Piero Fornasetti (Milán, 1913-1988) —artista poliédrico y ecléctico, caracterizado por su gran inspiración creativa, que lo convierte en uno de los ejemplos más prolíficos del siglo pasado y, aunque difícilmente encasillado en una corriente precisa, muy cercano al surrealismo—, se luce en la sede del Palacio de la Pilotta, monumento y símbolo histórico-artístico de la ciudad de Parma. Las creaciones del Taller fundado por Fornasetti se organizan en un logrado encuentro con las colecciones de la sede para enfocar el clasicismo a través de la lectura del diseño contemporáneo.

Fornasetti ocupa un lugar muy importante en la cultura del diseño industrial italiano. De hecho, su nombre es muy conocido en el panorama internacional del diseño respecto a otros ámbitos disciplinares, al tiempo que su encuadre artístico-productivo participa en diversas disciplinas estéticas, como la pintura, el dibujo, el diseño gráfico y el del producto. En el arco de su activa trayectoria profesional, cuenta en su haber con más de 13.000 creaciones y una de las más vastas producciones de objetos y muebles del siglo XX, y no tanto por la tirada de los objetos, sino por la diversidad de las decoraciones.

Sus musas inspiradoras (cuando se estrenó como pintor) fueron Piero della Francesca, Giotto, las pinturas pompeyanas, los frescos renacentistas y la pintura metafísica, de cuya fuente no dejó nunca de calmar su sed distinguiéndose por el virtuosismo.

En los años cincuenta, Piero Fornasetti funda en la capital lombarda el Taller del Diseño y Artes Decorativas que lleva su nombre, actualmente bajo la dirección artística de su hijo, Barnaba. Explica su idea la declaración: «Mi concepto ha sido siempre el de no hacer piezas únicas, sino en serie», la cual Fornasetti justifica con los principios democráticos, «ya que la belleza, por su naturaleza, está destinada a todos y no debe permanecer reservada a un restringido grupo de privilegiados» o bien, refiriéndose al lado técnico de su producción «...dado que el molde de un motivo puede enriquecerse y refinarse a través de múltiples retoques», por ejemplo el rostro de mujer, objeto de la serie Temas y variaciones del que existen más de 400 variaciones.

Pues bien, el autor milanés se convierte en el primer protagonista en la ciudad de Parma, Capital Italiana de la Cultura 2020-2021,1 que prevé un programa de más de 400 eventos, además de 32 proyectos en los que participan las mayores instituciones culturales parmesanas.

La exposición, que fue inaugurada para celebrar la reapertura del conjunto monumental, tras el largo cierre debido al confinamiento por el COVID-19, alterna entre lo clásico y lo moderno, así como entre el pasado y el presente. Se trata de una importante cita, comisariada por Barnaba Fornasetti —director Artístico del Atelier milanés— junto con Valeria Manzi —presidente de la Asociación Fornasetti Cult— y del director del Conjunto Monumental de la Pilotta, Simone Verde.

El objetivo intenta dar nueva vida al patrimonio clásico y al clasicismo de la institución museal autónoma parmesana, valiéndose de la obra intelectual de uno de los maestros indiscutibles del diseño contemporáneo. En efecto, «Fornasetti, Theatrum Mundi» establece un diálogo entre las arquitecturas y las obras de la sede que la acoge con el imaginario de Piero y Barnaba Fornasetti, que desemboca en un teatro del mundo. Se trata de una red de recuerdos iconográficos y sugestiones culturales para revelar el alma de las piezas y de las imágenes expuestas, que resaltan su importancia regalando emocionantes impresiones. Un auténtico «Theatrum» en el significado asumido en el siglo XVI, que se extiende a la inmensa variedad del mundo, la enciclopédica unitariedad de ese saber anhelado por el clasicismo, tanto renacentista como dieciochesco junto con la clave lúdica contemporánea de Fornasetti.

En su recorrido, el contenido se reparte en las 21 vitrinas colocadas en la Galería Petitot de la Biblioteca Palatina, separado en secciones que recogen los principales temas de la obra de Fornasetti: las ruinas y el uso del pasado como fragmento, la arquitectura, la música, el tema y las variaciones, el dibujo, la gráfica, el coleccionismo, el objeto de uso diario y la dimensión ilusionística y onírica.

Tras la admirable Galería de la Coronada, el visitante se adentra en el corazón del Teatro Farnesio, obra maestra de la arquitectura del siglo XVII. Construido en el interior del conjunto monumental, según el modelo del teatro clásico, constituye la misma estructura arquitectónica que generó la idea del Theatrum Mundi, formulada por el rector neoplatónico, Giulio Camillo (1480-1544). La utopía de Camillo proyectaba en el interior del teatro vitruviano figuras y símbolos colocados siguiendo un orden preciso, con la idea de que este funcionase a modo de mente artificial, atribuyendo a la imaginación la facultad de comprender, reconstruir e interpretar el mundo. Una idea, que siendo intensamente similar a la creatividad de Fornasetti, nos acerca al maestro del siglo XX.

Así pues, «Theatrum Mundi» demuestra la profundidad y la universalidad de la regeneración contemporánea de las formas del clasicismo en un ingenioso contrapunto entre las invenciones de Fornasetti y las colecciones en el contexto de uno de los más importantes museos italianos y europeos. El centenar de objetos expuestos entran en un contacto penetrante con los espacios de la Pilotta, haciendo hincapié en la dimensión cultural, de pensamiento, de sueño, de imaginación... para seguir adelante.

Nota

1 La capitalidad italiana de la Cultura de Parma, inicialmente asignada para el año 2020, ha sido prorrogada hasta el 2021, dada la parálisis impuesta por el confinamiento anti COVID-19.