Traspasar fronteras y llegar a la ciudad de Milán, epicentro europeo de la pandemia hace unos meses, supone cuanto menos una mezcla de sensaciones. Primero de alivio por asistir de nuevo a un evento internacional de gran envergadura en la ciudad lombarda como es el Salone del Mobile. Milano, líder en el sector del diseño internacional, cancelado en 2020 a causa de la COVID-19. Pero también de cierta expectación, ya que muchas ideas transitan por tu mente de la misma manera que eres consciente de que las cosas son diferentes, inevitablemente han cambiado.

Este año bajo el nombre de Supersalone, el Salone del Mobile. Milano 2021 se reinventa para presentar un formato distinto a todas las ediciones anteriores diseñado por el arquitecto Stefano Boeri y marcado —como ya suele ser costumbre— por la huella covid. En el recinto ferial Fiera Milano Rho sus habituales veinticuatro pabellones se han reducido a cuatro y en sus puertas de acceso los visitantes estuvieron sujetos a las medidas de seguridad de la normativa covid vigente. Los eventos del Fuorisalone, tan populares en el centro de la ciudad, este año se han suprimido para evitar aglomeraciones. Aun así, en calles como la archiconocida Vía Durini, firmas como Versace, Cassina y D-Studio con B&B Italia, Maxalto, Arclinea, Flos y Louis Poulsen a la cabeza de la lista, exponían en sus showrooms las últimas colecciones en diseño, mobiliario, iluminación y accesorios decorativos.

Más de 60,000 personas visitaron este año el Supersalone respaldado también por el speech de Sergio Mattarella, presidente de la República Italiana, que subrayó el coraje y la calidad inherente a la feria que excedió las expectativas en términos de visitantes y contribuye a la recuperación de la ciudad de Milán y la totalidad del país tras meses de pandemia.

El Supersalone daba paso a la Semana del Diseño de Milán con una gala inaugural en los jardines de la Triennale di Milano. Un lugar que también acoge la exposición que muestra todos los eventos que Salone del Mobile creó en la capital lombarda durante sus cerca de 60 años de experiencia. La idea es continuar este concepto y según anunció María Porro, nueva presidenta de Salone del Mobile. Milano, «ya hay algo sobre la mesa para 2022». En el opening, decenas de profesionales de la industria del diseño internacional se dieron cita por primera vez desde que comenzaron los estragos de la pandemia para celebrar el regreso de la Milan Design Week 2021 bajo la batuta del cantautor Marco Mengoni. Los acordes de sus temas dieron paso a una semana de nuevas sensaciones, novedades, esperanza y optimistas expectativas.

Según aseguran los organizadores, el Supersalone es un evento para «calentar motores», una especie de test con formato light de cara a la celebración de la 60 edición del Salone del Mobile. Milano que tendrá lugar el próximo mes de abril en el que esperan esté de vuelta el modelo anterior con más espacio disponible en el recinto. Según afirmó la presidenta de Salone del Mobile. Milano, en su encuentro con la prensa internacional «estamos trabajando en ello para volver a tener un gran Salone porque creemos que el único lugar donde las marcas pueden expresarse de esa manera. No es algo que puedas hacer en los showrooms, no es algo que puedas hacer en otras ferias solo lo puedes hacer aquí: puedes crear tu identidad. Así que estamos trabajando muy duro para hacerlo posible en 2022».

Además, añadió que a pesar del riesgo que suponía organizar un evento de este tipo en un periodo de tiempo tan corto y teniendo en cuenta las circunstancias actuales, había que seguir adelante con este proyecto que ha supuesto un gran esfuerzo para todos los involucrados, pero ha generado importantes resultados. Así lo expresó emocionada: «estoy sorprendida del número de gente que vino ayer aquí, de que más de 20 países diferentes estén representados y el 16 por ciento de los expositores procedan del extranjero. Estoy sorprendida por el número de periodistas que proceden de todo el mundo, del número de idiomas que escucho por los pasillos… De lo que no estoy sorprendida es de la felicidad que veo en los ojos de todo el mundo. Y esta es la razón por la cual seguimos adelante, corremos riesgos, nos reinventamos, pero seguimos adelante porque necesitamos este momento».

