Servidor es buen público. Mi capacidad de sorprenderme es a priori infinita, a pesar de que a estas alturas ya estoy vacunado – doble dosis – contra la ingenuidad, la credulidad y las chapuzas.
Ayer, 29 de abril 2025, una información acojonó a la cátedra francesa. Un estremecimiento de pavor recorrió la espina dorsal de periodistas, políticos, filósofos y otras gentes de bien. Hela aquí:
La cantidad de desempleados sin ninguna actividad (categoría A) creció en un 8,7%, alcanzando a 3 millones 400 mil personas durante el primer trimestre del 2025, o sea 273.100 cesantes más con relación al trimestre precedente, en el que las cifras habían dado un salto inédito desde el 2008.
¿Es grave doctor? Lo es. A tal punto que radios y cadenas de TV recurrieron al mejor remedio que conocen: los economistas.
France Info, radio pública, hizo venir de urgencia a Éric Heyer, director de Análisis y Previsión del Observatorio Francés de Coyunturas Económicas (OFCE) y profesor de economía en Sciences Po París, en la SKEMA Business School y en la universidad del Mediterráneo Aix-Marseille. Especialista del mercado del trabajo, Heyer se ocupa de temas como las jubilaciones, la crisis económica o la austeridad, y realiza numerosas previsiones coyunturales y modelizaciones en el marco del OFCE.
Éric Heyer, por el bien de la Humanidad, desdramatiza el aumento del desempleo. Para comenzar, dice, “no se trata de un aumento, sino de una... fluctuación”. El empleo no aumenta: “fluctúa”. En segundo lugar, “en las estadísticas se hizo sentir un cambio de metodología y de definiciones”. Todo lo cual le lleva a estimar que el aumento del número de desempleados es sólo de 25 mil pringaos. Una poquedad...
En la región del Loiret la prensa local también toca el tema:
Desempleo de los jóvenes aumenta explosivamente en el Loiret Las cifras de France Travail relativas al 1er trimestre 2025 en fuerte aumento, sobre todo entre los menores de 25 años. Los nuevos dispositivos de inscripción no son ajenos al fenómeno (…) La cantidad de inscritos sin ninguna actividad aumentó en un 28,1% a principios de año. El aumento anual es aún más espectacular: +38,2% en un año... Un salto que se explica por las nuevas reglas. En el marco de la puesta en obra de la ley para el pleno empleo, los solicitantes y beneficiarios del RSA (ingreso mínimo), los jóvenes que buscan empleo y las personas discapacitadas son sistemáticamente inscritas a contar de enero del 2025.
Una genialidad. Había que encontrarla: si no inscribes a quienes buscan empleo, el desempleo, cesantía o paro... ¡disminuye!
Hace algún tiempo, en el año 2003, difundí una monografía que trata, entre otras cosas, de las soluciones para el desempleo. Allí puedes leer lo que sigue:
El método de la modificación de las definiciones
El método de Margaret Thatcher y John Major por ejemplo. Que consiste en modificar la definición que permite identificar un desempleado, un currante sin curro. Para contarlo o no contarlo como desempleado. (...) Y el método dio buenos resultados: en Inglaterra modificaron veinticinco veces la definición de desempleado en veinte años, gracias a lo cual lograron hacer disminuir el desempleo. ¡Qué artistas!
El método de los procedimientos de cálculo
Otro método consiste en modificar los procedimientos de cálculo. Este método ha sido utilizado en Europa por gobiernos de derecha y de izquierda. Según que las cifras se tomen el 15 de cada mes, o el 30, que se aplique tal o cual coeficiente corrector de variaciones estacionales, que se utilice tal o cual algoritmo o procedimiento estadístico, el desempleo baja de un puntito o dos y... ya está. Por eso uno comprende que Winston Churchill haya explicado que él creía en las estadísticas sólo cuando las falsificaba él mismo...
El método de las ayudas a las empresas, o la subvención del salario mínimo
Este método, (…) consiste en ayudar a las empresas mediante trabajo subvencionado. Nótese que se ayuda a las empresas, no a los desempleados. Este método se pone en práctica de diferentes modos. Por ejemplo haciéndole pagar al Estado las cargas sociales que normalmente paga la empresa. O subvencionando el salario mínimo. De ese modo la empresa obtiene trabajo a un precio inferior al precio del mercado (que se supone demasiado alto), mejorando su “competitividad”.
