La Galería Fernando Pradilla presenta la segunda exposición individual en sus salas de Álvaro Barrios (Cartagena de Indias, Colombia, 1945). En esta ocasión, el artista muestra el proyecto La multiplicación de los cuadros. Se trata de una selección de obra sobre lienzo realizada entre los años 2013 y 2025 que refleja su interés por el apropiacionismo y por las técnicas de reproducción masiva de las imágenes. Además de suponer un homenaje a los grandes artistas que admira como Marcel Duchamp o Picasso.
Barrios es uno de los artistas más relevantes de la escena colombiana y goza de proyección internacional. Su obra está representada en las colecciones del MoMA de Nueva York, el Museo de Arte Contemporáneo de Chicago o la Colección Daros de Zúrich, entre otros muchos. De niño estudia en el colegio Biffi-La Salle de Barranquilla donde recibe una formación católica dirigida por profesores europeos. Su llegada a la Universidad pública del Atlántico supone su primer encuentro con los grupos de la intelectualidad barranquillera y sus primeras lecturas de los existencialistas franceses y la poesía Beat. Son los años en los que entra en contacto con el fundador del grupo literario Nadaísta, Gonzalo Arango y otros artistas como Edgar Negret o Norman Mejía. También con Enrique Grau, Cecilia Porras y Alejandro Obregón, director entonces de la Escuela de Bellas Artes donde Barrios realiza en 1966 su primera exposición.
En 1967 realiza una muestra individual en el Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO) invitado por Marta Traba en cuyo círculo se encuentran artistas como Bernardo Salcedo o Beatriz González. En estos años realiza un gran viaje por Europa que supone una experiencia iniciática para nuestro artista ya que entra en contacto por primera vez con una obra de Marcel Duchamp en el Museo Peggy Guggenheim de Venecia. Este descubrimiento de la cultura europea, de las obras maestras de la antigüedad y de las vanguardias del siglo XX, desde el surrealismo al nuevo realismo, hace cambiar a Barrios su visión del arte y enfocarla hacia los planteamientos del arte conceptual. “Mi primer contacto con Duchamp fue a partir de un libro que no tiene imágenes, Conversaciones con Pierre Cabanne, en forma de entrevista. En él están reflejadas las principales ideas de Duchamp y me impresionó mucho toda su teoría respecto al arte, al mundo, a otros artistas. No me pareció tan iconoclasta o contestatario sino profundo y comenzó mi interés en dar primacía a las ideas por encima de las formas.” [A.B]
Las obras de Marcel Duchamp se convierten así en material recurrente para la obra de Barrios en lo que él mismo ha definido como un “Ready made recíproco”, y que María Belén Sáez de Ibarra en su texto con motivo de la exposición La leyenda del sueño. Revisión de la obra de Álvaro Barrios define así: “En el autorretrato como Duchamp como Rose Selavy, Barrios establece un diálogo de apropiaciones sucesivas y dobles… El juego de la apropiación resquebraja la noción de arte, despoja a las obras de arte de su posible aura y rompe el hilo que lo ata al dominio de su autor. Es un acto de insurrección. ”
Su idea religiosa del mundo cambia también a partir de su gira europea y comienza a interesarse en otras rutas espirituales como el esoterismo, el espiritismo y la Teosofía de Madame Blavatsky que también influyó en algunos artistas europeos de vanguardia. Lo que comienza como un juego acaba siendo una actividad fundamental para su obra. De vuelta a Barranquilla conoce a una médium que le ayuda a ponerse en contacto con su “espíritu guía”, a la manera que ya habían experimentado los surrealistas en Europa y, junto a otros artistas interesados en el ocultismo, forman el Centro de investigaciones psíquicas. “Nos reuníamos una vez por semana durante la noche para investigar, mediante experiencias psíquicas, sobre los grandes interrogantes que nos plantea el arte. En estas sesiones descubrí mi ‘facultad mediúmnica parlante’ a través de la que intentamos conseguir respuestas a todo lo relacionado con nuestras dudas. Nos sirvió de guía para nuestra propia obra.” [A.B]
En los años setenta ejerce de Catedrático en la Facultad de Arquitectura de la Universidad del Atlántico y en la Escuela de Bellas Artes de Barranquilla. En 1971 concibe una de sus obras más emblemáticas, El mar Caribe destinado a la VII Bienal de París. Se trata de una instalación formada íntegramente por serigrafías cuadradas de color azul por un lado y rojo por el otro. Cada cuadrado representa un fragmento del mar Caribe tal y como se ilustra en los mapas, delimitados por sus latitudes y longitudes. Esta obra, titulada ahora El mar de Cristóbal Colón, de la que existen tres ejemplares, ha sido adquirida recientemente por el Museo Reina Sofía de Madrid, los otros dos ejemplares se encuentran en las colecciones del Museo de Chicago y el Museo Pérez de Miami.
Esta década de los setenta es especialmente fructífera y sienta las bases de su trayectoria artística. Sólo un año después de la obra El mar del Caribe, Barrios se va a interesar por la reproducción a gran escala de la obra de arte y crea el concepto de sus Grabados populares. Una acción colectiva de carácter popular en la que el artista inserta dibujos publicitarios en los diarios de gran tirada que, coleccionados por el público, son firmados y numerados por el artista en un lugar y día determinado. La publicación de los grabados populares es una práctica que Álvaro Barrios sigue desarrollando a lo largo de su carrera. Con motivo de esta exposición en la sala Fernando Pradilla, el Cultural del ABC insertará uno de ellos que el artista firmará el sábado 13 de septiembre en la misma galería.
En la obra de Álvaro Barrios se mezclan imágenes tanto de la cultura y el arte popular como homenajes a los grandes artistas de la historia: “En 1991 vi en el MoMA la exposición High and low, modern art and popular culture, y constaté la relación entre ellos y cómo se nutren uno al otro. Picasso, por ejemplo, a la hora de plantearse un problema formal se relaciona con la caricatura. Es el gran creador de formas y se nutrió tanto de la caricatura, como del arte africano y los periódicos.” [A.B]
En esta exposición en la galería Fernando Pradilla nos vamos a encontrar con varias pinturas de gran formato y varios lienzos que recurren a las ideas de Barrios: la repetición, el apropiacionismo y la utilización de imágenes y técnicas propias de la obra múltiple como la serigrafía. Refiriéndose a ellas el artista explica: “En las pinturas de gran formato me sigo considerando un dibujante y un artista conceptual, no un pintor, porque se trata de líneas y colores planos. Tengo un gran respeto por la pintura y por los grandes pintores. Me interesa todo arte en cualquier medio, convencional o no, siempre y cuando haya ideas importantes que expresar y transmitir, incluyendo por supuesto la pintura.” [A.B]
(Fuentes: Colección Banco de la República. Textos de María Belén Sáez de Ibarra y vídeo de la conversación con Álvaro Barrios)