Blum se complace en presentar LACMA seeds and weeds, la primera exposición individual con la galería de Adam Silverman, artista afincado en Los Ángeles.

Silverman, que encuentra continuamente nuevas formas de abordar la idea de lugar a través de su dominio del medio cerámico, ha recurrido a las obras de construcción del próximo edificio del Museo de Arte del Condado de Los Ángeles (LACMA), diseñado por Peter Zumthor, como fuente de inspiración. Recogiendo restos como alquitrán, arcilla y árboles de bambú talados, el artista incorpora estas muestras en la constitución final de cada vasija.

Licenciado en Bellas Artes y Arquitectura por la Escuela de Diseño de Rhode Island, la conciencia espacial y estructural en la producción artística de Silverman es palpable. Tanto por su construcción como por su relación con el entorno, las vasijas de Silverman se presentan como elementos de una instalación mayor relacionada también con el entorno: partes de un todo consideradas dentro de un contexto contingente. Después de sus estudios, mientras realizaba una residencia en cerámica en Mashiko, Japón, ciudad conocida por su rica tradición cerámica, Silverman observó y utilizó la arcilla local con la que la gente de la región trabajó durante siglos. Quienes conozcan las vasijas tradicionales de Mashiko reconocerán el estilo y el acabado característicos que resultan, en parte, de las reacciones químicas resultantes de cocer hierro y ácido silícico que se encuentra de forma natural en el suelo de la zona. Fue en Japón donde Silverman empezó a examinar las relaciones entre las propiedades geológicas de la cerámica y el lugar, pero no fue hasta más tarde que empezó a mezclar en su proceso indicadores geológicos con significados culturales.

Fue mientras trabajaba en una instalación para el Museo de Arte Kimbell en Fort Worth, Texas, cuando Silverman usó por primera vez materiales excavados de un espacio cultural para construir sus vasijas. Intrigado por la convergencia de dos de sus arquitectos favoritos, la adición de Renzo Piano al edificio original del Museo diseñado por Louis Kahn, Silverman quería crear algo que abarcara el solapamiento físico de estas dos enormes fuerzas culturales. De forma parecida, Silverman vio que el espacio de construcción del Museo de Arte del Condado de Los Ángeles, de Zumthor, junto a las históricas fosas de alquitrán de La Brea, en el corazón de la ciudad, constituía un momento de relevancia institucional, arquitectónica, biológica y geológica que podía preservarse a través de la cerámica.

LACMA seeds and weeds concreta una transición para Los Ángeles, en la que un terreno que ha actuado como punto de encuentro, proporcionando a la ciudad una visión de su pasado prehistórico, se ve salpicado de propiedades únicas a medida que una nueva estructura ocupa ahí su lugar. Utilizando materiales de la zona de construcción como parte del medio para crear el efecto de sus obras acabadas, Silverman honra conceptualmente en sus objetos las muchas etapas de la historia de este lugar. Buscando cuidadosamente en la excavación del edificio del LACMA, Silverman encontró depósitos de alquitrán burbujeando desde el suelo junto a depósitos de arcilla natural. Tras trasladar estas sustancias a su estudio, las procesó utilizando un mortero hasta obtener una mezcla específica que utiliza para crear el acabado de sus vasijas "semilla" y "hierba" presentadas aquí.

Como su nombre indica, las vasijas "semilla" y "hierba" de Silverman podrían haber aparecido en su lugar de origen, ya que eso han hecho los ingredientes de su composición. Silverman es el experto que permite su existencia específica mediante un meticuloso proceso que puede incluir varias cocciones, restringir el flujo de aire al horno o soplar ceniza sobre las vasijas para conseguir el acabado singular de cada obra. Cada pieza nace de la combinación de lo que ofrece el LACMA y lo que tan solo Silverman puede cultivar.