Este método fue puesto en práctica, entre otros, por el Presidente Mitterrand. Después del despilfarro de cientos de miles de millones de francos Mitterrand reconoció en una entrevista a la televisión gala que no se había creado un solo empleo. La razón era simple. Cada empresa despidió a los trabajadores cuyo salario no era subvencionado y los reemplazó por aquellos que calificaban para la subvención. De ese modo la empresa privada obtuvo la transferencia de cuantiosos recursos del Estado sin contrapartida real. Lo que no les impide quejarse cada día de la intervención del Estado en la economía.
El método de la flexibilidad laboral (llamado en Chile el “método Foxley...”)
Método que toma pie directamente en la teoría de mis dos del mercado del trabajo libre y sin trabas, en el cual se alcanza el salario de equilibrio y el pleno-empleo. Consiste en eliminar el salario mínimo así como todas las regulaciones, legislaciones y disposiciones que protegen al asalariado.
El método del aumento de la demanda
¿Y si para estimular la producción y el crecimiento estimulásemos la demanda? ¿Ah? (...) Los economistas, los patrones, y unos cuantos líderes políticos sugirieron y luego pusieron en práctica dos métodos geniales. Uno de ellos, el lavado de cerebro, resultó en el invento de uno de los más altos logros de la especie humana: la publicidad.
Además...
Si el salario semanal o mensual, cobrado al fin del período de trabajo, es insuficiente para adquirir y consumir los productos creados durante la semana o el mes de trabajo, ¿cuál es la solución? Puesto que tu salario es insuficiente para consumir en el presente lo que te queremos vender en el presente, te vamos a dar la posibilidad de consumir en el presente lo que te queremos vender en el presente... pagando con tus salarios futuros. Así inventaron el crédito al consumo.
(…)
Cuando en 1929 se produjo la mayor crisis bursátil de la historia, crisis que mandó decenas de millones de trabajadores yanquis al desempleo y a la miseria más espantosa, 60% de las radios, de los automóviles y de los muebles vendidos en los Estados Unidos estaban siendo pagados a crédito.
El método de la redistribución del ingreso
Ya de entrada déjame decirte que este método no ha dado resultados en ningún sitio. Por la simple razón que nadie lo ha aplicado. A pesar de que, desde los albores de la llamada ciencia económica, aquellos que pusieron las fundaciones de la mediagua precisaron que el crecimiento, o lo que es más o menos lo mismo la creación de riqueza, no era el tema importante. David Ricardo, por ejemplo, el padre de la economía clásica, siempre rehusó acordarle algún interés al monto del producto nacional si no se tomaba en cuenta su distribución.
En una carta fechada el 9 de octubre de 1820, Ricardo le escribió a Malthus lo que sigue:
La Economía Política es según Ud. un estudio sobre la naturaleza y las causas de la riqueza. Yo estimo por el contrario que ella debe ser definida como un estudio sobre la distribución del producto de la industria entre las clases que concurren a su formación..
Pero esta simple verdad dejó de formar parte de la Teoría Económica, oportunamente remplazada por el crecimiento, la productividad, la rentabilidad y el retorno de la inversión. Eso es lo que le preocupa a Éric Hayer y en general a todos los economistas al pedo. El destino de los productores les resulta ininteresante, y la distribución del producto les parece ser un sinónimo del lucro.
La realidad, sin embargo, regresa cada vez que la expulsan mediante artificios cogitadores cuyo único objetivo se limita a esconder la pelota. Hoy, la prensa no pudo sino publicar esto:
En su nota de coyuntura publicada en marzo, el INSEE (Instituto Nacional de Estadísticas) anticipó un ligero aumento del desempleo, con una tasa que podría alcanzar un 7,6% a mediados del 2025. La razón: insuficientes creaciones de empleo frente al aumento de la población activa.
Simple detalle: no se puede culpar a la población, cuya tasa de reproducción cae en picada. ¡La tasa de natalidad sigue bajando que es un gusto! ¿Por qué será?