Hasta el 1 de noviembre próximo en los Museos Capitolinos de Roma, la muestra «Lockdown Italia», ilustra, en más de 70 fotografías realizadas por 30 fotógrafos y periodistas de 11 países extranjeros, las diversas fases de la pandemia en Italia: desde el encierro, el 9 de marzo, hasta los primeros pasos hacia la normalidad.

Son imágenes impactantes, algunas tristes, otras curiosas, otras de gran fuerza emotiva, como la del papa que, el 27 de marzo, camina encorvado bajo la lluvia para impartir la bendición Urbi et Orbi en una plaza de San Pedro inaccesible y vacía, o la niñita que atraviesa en monopatín la Plaza Navona, donde la ausencia de visitantes ha permitido que crezca el pasto entre los ladrillos del pavimento, los famosos sanpietrin.

La exposición es «un testimonio de luz en un periodo oscuro de Italia», como ha señalado durante la inauguración el Primer Ministro de Italia, Giuseppe Conte, que, en el prólogo del catálogo, recordó la frase del escritor y Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, quien, en su famosa novela, El amor en los tiempos del cólera, escribió que tenía la sospecha de que fuera «la vida más que la muerte la que no tenía límites».

La muestra permite revivir los instantes fundamentales que han acompañado a los italianos a partir del fatídico 9 de marzo de este año: un viaje fotográfico que, junto con recordar y documentar esos dramáticos momentos, al mismo tiempo quiere rendir homenaje a la valentía y a la resiliencia demostrada por los italianos en los días más difíciles de la pandemia.

En la primera sección, denominada «el comienzo de la pesadilla» emerge en forma preponderante el drama de ese momento histórico en las imágenes de los médicos y enfermeras de lo que se denominaba «la primera línea», es decir, la lucha cotidiana en las terapias intensivas; las hileras de ataúdes; las luces de algunos edificios que reflejan ininterrumpidamente la frase «quédense en casa». Sucesivamente, nos encontramos con el «silencio rumoroso» de las calles y plazas vacías, para sumergirnos, a continuación, en el dolor de los enfermos y de los familiares de las víctimas.

En la segunda parte de la muestra, de nuevo resplandece el sol de la cotidianidad con las imágenes de un país que reacciona, en un primer momento, con las personas asomadas a sus respectivos balcones y ventanas, cantando el Himno Nacional, luego con los negocios que poco a poco empiezan a abrir, para terminar con el paulatino retorno a la normalidad, si bien con las restricciones necesarias para enfrentar el virus: mascarillas, distanciamiento social, control de la temperatura, es decir, vida «normal» en un período que está lejos de ser normal.

La exposición concluye con una sección dedicada al trabajo de los fotógrafos y de los periodistas durante la pandemia. A través de un collage de fotos, se describe el trabajo de los corresponsales en este periodo, cuando fue necesario adaptarse a las normas y restricciones impuestas: directas televisivas desde la casa o en sets improvisados, reportajes con mascarillas en ciudades desoladamente desiertas, conferencias de prensa, entrevistas en línea.

El primer visitante a la exposición fue el Primer Ministro Giuseppe Conte, acompañado por la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, «anfitriona» en los Museos Capitolinos. También el Presidente de la República, Sergio Mattarella, visitó la muestra, que ha tenido amplia resonancia, ya que se trata del testimonio de un país que, si bien fue profundamente afectado, fue capaz de dar un ejemplo al resto del mundo: el trabajo de los corresponsales extranjeros es un viaje a través de las imágenes que subrayan no solo las situaciones dramáticas en los hospitales, en las funerarias, en los cementerios, sino también y, sobre todo, esta resiliencia tan italiana expresada en la actitud de sus habitantes.

Como recordó la alcaldesa, es un viaje en el tiempo al que nos llevaron los corresponsales extranjeros que demostraron ser «ciudadanos que comprendieron y compartieron con los italianos las dificultades y los sentimientos de dolor y angustia que estaban viviendo». Asimismo, para Virginia Raggi «las fotos, junto con documentar una página de nuestra historia a través de la enorme fuerza comunicadora de las imágenes, constituirán un aporte precioso para salvaguardar la memoria de una tragedia que ha alterado profundamente nuestra existencia».

Por su parte, la Presidenta de la Asociación de Prensa Extranjera, Trisha Thomas, recordó que «en marzo Italia entró con fuerza en el imaginario mundial a través de los telediarios y la prensa internacional por ser el país europeo más afectado por el virus: nosotros, los corresponsales le contamos al mundo cómo los italianos supieron enfrentar esta crisis con valentía, disciplina y solidaridad, razón por la que estas imágenes rinden homenaje a un país que, con su esfuerzo fue un ejemplo para el resto del mundo».