El verano pasado se hizo pública la adquisición del CD Tacón para la temporada 2020-2021, equipo madrileño de fútbol femenino, recién ascendido a la máxima categoría, por parte del gigantesco Real Madrid, lo que supone la llegada al creciente fútbol de féminas del club mediático que más se había resistido a participar en un deporte que está en espectacular auge hace poco tiempo.

La llegada del club que preside Florentino Pérez al deporte femenino motivó muchas portadas, una de las cuales, de la prensa de la capital, no dudó en hablar de una «nueva dimensión» para el fútbol femenino, obviando el hecho que el resto de grandes clubes europeos llevan años compitiendo en esa categoría y que fueron actores clave en su crecimiento. Esa euforia entorno a la aparición del Madrid en el fútbol femenino se acrecentó con la llegada al aún Tacón de fichajes mediáticos, y realmente extraordinarios, este mismo verano, lo que hacía augurar que el equipo competiría con los mejores del país desde este mismo año, aunque todo eso de «la nueva dimensión» se paró en seco tras recibir un espectacular 9 a 1 ante el potente, y este sí muy consolidado, equipo femenino del Fútbol Club Barcelona, lo que da que pensar.

Es muy positivo que todas las grandes instituciones deportivas se decidan a apostar de una vez por todas por el deporte femenino, ya que las jugadoras merecen las mismas oportunidades que los hombres y han demostrado poder producir un espectáculo tan atractivo como el del fútbol masculino. Y es cierto que la presencia de clubes como el Madrid supone un empuje mediático muy potente, como también la del Barcelona y Atlético en España, o la de Bayern, Chelsea, Manchester City o Juventus, por mencionar unos pocos, a nivel continental.

Ahora bien, la presencia del Real Madrid y el nocivo tratamiento mediático dado en el primer verano tras el anuncio de la compra del Tacón, hacen pensar en lo que puede suponer la presencia de los blancos en un deporte con no demasiadas polémicas hasta la fecha. El Madrid tiene un entorno muy nocivo para el deporte y para los principios deportivos, un entorno que casi exige favores arbitrales e institucionales para los cuadros blancos, con lo que temo el momento en el que el Tacón sea Real Madrid y suceda algo que no vaya con sus intereses, o que consideren injusto, por la razón que sea, ya que entonces, ¿amenazarán con retirarse de la Liga de Fútbol Femenino como hicieron cuando perdieron la Copa del Rey de baloncesto?

Desde luego no hicieron lo mismo cuando el arbitraje les favoreció de manera decisiva en el segundo partido de la final de la ACB. O quizá, ¿se inventarán conspiraciones institucionales como hicieron con lo del «Villarato» cuando el Barça de Guardiola los atropellaba hasta sin querer? El Madrid nunca se quejó de eso cuando ganaba, pero el resto de equipos sí, cuando el equipo blanco dejó de ganar fueron prácticamente los únicos que se quejaron. Curioso. Y tampoco creo necesario que suceda nada en particular contrario a sus intereses más allá de no ganar durante un período más o menos largo y estable.

La presencia del Madrid en el fútbol femenino ofrece un impulso que pocos pueden darle, pero también vierte amenazas de nubarrones muy particulares que nadie más aportaría al juego. Habrá que ver cuál es el lado que pesa más, pero si el Madrid tarda mucho en ganar algo en el fútbol de féminas, y es posible que pase, tengo muy claro cuál será. Ojalá me equivoque.