Chile es el país de mayor producción de cobre en el mundo. Sin embargo, la riqueza no es lo que se obtiene por los concentrados que exporta, sino en el cobre que funden y refinan los países que lo importan. ¿Por qué no se refina en Chile? La respuesta es que existen fundiciones pero estas no tienen la capacidad para refinar las 10 o más millones de toneladas de concentrados de cobre que se producen en Chile. La realidad es que en Chile no existe una política económica para nuestros recursos naturales y entre ellos, el más importante económicamente, el cobre. Se ha seguido una política extractivista, donde prima la extracción del recurso no renovable sin mayor preocupación por las actividades de reemplazo o la atenuación de los impactos mediante procesos más eficientes, sostenibles y no contaminantes. Manejo de los relaves y promoción de políticas medioambientales orientadas al producto y los procesos industriales.

En el concentrado exportado junto con el cobre va una cantidad superior a 30 metales y tierras raras que obtienen y valorizan en el mercado mundial los países que refinan.

Tres metales nobles, oro, plata y platino, a valores de mercado como producto final, 303 mil millones de dólares acaparan el 97% del valor total de la cartera de subproductos que se embarcan durante todo un año.

Según la estadística oficial, la producción de cobre de Chile es de 5,7 millones de toneladas métricas de fino, lo que equivale a una cantidad de exportación de concentrados de 12,2 millones de toneladas. Eso no aparece en las estadísticas oficiales, por lo que declaramos que esta práctica oculta una subfacturación o falsa información de una realidad que el Pueblo de Chile no conoce. Según las estadísticas oficiales, los envíos en 2021 alcanzaron una cifra récord de 53.424 millones de dólares. Los subproductos procesados por la refinería Aurubis de Hamburgo para el ejercicio 2019-2020 representaron 92,5% del valor total de los concentrados. Si aplicamos esa proporción a la cifra ya citada de 53,4 mil millones de dólares, es decir, tomando en cuenta los subproductos, habríamos alcanzado una cifra de envíos equivalentes a 102,8 mil millones de dólares. Los precios de esos acompañantes de nuestro principal recurso natural no renovable, son definitivamente mucho más altos que el cobre mismo.

Quien tiene las refinerías y fundiciones controla el precio del cobre electrolítico pues fija las condiciones del contrato en virtud del que se transa el metal. Chile sólo puede solicitar a quienes refinan que fije una tarifa de fusión y refinación que sea competitiva. Es la dependencia absoluta. Quien refina decide el plazo del pago y por tanto de las cotizaciones que se tomarán en cuenta en la transacción; fija la fecha del barco que transporta, en definitiva, capta el precio mundial. El importador del sudeste asiático, principal lugar de destino, le interesa que su gobierno le asegure que no habrá desabastecimiento de cobre refinado, oro platino, tierras raras etcétera para la fabricación de automóviles, baterías, celulares, bobinados, rotores de cobre de motores eléctricos, cableado….

Las exportaciones de carbonato de litio de SQM, hoy en manos de privados, siguen la misma regla. La minera chilena SQM invertirá US$700 millones conjuntamente con la australiana Westfarmers, que aportará otros 700 millones en el proyecto de litio Mt. Holland. La Comisión del Mercado Financiero de Chile recibió la documentación y SQM el visto bueno de sus accionistas para recaudar hasta 1.100 millones de dólares mediante la emisión de 22,4 millones de acciones para financiar sus planes de expansión en Chile y Australia. Las empresas que transforman la materia prima se establecerán en Australia.

Pese a que Aduanas posee los laboratorios necesarios, no informa acerca de los subproductos contenidos en el concentrado que se exporta. Dada la cantidad de minerales valiosos y estratégicos que conllevan los subproductos es un tema que debe ser esclarecido para recuperar por una parte una riqueza no renovable y por otra materializar proyectos importantes de infraestructura.

