La Unión Europea se ha puesto al frente de la transformación digital del continente y ha presentado este pasado mes de febrero la Estrategia Digital Europea y el Libro Blanco de Inteligencia Artificial. Dos iniciativas con las que pretende instaurar un «mercado único de datos» que respete las leyes europeas y dé mayor seguridad a las ciudadanos y empresas, y promover políticas que ayuden a los países miembros a asimilar la Inteligencia Artificial en su modelo productivo.

Aunque algunos países como España ya habían avanzado sus políticas de IA y economía digital, es la primera vez que la UE pone sobre la mesa de forma oficial una política común en esta materia. La Estrategia Digital Europea responde a ocho problemas principales que tienen que ver con el tratamiento de datos: su disponibilidad, la alta concentración de los servicios en el mercado referentes a esta materia, la calidad de los datos, su gobierno, su infraestructura, los derechos de los ciudadanos respecto a la protección de sus datos, la ciberseguridad y el conocimiento y la formación en temas tecnológicos.

La primera medida de esta estrategia es la creación de un marco legislativo operativo para la gobernanza de los espacios comunes de datos europeos, que estará lista a finales de este año 2020. De esta normativa debe salir la «ley de aplicación de los conjuntos de datos de alto valor» en el primer trimestre de 2021, que pondrá a disposición de los usuarios, de forma gratuita en toda la UE, los conjuntos de datos de referencia del sector público. Otro de los objetivos de la estrategia digital es potenciar el intercambio horizontal de datos entre los sectores económicos de la Unión. También se prevé destinar entre cuatro y seis billones de euros en «Proyectos de Alto Impacto» en los espacios de datos europeos y en las infraestructuras de nubes federadas.

Para el año 2022 está previsto el lanzamiento de un mercado europeo de servicios en la nube que integrará toda la oferta de servicios, y que llevará consigo un reglamento de autorregulación de la nube en la Unión Europea. La inversión en formación digital de los empleados y las pymes en general, que ya se estaba llevando a cabo, se verá reforzada económicamente. La idea es que en 2025, el 65% de la población europea tenga competencias digitales, frente al 57% actual.

El Libro Blanco sobre inteligencia artificial

Junto a la Estrategia Digital, la UE también ha presentado oficialmente su regulación para la Inteligencia Artificial, una tecnología llamada a cambiar para siempre la gestión no solo de la economía, sino de las ciudades en las que vivimos y de nuestro propio modo de vida.

Con este Libro Blanco sobre IA, la Unión intenta no quedarse atrás de los gigantes tecnológicos, que son EEUU y Asia. Pero quiere hacerlo «respetando los valores europeos», es decir, regulando las posibles opacidades que genere esta tecnología. La estrategia propone que al menos un centro de innovación digital por Estado miembro tenga un alto grado de especialización en la Inteligencia Artificial y que se implante una nueva asociación público-privada en materia de IA, datos y robótica.

La inversión es quizá la página que aún falta por escribir en este libro blanco de la IA. El continente ha cogido un poco tarde el tren de esta tecnología. En 2016 se invirtieron 3,2 billones de euros en investigación en IA, muy por debajo de los 12,1 billones de EEUU y los 6,5 billones de inversión del continente asiático. Pero los europeos queremos acelerar el paso y entrar en la carrera tecnológica que es ya la nueva Guerra Fría del siglo XXI.