Entre los valores del patrimonio gastronómico de Venezuela más conocidos a nivel internacional, figuran el ron, el cacao y las arepas. Junto a ellos, aunque con menos fama, nos orgullecen y amamos nuestros quesos frescos, el café, el cocuy y sobre todo al rey de las celebraciones: los tequeños.

Los tequeños son «pasapalos», así les decimos a los bocados que se sirven acompañados de una bebida, generalmente alcohólica. Son bastones de queso blanco fresco semi duro envueltos en una masa elaborada con harina, sal, mantequilla y fritos en aceite bien caliente.

«Fiesta sin tequeño no es fiesta» escuchamos decir con frecuencia. Y es que estos bocados son símbolo de emotivas celebraciones entre familiares y amigos: bodas, cumpleaños, bautizos y primeras comuniones. Ahora también se disfrutan cómodamente en la intimidad de los hogares, gracias a una gran cantidad de emprendedores que los hacen y comercializan congelados, listos para freír en el caldero y degustar en desayunos o meriendas. Es así como se han convertido en importante fuente de ingreso para muchas familias venezolanas.

Evasinair Carrera es cofundadora, junto a su tía Lilia Esther Carrera, de Tequeños Las Tías. Es una empresa familiar que nació hace casi 26 años y ha sido ejemplo para muchos. Cuenta que actualmente trabajan en el centro de producción 27 empleados, en su gran mayoría mujeres, y elaboran unos 25 mil tequeños por día. Carrera asegura que en el proceso mezclan amor, conocimiento y experiencia. En el 2014, la Academia Venezolana de Gastronomía reconoció su esfuerzo, su perseverancia y la calidad de sus tequeños con un prestigioso Premio Tenedor de Oro.

La Academia Venezolana de Gastronomía fue fundada en el 2004. Entre sus objetivos figuran estimular el mejoramiento de la alimentación y la práctica de la buena cocina. Sus miembros promueven el estudio y la investigación de las cocinas regionales del país, documentar y conservar el patrimonio culinario venezolano que es parte integral de la identidad nacional y divulgar la cultura gastronómica de Venezuela. La Asociación reconoce el esfuerzo y el trabajo de individuos y organizaciones con los Premios Tenedor de Oro, Armando Scannone y las Menciones Tenedor de Oro. Cocineros, autores de libros, productores de ron, de chocolates, de quesos frescos, vinos, y otras delicias también han sido premiados.

Todo va cambiando y algunos hacedores de tequeños experimentan con nuevos sabores que seguramente sus creadores originales jamás imaginaron. Desde hace unos años encontramos algunos -tan sabrosos como los originales- rellenos con chocolate, con guayaba y queso, vegetarianos y hasta con embutidos. También comenzaron a servirse con salsas de diferentes sabores. La chef Elena Ibarra, hizo famoso su glorioso jarabe para bañar tequeños elaborado con papelón, pimienta guayabita, canela y clavos de olor. Otros cocineros venezolanos como son Mercedes Oropeza, Ana Belén Myerston, Eduardo Moreno, Carlos García, Víctor Moreno, Francisco Abenante y Sumito Estevez han ofrecido tequeños en los menús de sus restaurantes.

Hay varias teorías sobre el origen de los tequeños. La que cobra más credibilidad es que nacieron en la ciudad de Los Teques, en la cocina de la familia Báez para una importante celebración a principios del siglo 20. Los caraqueños los bautizaron y popularizaron con su nombre anunciando cuando llegaban los vendedores: «¡Llegaron los tequeños!». Son, eternamente, fuente de gran alegría y orgullo para todos los venezolanos.