La geología de los minerales de cobre en Chile son principalmente pórfidos cupríferos que generan sistemas de cobre-molibdeno-oro-plata de la misma naturaleza en todas las minas. Por ello con toda propiedad puede establecerse que cualquiera exportación de concentrados de cobre, contendrá indefectiblemente molibdeno, oro y demás metales en la misma proporción ya que las plantas concentradoras usan el mismo principio para extraer el concentrado. Informes de Cepal revelan que los concentrados exportados desde Chile contienen alrededor de 2 gramos de oro por tonelada métrica y aproximadamente 98 gramos de plata por tonelada métrica.

Una sugerencia recurrente, por su precio y cantidad que se ha detectado en los concentrados, es el control del molibdeno así como de renio. El renio se obtiene mediante procesos de limpieza y tratamiento de concentrados de molibdeno. El precio de la sal de renio, es de US $2.000 Kg/sal de Renio y el precio del molibdeno es de US $46,50 kg.

El conjunto de más de 30 subproductos entre ellos oro, plata, molibdeno, tierras raras, etcétera, sale de Chile en el concentrado sin pago alguno.

Cálculos estimativos, en base a estudios de laboratorios en los países de extracción y comercialización del metal, cifran lo sub facturado, es decir, los impagos en aduana, en 60 mil millones de dólares (datos emanados del Consejo Minero). Esto es 67% del presupuesto nacional –según un precio promedio de la época de US $2,5 y US $3 la libra (años 2014-2015).

China y Japón son los principales productores de cobre de fundición del mundo, con 39,7% y 9,3% respectivamente. Chile siendo el mayor productor de concentrados de cobre del mundo se encuentra en una tercera posición de cobre de fundición con un 6,6%. China figura como principal productor de molibdeno, precisamente porque es el destino mayor de los concentrados de Chile y donde lo recuperan en sus plantas de flotación.

Con esto queda refrendado una vez más que el negocio del cobre no está en el mineral mismo sino en los concentrados. De hecho el valor del concentrado de cobre representa solo un 7,9% del valor de los subproductos, con esto queda patente la necesidad de incluir en la cadena de valor de la producción minera la fundición-refinación.

En 1990 la cifra de concentrados se limitaba a 12,4%. Sin un cambio en la política es muy posible que en 2035 la exportación de concentrados aumente con los efectos de un negocio minero negativo tanto en el cambio climático como en la baja sistemática de tributación al fisco. Es decir, cada vez Chile dependerá más de otros países para fundir y refinar sus concentrados, sin tomar medidas para refinar con un aprovechamiento de 100% de los subproductos.

Por esta razón en el cálculo de la regalía (royalty) deben incluirse los subproductos como sustancia mineral que debe tributar, así como el cobre que contiene el concentrado que se exporta.

Es el momento de hacerse cargo de la integración de esta actividad fundamental en la economía del país para lo cual existe la posibilidad legal de decretar el estanco del cobre, mediante el cual el presidente de la República, por razones extraordinarias, puede controlar legalmente la prohibición de exportar los concentrados. El presidente de la República está facultado para ello por DL. 1349 de 1976 que fija el estatuto orgánico de Cochilco y en la ley 16624 que define la Gran Minería del cobre.

Considerando los tiempos de guerra, e intenciones de precaución de la población, los minerales subirán de precios, entre otros: hierro, óxido de silicio, plomo, uranio, antimonio, azufre, cromo, cobalto, mercurio, molibdeno, rodio, paladio, plata, oro, teluro, más tierras raras.

