humanidad ya que estos picos nevados se formaron en las glaciaciones que fueron producto de largos períodos de invierno por los que pasó nuestro planeta Tierra. Para los que analizamos el artículo sobre el enfriamiento global es una realidad científica publicado el mes anterior, podremos sacar en conclusión que cuando la tierra tuvo uno por densidad muy posiblemente teníamos días de 120 horas, además de ello los inviernos tanto para el hemisferio norte como para el sur eran muy prolongados ya que debido al volumen de la esfera terrestre el lado que estaba opuesto al Sol o alejado a él experimentaba enfriamiento(glaciación) en forma acentuada.

Si bien entendemos que el calor en atmosfera circula por convección, es decir; las masas de aire caliente se elevan para dar paso a otras más densas y frías y por ello la temperatura disminuye un grado centígrado por cada cien metros de altura.

Relacion entre altitud y temperatura


China

Como podremos entender es muy difícil que un pico nevado se deshiele por un simple incremento de temperatura (1 o 2 grados centígrados) a nivel promedio, también aclaramos que aún ni si el promedio se incrementa en 5 grados centígrados. Todos los argumentos y proyecciones de los organismos científicos contemporáneos carecen de contenido científico porque ni siquiera explican con elementos de juicio respaldados en forma precisa, son puras suposiciones. Algo que todavía causa indignación es sostener que en la atmosfera el gas carbónico retiene calor, cuando el calor es energía en tránsito y además de ello el calor no se propaga en la atmosfera por conductibilidad que es lo que pretenden imponernos a través de sus más prestigiosas entidades «científicas». Se reitera que el calor en la atmosfera se propaga por convección, de allí que se explicó por qué la temperatura disminuye un grado centígrado por cada cien metros de altura.

¿Por qué podría deshielarse un nevado si el planeta se está enfriando y no calentando?

Aquí debemos analizar en forma coherente los mecanismos que se pueden estar presentando, Pongamos el caso del pico del Kilimanjaro la fotografía tomada por el profesor Leonine Thompson, el cual nos muestra claramente que ese pico nevado ha sido depredado con maquinaria, en este caso se observan huellas de haberse utilizado una retroexcavadora (ver figura abajo).

Para los otros «deshielos» en picos nevados, se detecta por análisis lógico que debido a que el calor en la atmósfera se difunde por convección, es decir; las masa de aire caliente ascienden y dan paso a otras más densas y frías, entonces podemos asegurar que si no es por «incendios forestales» o quemas intencionadas mediante el mecanismo de propagación de calor la temperatura a nivel del mar de una quema, podría ser de cualquier materia, sea pasto, pino como mínimo tendrá una temperatura entre, pongamos como ejemplo el de la quema de unos pastizales que cuando se incendian pueden alcanzar temperaturas entre (177 °C -700°C), los pinares entre (135°C – 1150°C) y los bosques densos hasta 700 °C . Con ello sí podemos determinar cómo con incendios de dudoso origen y mal intencionados sí que se presentan deshielos en picos nevados, sobre todo si se hace en sus proximidades y en su parte baja o más arriba, como suele ser el caso de la Sierra Nevada de Santa Marta Colombia. La cual tiene 5.710 metros de altura sobre el nivel del mar. Pongamos por ejemplo un incendio en su base a 0 metros sobre el nivel del mar, una temperatura, pongamos la mínima de 177°C. Aun cuando solo se necesita que en su parte baja existan temperaturas entre 65 °C y 70 °C para que en sus picos la temperatura que normalmente debería estar bajo cero grados centígrados, con este procedimiento no lo van a estar y esto ocasiona deshielos en picos nevados debido al sistema convectivo de las corrientes o masas de aire.

La otra causa presumiblemente sería que estén utilizando tecnología a través de microondas como calentadores o electricidad a través de radares como disociadores de moléculas de agua.

Por consiguiente, con todos los argumentos supuestos por el mundo académico y científico contemporáneo es muy difícil que se deshiele un pico nevado y menos que haya un deshielo de los Polos Ártico y Antártico.

¿Será la depredación administrativa y gubernamental la que está arrasando el medio ambiente y no el supuesto cambio climático alegado por los científicos modernos?

En recientes publicaciones a través de prestigiosas revistas aparecen eminentes titulados vociferando la falacia de que el cambio climático es responsable de la hambruna a la que se verá abocada la humanidad, desconociendo que es la avaricia mercantilista de monopolizar la producción de alimentos y también el haberle quitado la soberanía alimentaria a nuestros pueblos, todo por la falacia de las «semillas certificadas», las cuales se arrogan el derecho de la «propiedad intelectual al haberle suprimido propiedades organolépticas y además haberlas esterilizado ya que solo sirven para una primera cosecha, razón por la cual hay que comprárselas a las trasnacionales monopólicas de los alimentos en donde un instinto biológico y natural como lo es el hambre se ha convertido en bien negociable para someter a los pueblos que no son aliados a los intereses de los hegemónicos.

Por ello un país que sea soberano en su producción alimentaria no tiene por qué padecer hambruna. De allí que cada país debería regresar a su agricultura tradicional y con producción en masa y cuidar sus semillas nativas como patrimonio nacional.