Recorrido por los cuatro pabellones del Milano Rho

El Salone del Mobile es un hub estratégico para el sector donde se generan relaciones comerciales y también es un ámbito de competición que incita a las marcas a crear e inventar. Este año decidieron instaurar un proyecto sostenible y gracias al nuevo formato han podido llevar a cabo este reto. Eligieron materiales sostenibles como la madera, 100% reciclable presente en todos los paneles que componen la exhibición, no pintaron los sets para que pudieran ser reciclables, tampoco utilizaron pegamentos y adoptaron la neutralidad en carbono.

En los primeros cuatro pabellones de Fiera Milano Rho, se exhibieron en una superficie de cerca de 70,000 metros cuadrados más de 1,900 diseños de 425 marcas, 170 creadores jóvenes y 39 diseñadores autoproductores. Ya de recorrido por sus corredores, muchos de los stands de las firmas presentes este año como Artemide, Natuzzi Italia, Flexform, Poliform y Minotti exhibían sus nuevas propuestas otoño-invierno 2021 en muebles y accesorios decorativos.

Predominaban los colores claros, verdes, azules, naranjas, tejidos naturales y conceptos bio/eco/sostenibles con cierto touche de originalidad. Otra novedad de este año con respecto a ediciones anteriores fue la mezcla de categorías no clasificadas por zonas como en otras ocasiones. Salones convivían en los mismos pasillos con cocinas, elementos de iluminación o mobiliario para exteriores, una muestra de que cada vez más firmas están produciendo la totalidad de la casa. Lo clásico es más moderno. Esta nueva propuesta generó opiniones para todos los gustos. Si bien algunos expositores acusaron la falta de espacio para la presentación de sus colecciones, la mayor parte de ellos coincidió en resaltar la importancia que conlleva la vuelta del Salone del Mobile. Milano a la capital lombarda con esta nueva fórmula.

Tal fue el caso de la arquitecta y diseñadora Patricia Urquiola, afincada en Milán desde hace más de 20 años y uno de los exponentes españoles más reconocidos en el diseño internacional. Conversar con Patricia resulta ameno. Su sentido del humor y esos ojos chispeantes restan importancia a la seriedad de las mascarillas. «Prueba la silla bien, para una silla buena que tenemos», bromea cuando dejo mi bolso sobre ella justo antes de comenzar la entrevista.

«Muévela un poco y relájate». «Me la llevo, compro», le respondo entre risas. «Aquí estamos todos con buen ánimo, mascarillas y vacunados —continúa— Se va adelante, ¿no? Pienso que estuvieron muy bien con el espacio que tenían y el miedo de tener que hacer una edición con tantas limitaciones, tan cercana a la siguiente. Había todos los problemas del mundo, pero al final salió la cara sí y qué bien que tuvieron el coraje de hacerlo. Encuentro que funciona muy bien».

Para Urquiola, aunque el Supersalone sea una pequeña mostra representa un residuo mental de continuidad importante y de presencia: «sabemos el valor que tiene el Supersalone. Yo creo que va a ser un momento que luego quedará marcado en nuestra historia. Todas estas discontinuidades a veces nacen de situaciones dolorosas y muy difíciles, pero si no, no tendemos a hacer discontinuidad y en la vida son muy importantes porque regeneras, se repiensa se crean nuevas solidaridades». La diseñadora española colabora para varias empresas que exponen en la feria, entre ellas Andreu World, «que son amigos y gente con la que trabajo de manera feliz desde hace muchos años. Empezamos esta serie llamada Nuez Lounge BIO hablando sobre una cáscara de nuez, de un asiento pensado por detrás» para el que utilizaron materiales reciclados y con origen natural que tienen la misma huella que la madera en la naturaleza.