Estas proyecciones son determinantes para llevar adelante la instalación de plantas de refinación. En 2014, Codelco firmó un contrato con la empresa coreana LS-Nikko para la construcción de una planta recuperadora de metales que opera desde 2016 en Mejillones. Procesa los barros anódicos que se generan en Ventanas y otras divisiones de Codelco. Actualmente existen 5 fundiciones, Chuquicamata, Potrerillos, Paipote, Ventanas, y Caletones y tres refinerías Chuqui, Potrerillos y Ventanas, las que completan la capacidad instalada en Chile, donde el principal impulsor ha sido Codelco. Alto Norte (desarrollada por Refimet y actualmente propiedad de Xstrata) y Chagres (propiedad de Anglo American), no refinan en Chile metales valiosos, en consecuencia los exportan en forma de concentrados de metales valiosos y PGM.

La comercialización de una de las sustancias minerales contenidas en el no pago de los subproductos es el oro, metal cuya venta aparece ligada a las políticas de los Bancos Centrales que ante las incertidumbres de los pagos internacionales y las presiones inflacionarias, ya sea de demanda o de oferta, buscan una nueva referencia de reserva a saber el dólar. Ante la incertidumbre, los Bancos Centrales incrementan sus reservas en oro como depósitos de valor.

Los sub productos justifican la expansión en refinerías en Chile y plantas de flotación para molibdeno. El costo de ellas se paga con menos de un año de producción y recuperación. El tema preocupa por sus consecuencias en las cuentas externas de los países así como la credibilidad en las relaciones comerciales. Si este fraude sigue, adquirirá proporciones incalculables cuando el precio del cobre en los mercados internacionales se transe entre US $5 y US $5,50 la libra según las estimaciones de Goldman Sachs.

Considerando los tiempos de guerra, e intenciones de precaución de la población, los minerales subirán de precios, entre otros: hierro, óxido de silicio, plomo, uranio, antimonio, azufre, cromo, cobalto, mercurio, molibdeno, rodio, paladio, plata, oro, teluro, más tierras raras.

El rol de Codelco debe ser restablecido según los principios que animaron su fundación. Desde 1971 con la nacionalización, Codelco ha aportado en los últimos 50 años US $122 mil millones (dólares de 2021). En los últimos 20 años ese aporte asciende a US $84 mil millones que equivalen a 11% de los ingresos fiscales totales. Según estadísticas oficiales, es decir sin considerar los subproductos y, considerando una producción total de 5,58 millones de toneladas métricas de fino, Codelco aporta 1,72 millones de toneladas métricas y el resto se refiere a las transnacionales mineras con 3,95 millones. Ahora bien, para ese mismo año con un precio promedio de la libra de US $4,23 y un costo C3 (cash costs + depreciaciones + intereses + costos indirectos) de US $2,15 Codelco obtuvo un resultado financiero de US $7902 millones. Este patrimonio nacional debe ser preservado y desarrollado por lo que estimamos que las condiciones están dadas para que el Estado tome en sus manos el desarrollo de la industria minera. Codelco tiene la posibilidad de participar en la cadena de valor del mineral, agregando complejidad a su producción en segmentos tales como la fundición y refinación en Chile, la inteligencia artificial, la robótica y en general la tecnología, agregándose a ella en joint-ventures con los partícipes en investigación, ingeniería, transporte, seguros, finanzas.

No obstante, debemos reconocer que desde el gobierno Aylwin, Codelco fue paulatinamente transformándose en un eslabón en la cadena de producción de las transnacionales que operan en Chile a través del Consejo Minero. De hecho, Codelco forma parte del Consejo Minero. Como ya lo hemos dicho, es el momento de retomar la inspiración inicial que animó la fundación de Codelco.

Conclusiones

  1. El legado del presidente Allende se encuentra en la Constitución de 1980 que dice que «el Estado tiene el dominio absoluto, exclusivo, inalienable e imprescriptible de las minas». Se respetó así la voluntad unánime del Congreso de la República que en 1971 votó por la nacionalización del cobre. Sin embargo, durante la dictadura se dictó la Ley Orgánica Constitucional de Concesiones Mineras (LOCCM, 21 enero de 1982) que, siendo una ley de menor entidad que la Constitución, neutralizó la voluntad expresada en el texto constitucional de 1971. Esta ley, absolutamente inconstitucional, hasta el día de hoy sigue vigente, por tanto debe ser derogada en la Convención Constitucional.

