Blum se complace en presentar Naked (Desnudo), una exposición de nuevas pinturas del Tomoo Gokita, artista basado en Tokio. Esta es la tercera exposición individual del artista con la galería.

Conocido por darle un inquietante giro a la figuración, Gokita explora desde hace tiempo la tensión entre lo familiar y lo distorsionado en la gran carga psicológica de sus composiciones. Trabajando tanto en monocromo como en colores vivos, construye un lenguaje visual distintivo donde fusiona el retrato, la abstracción y la memoria cultural. Sus primeras obras se inspiraban en imágenes encontradas — revistas vintage y periódicos antiguos— que le servían de trampolín visual y que él deformaba y reimaginaba intuitivamente usando su singular proceso pictórico táctil.

Sin embargo, en los últimos años Gokita ha reencauzado su práctica hacia el interior. Ya no se basa en medios existentes, sino que canaliza sus temas a partir de la memoria y la invención subconsciente. Las formas resultantes, parte humanas y parte fantásticas, ocupan un espacio liminal entre la realidad y el ensueño. Sus personajes toman forma mediante capas de borrado y reinvención. Este enfoque iterativo permite que cada figura exista como una colisión de gestos, influencias y estados emocionales, invocando a artistas desde Picasso a Guston, al tiempo que evoca la extrañeza espectral del cine de ciencia ficción y los paisajes oníricos surrealistas.

Con Naked, Gokita dirige su atención al tropo del desnudo femenino, replanteando con irreverencia ácida y belleza grotesca un tema históricamente sobredeterminado. En estos cuadros, los cuerpos surrealistas se erizan con una fisicidad desafiante, rechazando la objetificación en favor de una agencia conflictiva. Haciendo referencia al glamour de Playboy, lo extraña estética de las películas de serie B y la composición de la pintura impresionista, los desnudos están saturados de colores intensos y turbadores. A la vez seductores e inquietantes, títulos como Peeping woman (Mujer mirona, 2025), The baby-sitters club (El club de las niñeras, 2025) y The balcony incident (El incidente del balcón, 2025) insinúan narrativas extrañas y humorísticas, impregnando la obra de ironía, inquietud y un firme rechazo a la belleza convencional