Blum se complace en presentar la primera exhibición individual del artista polaco Wilhelm Sasnal con la galería.
Resistiendo un único estilo pictórico —abstracciones que rozan la figuración onírica— para su primera exposición en Blum, Wilhelm Sasnal explora la iconografía y el léxico visual de las carreteras del sur de California. Pintando a partir de fotografías y bocetos, Sasnal capta imágenes del corto tiempo que pasó viviendo en Los Ángeles como ciclista, íntimamente familiarizado con la textura, la paleta y las imágenes de las vías públicas de la región. El conjunto de obras que resulta comparte temas con el cine negro, examinando las complejidades del negro como ausencia de color; las viñetas son a la vez dramáticas, inquietantes y estimulantes.
Tras estudiar pintura en la Academia de Bellas Artes de Cracovia, Sasnal se propuso crear obras que deshicieran la metodología restrictiva asociada a la pintura formal. Realizando piezas más relacionadas con el dibujo con pintura que con la pintura propiamente dicha y prefiriendo usar como guía novelas gráficas o portadas de discos en lugar de a los antiguos maestros, Sasnal desarrolló su carrera en torno a la idea de dar un giro a la pintura. Esto incluyó llevar temas representados en negro al primer plano de sus composiciones, invirtiendo así los principios rectores del claroscuro, un fundamento de la pintura barroca y renacentista.
En la actualidad, Sasnal es un ávido estudiante del canon de la historia del arte, inspirándose y rebelándose contra una variedad de fuentes, como Edgar Degas o Sigmar Polke, pero su entusiasmo por este discurso sigue impregnado de un espíritu confrontador. Manteniendo su fijación por el negro como pausa visual en las composiciones tradicionales, Sasnal impone franjas de pintura negra —un descanso compositivo— sobre el ajetreo de los paisajes que representa en colores pálidos. En All American (2025), por ejemplo, las palabras que dan título a la obra flotan en el horizonte desértico como si las carreteras estuvieran pavimentadas en el aire.
El asfalto ocupa un lugar primordial en esta exposición, tanto por sus características físicas como por sus implicaciones conceptuales. Sasnal se sumerge en las múltiples facetas de esta sustancia, absorbiéndola de una manera íntima como solo un ciclista puede hacerlo. Al transmitir sus hallazgos, lo hace con la sensibilidad de un artista muy versado en semiótica, teoría del color, profundidad y perspectiva. En cuanto a sus implicaciones externas, Sasnal señala que el asfalto está hecho de petróleo, lo que alude a muchos problemas globales. El asfalto también contiene un complejo espectro de negro, que Sasnal expresa a través de una gama de gestos que van desde líneas abstractas serpenteantes hasta bloques de pigmento de bordes sólidos. Las carreteras también destacan por su uso tradicional en la perspectiva, ya que solo requieren dos líneas de fuga y un punto en el horizonte para expresar profundidad.
Sasnal pinta de una manera específica para el medio, pero selecciona los temas de manera multidisciplinar. Archivando y reflejando los matices de la cultura sobre sí misma, en esta exposición, Sasnal tomó fotografías, mantuvo una práctica de dibujo y tomó prestados tipos de letra mientras recopilaba momentos o ideas notables para pinturas futuras. Las obras Palmdale 1 y Palmdale 2 (ambas de 2025), por ejemplo, están pintadas a partir de fotografías que el artista tomó en la calle mientras iba en bicicleta. Al darse cuenta de la presencia de varios aviones de combate aparcados justo dentro de los límites de una base militar cerca de Palmdale, California, el artista registró con la cámara este encuentro inesperado y ominoso. Más tarde, al crear las composiciones de cada obra, estas enormes armas se convierten en figuras abstractas y sombrías para transmitir y aislar la sensación única que transmite al espectador al ver el original. Con el pincel sobre el lienzo como lente que da sentido a estos talismanes de nuestra sociedad, Sasnal no es solo un documentalista, sino también un filósofo de lo ignorado.