  2. La subfacturación, o no pago de los subproductos del concentrado del cobre, práctica no controlada por las autoridades de Impuestos Internos y Aduanas debe terminar. Estas instituciones deben ser intervenidas para restablecer así la Soberanía del Estado de Chile sobre los recursos naturales de su territorio.

  3. Codelco junto a empresas mineras estatales de Argentina, Bolivia y Perú debe revertir una política entreguista y formar un complejo estatal minero del Cono Sur capaz de participar en la cadena de valor de la industria a nivel internacional, fundiendo, refinando y manufacturando en uno de los territorios de mayor riqueza minera del mundo, en fin, imponer una política de precios acorde con los intereses nacionales.

  4. Esta política sólo podrá realizarse mediante la recuperación del subsuelo minero, la nacionalización de las empresas transnacionales, una nueva política de concesiones capaz de restablecer la soberanía sobre una de las principales riquezas materiales de Chile. Conjuntamente con ello, al igual que el litio, el cobre deberá ser declarado mineral no concesible. Esto significa en el futuro que cualquiera concesión tendrá que ser objeto de un contrato de operaciones especiales (CEO). Las nuevas regulaciones se traducirán en concesiones a título definido, de la misma manera, junto con recuperar las bases del comercio internacional del mineral, ello nos permitirá realizar una política medioambiental siguiendo las normas vigentes en la producción minera de los países industrializados, implementar tecnologías que busquen la eficiencia energética y la eco eficiencia.

  5. La indemnización por la nacionalización, (al igual que en la Disposición Transitoria n° 17 de la Constitución de 1925, refrendada en la Disposición Transitoria n° 3 de la Constitución de 1980) seguirá la regla del valor libro «el monto de la indemnización o indemnizaciones, según los casos podrá determinarse sobre la base del costo original de dichos bienes, deducidas las amortizaciones, depreciaciones, castigos y desvalorización por obsolescencia. También podrá deducirse del monto de la indemnización el todo o parte de las rentabilidades excesivas que hubieren obtenido las empresas nacionalizadas. La indemnización será pagada en dinero, a menos que el afectado acepte otra clase de pago, en un plazo no superior a treinta años y en las condiciones que la ley determine». Esta disposición se basa en el valor libro –noción utilizada en la época de la nacionalización de 1971– y que se encuentra, además, definida en la llamada IFRS (International ReportingFinancial Standard, 2009) actualmente en vigencia y que unifica el tratamiento y la información financiera mundial. Su importancia es que el procedimiento en el caso de la nacionalización será reconocido en forma estandarizada en cualquier país.

  6. El 11 de abril se declaró en la Convención Constitucional que Chile es un Estado Social y Democrático de Derecho, lo que significa, entre otras situaciones de importancia innegable, que los Bienes Públicos tales como la Educación, la Vivienda, la Salud, salarios, remuneraciones y jubilaciones dignas, uso del agua, entre otros, constituyen una prioridad fundamental del Estado de Chile. De ahora en adelante este conjunto de políticas públicas, deberá ser respetado y financiado en consecuencia. Por ello, es tarea de un amplio Frente Social donde se integren en la vastedad de nuestro Pueblo, hombres y mujeres de profesiones y trabajos diversos, estudiantes, etnias y culturas, en fin todos los habitantes de nuestro territorio para reunirse bajo el signo de recuperar sus riquezas.

  7. ¿Dónde están los recursos para financiar esas políticas? La respuesta es simple. Se encuentran en las riquezas naturales de nuestro territorio y de manera central en el cobre. Por tanto, declaramos en el presente, ante Chile y el mundo nuestra voluntad de recuperar esta riqueza y que ello sea nuestro legado para las generaciones futuras.