Handicaps para el diseño internacional en la era covid

Las mayores dificultades con las que se encontraron algunos expositores durante la pandemia, como en el caso de Elvira Voroniuc, Sales Director de la firma Modenese, —empresa de diseño de alta gama que representa desde 1818 el esplendor veneciano en mobiliario clásico— fue «la imposibilidad para viajar. Hicimos reuniones a través de Zoom, pero no es lo mismo. Necesitábamos recordar a nuestros clientes que estamos vivos, seguimos produciendo muebles y nuevos modelos». A otras empresas, sin embargo, les sirvió para aumentar sus ventas, tal y como sucedió en la firma premium de moda italiana Liujo Living, «ya que fuimos muy activos en redes sociales y la gente invirtió más en sus casas. Crecieron nuestras ventas en sofás, sillas y soft sitting», recordaba Christian Campisi, Business Developer de Liu Jo Living Collection.

En cuanto a tendencias en diseño, para Nina Bassoli, arquitecta y curadora de ADI, institución para el diseño industrial, está claro: tienen que responder a problemas reales, «por ejemplo esta exposición se llama Take position, Be active, Be engaged, así que pienso que ese es el mensaje principal. Este es un evento optimista que se llama super porque lo tenemos que ver como super poder en este momento». En la exposición, ADI muestra más de 150 sillas que han sido premiadas por el Compasso d’Oro, un galardón que reconoce desde 1954 en Milán los mejores productos en diseño industrial.

Entre los stands más curiosos de la feria de mobiliario más importante del sector —de la que la industria del diseño internacional está pendiente— se encontraba la firma Molteni&C. Presentaba una simulación de los asientos de un avión junto a sus ventanillas que proyectaban vídeos exponiendo sus productos «de una manera más creativa. Nuestro stand pone de manifiesto que estamos otra vez listos para viajar», concluyó Giulia Molteni, CEO de esta empresa, que produce cada segmento del hogar y colabora con un gran número de diseñadores.

La mayor parte de los expositores coinciden en que la pandemia ha cambiado nuestra filosofía de cómo vivimos la casa ahora, ya que la gente pasa muchas más horas en el hogar. Además, muchos están montando su oficina en casa, «así que la demanda de productos cómodos para trabajar allí ha crecido considerablemente». Este es un momento en el que lo más importante es el significado del mobiliario de la casa, el confort, la sostenibilidad, la innovación de los productos y la complejidad de la multifunción. Además, consideran «que este sector no ha sido uno de los más afectados por la pandemia» y la pretensión de la mayor parte de ellos es llevar Milán de vuelta al punto de mira de la industria del diseño internacional, atraer clientes potenciales y presentar la cara digital de Salone del Mobile.

Ya de vuelta al hotel Galles, recorriendo el Brera Design District en la zona céntrica e histórica de Milán y la transitadas Corso Vittorio Emanuele II y Vía Durini se podían ver numerosos visitantes en las calles haciendo cola para acceder a los showrooms de aquellas firmas que exponían allí la totalidad de sus colecciones. Versace, una de ellas, presenta este año su nueva colección, La Greca, una evolución del patrón icónico en un nuevo concepto para el mobiliario y diseño contemporáneos. Los colores tendencia para Versace en su nueva colección otoño-invierno 2021 son los tonos fucsia, marrón, malva, verde y amarillo. Una de las novedades este año es la colaboración de la directora creativa Donatella Versace con el diseñador y arquitecto Roberto Palomba. Como resultado, estampados y texturas exclusivas se fusionan con icónicos detalles y surgen nuevas propuestas como el Stiletto sofá by Versace Home.

En el trayecto hacia el aeropuerto de Linate, el taxista me pregunta por la feria y me asegura que todos están contentos de que Milán se esté reactivando de nuevo: «Necesitamos todas las energías que una ciudad como Milán tiene».