Octubre tiene un sabor muy especial, quizás solo comparado con el de noviembre. El otoño huele distinto, el año se encuentra en su edad adulta preparándose para morir. Se viven las mejores fiestas, Halloween y Día de Muertos, los colores naranjas dominan el ambiente y, lo mejor de todo, se vive la postemporada de las Grandes Ligas del Béisbol (Mayor League Baseball MLB) que concluye con el Clásico de Otoño, la Serie Mundial.

Octubre nos da la oportunidad de detenernos un momento para detenernos de la vorágine de temas de coyuntura y hablemos de cosas menos urgentes pero más importantes.

De entre todos los deportes, el más filosófico es el béisbol.

John B. Rawls, filósofo estadounidense en filosofía política en Harvard, escribió una carta a su amigo Owen Fiss, doctor en derecho constitucional estadounidense en Yale, el 18 de abril de 1981 donde le expone sus razones para considerar al béisbol un deporte filosófico.

Y dio cinco razones:

  • En primer lugar es un juego en equilibrio en sus reglas y medidas del campo; que permiten jugadas maravillosas como el doble play. Además está ajustado a las habilidades humanas.
  • Por otro lado es un deporte de gente ordinaria. A diferencia de otros deportes que exigen cuerpos humanos cuasi-perfectos, el béisbol tiene posiciones para todo tipo de cuerpo. Altos, chaparros, bajos, etcétera.
  • Un beisbolista usan todas las partes del cuerpo.
  • Además la totalidad de la jugada es visible. Uno debe poner atención a todo lo que ocurre en el diamante.
  • Por último, es el único deporte de conjunto donde no se necesita la pelota para anotar. Por lo que hay acción relevante en distintos puntos del campo al mismo tiempo.

Me gustaría dar otras razones que complementan las razones de Rawls. El béisbol entiende el tiempo mejor, no solo que otros deportes sino en relación con otros entretenimientos que tienen un límite establecido para terminar. El béisbol es como la vida de cada uno de nosotros, sabemos cuando inicia pero no cuando termina. Mi abuelo, gran fanáticos de este deporte siempre me recordaba que último inning también tiene 3 outs. Incluso al final de nuestros proyectos, tareas, trabajos y vida; hasta que no se haya terminado tenemos oportunidad de ganar, tener éxito y ser felices.

El juego de pelota logra la síntesis entre el esfuerzo del individuo y cooperación de equipo. El corazón del juego es el duelo entre el pitcher y el bateador. Uno contra uno. De allí se abre el juego al trabajo en equipo y cooperación para empujar más carreras y para buscar más outs.

Béisbol y matemáticas

Uno de los fundamentos del rey de los deportes es la enorme cantidad de números y datos. Es un juego donde alinean las matemáticas. La aritmética y geometría del juego es el mejor modo de descubrir la verdad; es el sueño hecho realidad del proyecto epistemológico de la modernidad. Los datos le dan a este juego un alto grado de accontability; todos los equipos juegan 162 en su temporada regular. Una larga temporada elimina las variaciones en resultados causadas por la suerte y al azar. Después de 162 partidos un equipo es tan bueno o malo como su récord lo dice.

En ese sentido, el béisbol logra el sueño del sistema liberal en lo político y social; es una meritocracia que elimina el factor suerte.

Los números bajan hasta el nivel del jugador. Los datos se generan, recolectan y analizan a diario y están a la vista de todos; quizás no exista otra profesión en el mundo con tal nivel de personal accounting. Ni políticos, ni empresarios, ni intelectuales se enfrentan en todo momento a los números resultado de su función.

Y el sistema de control del rey de los deportes a nivel del bateador nos da una lección para nuestra vida, personal y profesional. Un bateador de alto nivel, súper estrella, de salón de la fama tiene un porcentaje de éxito de .3, de cada 10 veces que intenta batear solo 3 veces pega un hit. Lo que quiere decir que el bateador exitoso fracasa en el 70% de sus intentos. El fracaso y el error es parte del juego, de la vida y por lo tanto se debe medir, tomar en cuenta. En el béisbol, el error es una métrica.

Las matemáticas explican mejor el juego.

Béisbol y literatura

El carácter filosófico del juego de pelota va más allá de los números y llega al mundo de la literatura. Su desarrollo, sus jugadas, sus ritmos y emociones lo vuelven el deporte propicio para el juego de las palabras. Durante el siglo XIX, en distintos periódicos americanos se publicaban reseñas de partidos y jugadas escritas en verso, en poemas cortos.

Por otro lado el poder narrativo del Baseball lo hace el deporte ideal para las narraciones de radio. Los aficionados saben que muchas veces es preferible prender el radio que la televisión o que la experiencia de asistir al parque es muy superior cuando vas acompañado de un pequeño radio.

Pues el juego tiene una capacidad de generar metáforas en sus transmisiones. Aquí un ejemplo:

El serpentinero, desde la lomita, lanza rumbo a home, donde el bombardero conecta un lo que parecía un palo de vuelta entera. El patrullero de la derecha recorre toda la pradera buscando robarse el Hit. Sin embargo, la Doña Blanca salió del parque acarreando dos carreras con ella.

En México tuvimos a uno de los grandes narradores de baseball, el famoso Pedro Septién el Mago quien nos dejó las siguientes frases:

  • Una Serie Mundial es un conflicto de músculos, de técnica y de neurosis, telaraña de pasión y fanatismo que devora la lógica, aunque también es un ballet sin música, un drama sin palabras y un carnaval sin colombina.
  • Matemática obscura, brillante ballet eso es el baseball.
  • ¿Qué sería del baseball sin los ampáyeres? Una forma insensata de correr las bases.

El escritor Stephen King, aficionado a los Red Sox’s, ha usado al béisbol como eje narrativo de dos de sus historias: Blockade Billy y La chica que amaba a Tom Gordon. Su carácter literario le da sentido al juego. Nos ayuda a darle sentido, motivo finalidad. Jugamos a la pelota para generar historias.

Béisbol y mito

Algunos incluso creemos que este juego llega a niveles mitológicos y místicos. Con todo y sus números y métricas hay explicaciones que solo se pueden dar recurriendo a elementos irracionales. ¿Cómo explicar que los Red Sox de Boston y los Cubs de Chicago tardará tanto tiempo en lograr ganar un nuevo campeonato? ¿Cómo era que esos equipos tantas veces perdieran con errores infantiles y bobos?

No hay otra razón más que la Maldición de Babe Ruth de Boston (superada en 2004) y la Maldición de la cabra de los Cubs (superada en 2016).

Al final de todo, el béisbol es la armonía entre el análisis meticuloso y significado (sentido). No puedes dividir el significado espiritual del béisbol sin comprender sus matemáticas. Los amantes de las estadísticas no extinguen el significado: la línea de partida de cada jugador para contar la historia de su temporada, por lo que, si quieres acertar, tienes que decir la estadística correcta.

Epistemológicamente en este juego no hay oposición con un doble play, un home run. genera verdades casi absolutas. El rey de los deportes significa tanto o más para el estatista incorregible como lo hace a cualquier otra persona

La mayor aspiración de la filosofía, que la logra el béisbol, es tanto el rigor como el humanismo, poner el pensamiento analítico a servicio de los valores humanos. El béisbol es una alegoría de la filosofía en su mejor expresión: humanista pero rigurosa, históricamente informada. que no tiene que elegir entre humanidad y rigor. De hecho, no puedes tener ninguno de estos sin el otro.

Posdata

Escribí mi texto el 10 de octubre. Hoy pronostico que la Serie Mundial enfrentará a los Nacionales de Washington contra los Yankees de New York.