Lo mismo ha venido sucediendo en el caso de las aves de corral, países hegemónicos que han impuesto la supresión de alimentación nativa y orgánica a países débiles con gobiernos corruptos en el cual le obligan a acabar su producción avícola y ganadera con la falacia de que el gas metano contribuye a incrementar el calentamiento global y por ello están obligando a que cambien su ganado vacuno por el búfalo sobre el cual tiene la patente y la propiedad intelectual, como si los búfalos no emitieran pedos, lo grave de ello es que tienen el monopolio de los genes; a Colombia por ejemplo le limitan su producción nacional, viéndose en la necesidad de importar huevos y aves, así se diga lo contrario a través de los industriales y productores avícolas, ya que el país puede criar aves pero sus huevos están esterilizados y no sirven para reproducir a las aves, esto se vislumbra por si acaso algún día no muy lejano se les antoje cortar el suministro y generar hambruna, infortunadamente nuestros gobernantes están en la ignorancia con respecto a tan delicado asunto de soberanía alimentaria. Un país que compra a una trasnacional la genética de sus alimentos no es soberano en su producción alimentaria. Esto como un ejemplo sencillo para entender que la hambruna está siendo causada por la depredación administrativa, gubernamental y hegemónica de parte de potencias con respecto a gobiernos sumisos y corruptos.

Prohibir a los agricultores el almacenamiento de semillas nativas y obligarlos a comprar semillas que han sido esterilizadas, eso es un acto de depredación ya que se altera el orden natural de las semillas que atenta contra la seguridad alimentaria de los pueblos. Se reitera que no es por una crisis climática, por calentamiento global o por cambio climático, porque toda esa falacia no tiene asidero científico.

Tomemos el caso de Yanacocha en Perú una montaña situada en Cajamarca y de una altura comprendida entre 3400 y 4120 metros de altura sobre el nivel del mar fue depredada para la explotación minera. Evaluemos los efectos sobre el medio ambiente y los ecosistemas y desinformemos con un supuesto cambio o crisis climática para cuantificar los efectos ambientales, no solo con la contaminación de cuerpos de agua y de la atmósfera, sino también en lo relacionado al clima de montaña. Lo mismo en Colombia como ha sucedido en la Guajira con la explotación minera en la región. Secan ríos, los desvían para diversas actividades como minería y agricultura privada y después en medios salen a decir que el calentamiento global está causando hambre y sed en esta población. Por otro lado, lo que han hecho con el río Paraná en Argentina, cuyo nacimiento es en Brasil, en época de un presidente que no era afín a los intereses ideológicos del presidente de Argentina, por estrategia geopolítica lo desviaron y la Argentina sufrió los efectos de esta desviación. Lo mismo sucede con la deforestación con fines diversos, porque no existe ninguna diferenciación entre minería «legal» y la minería «ilegal» o entre explotación maderera legal o ilegal. Por consiguiente, todas estas acciones han sido actos de depredación administrativa y gubernamental que no tienen justificación científica alguna con la farsa del calentamiento global, del supuesto cambio climático o de la nueva estrategia semántica de la crisis climática.

Muchos especialistas olvidan la actividad poiquilotérmica de las plantas, las cuales buscan estabilizar la temperatura de su entorno y además mediante la fotosíntesis desprenden vapor de agua que contribuye a aportar al ciclo del agua, sobre todo por su evo traspiración, con la cual también contribuyen al ciclo del agua en la atmosfera, lo mismo que son inhibidores de la radiación infrarroja (calórica). De allí que es de suma importancia detener la deforestación en cualquier nivel y lugar, por ejemplo: en la ciudad de Barranquilla, Colombia, la administración pública por su interés en la industria cementera impuso a rajatabla la moda del cemento y mediante esta avaricia se han destruidos jardines tradicionales de las viviendas, zonas verdes, colocando grama sintética y acabando la flora y fauna de la ciudad. Cada vez que se pavimenta una vía, se le tapa porosidad al suelo.

De allí que podamos detectar que es la depredación ambiental administrativa y gubernamental a nivel global y no el supuesto cambio climático, calentamiento global y un neo concepto de crisis climática la que nos quieren vender como tal. Es un tema que debe ser ventilado por la ONU, el grupo de los 20 y el de los 7, para ponerle fin a la depredación ambiental que está amenazando con la vida en el planeta.

Otro caso que debe preocuparnos es la guerra de exterminio que se ha venido desarrollando en contra de las abejas, unos insectos que son valiosos para la vida en nuestro planeta, ya que sin ellos la producción de alimentos escasearía.

Desde hace décadas se ha venido desarrollando una campaña de exterminio masivo en contra de estos valiosos insectos. Inicialmente a través del séptimo arte se montaron películas terroríficas en contra de estos insectos, asociándolos a un despectivo racismo coincidencialmente contra una de región que más ha sufrido la depredación y el saqueo histórico, por eso se cita el caso de uno de los picos del Kilimanjaro depredado con maquinaria y no resultado de un falso calentamiento global.

Hoy el exterminio tomó otra variante y se está haciendo a través de pesticidas, es por eso por lo que se hace nuevamente un llamado a todos los habitantes del planeta a tomar en serio el asunto y no estar desviando con falacias y mentiras a través de sus prestigiosos medios de comunicación o a través de sus «autoridades académicas y científicas», para introducirnos el mensaje subliminal de que el cambio climático es el responsable de la hambruna en el planeta.

Nota: dejo la fotografía del profesor Leonine Thompson de la Universidad de Ohio State (EE. UU.) que muestra que este pico nevado del Kilimanjaro fue depredado con maquinaria y no es ningún deshielo por causa del calentamiento global. Esta es una prueba contundente contra esa estrategia malévola de mentir para sacar provecho, pero siempre en detrimento de la calidad de vida de las personas y de los seres vivos que habitamos en este planeta.