Entre las maravillas naturales que bendicen a Venezuela, se encuentra el Theobroma Cacao, nombre científico de la planta del Cacao. Theobroma significa en griego “alimento de los dioses”. El cacao venezolano es conocido como el mejor cacao del mundo. Su reputación se remonta desde el tiempo de la conquista española. Principalmente por poseer una buena genética de su suelo en un territorio muy diverso, con un calor ideal y las montañas que forman un cacao concentrado, más dulce y más aromático. El sol y el clima tropical hacen un cacao esplendido, de un gusto y un aroma extraordinarios, con características sensoriales únicas.

La genética no es su única preeminencia; el conocimiento ancestral de los procesos post cosecha de los agrícolas que laboran con pasión y el corazón las tierras productoras de Cacao en Venezuela transfieren a este fruto su origen y genética, creando un Cacao fresco, con un color estupendo y muy delicioso, digno de una buena labor. Como manifiesta Chloé Doutre-Roussel, autora del libro Chocolate para entendidos, “con un mal cacao no se puede hacer buen chocolate, pero un buen cacao no garantiza un excelente chocolate. Es necesario procesar de forma correcta el grano, prestando atención a cada uno de los procesos desde la semilla hasta la tableta”.

Sin embargo, se teme que este título sea desalojado. En Ecuador se desarrolla una ardua campaña de cultura cacaotera, en conjunto con una exhaustiva y exitosa publicidad pagada que asegura que Ecuador se ha convertido en el país del cacao de más fino aroma del mundo. Esto se puede deber básicamente al proceso de exportación excepcional que brinda este país y del cual está careciendo Venezuela. La Chef y empresaria venezolana María Fernanda Di Gacobbe comenta al respecto: “…un buen empresario y un buen chocolatero de productos finos debe preferir un cacao que (aunque tenga una calidad original menor) sea bien manejado y bien almacenado, pero que además llegue en las fechas acordadas y sea bien transportado en contenedores modernos y refrigerados. Eso siempre será preferible antes que el mejor cacao del mundo deteriorado por la falta de amor que tienen los gobernantes y algunos empresarios de Venezuela”.

Para evitar ser desplazados y que el mejor cacao del mundo no se convierta en un mito, un grupo de emprendedores y profesionales en el área han tomado la iniciativa de difundir sus conocimientos y rescatar la cultura cacaotera que le pertenece a cada venezolano. Desde diversos programas sociales, que se han manejado con el apoyo de algunos entes gubernamentales, hasta el primer Diplomado en Gerencia de la industria del Cacao dictado por la acreditada Universidad Simón Bolívar, son los motores para inducir a las nuevas generaciones a entender, conservar y reimpulsar la industria del mejor cacao del mundo.