Stéphane Dafflon propone una serie de obras originalmente creadas para su exhibición en Montevideo. SPLIT reúne un total de 13 pinturas que se expanden en ambos espacios de la galería.

Las pinturas de Stéphane Dafflon parecen simples y minimalistas al principio, pero dan fe de sus fuertes habilidades pictóricas. Inicialmente diseñadas en una pantalla de computadora y luego copiadas al lienzo o una pared, sus pinturas llevan las marcas de la historia del arte mientras se consolidan como obras con influencias de diseño gráfico. Muestran formas geométricas suaves combinadas en una variedad de colores cuyo sorprendente magnetismo visual atrae la atención.

“Con un ratón y programas de software puedo manipular los patrones con libertad y flexibilidad. Podría tomar un rectángulo, suavizar sus bordes, cortarlo y manipularlo de nuevo. Podía agregar color, girarlo de cierta manera, inclinarlo, reorganizar la escala y la dimensión. Las formas podrían fusionarse como moléculas para formar objetos gráficos complejos “. – Jeff Rian, Stéphane

Así es como el trabajo de Stéphane Dafflon despierta nuestros sentidos. Como si él, para componer y crear, utilizara la música y sus vibraciones. Un ritmo visual se genera a través de la composición de sus pinturas, así como la forma en que los organiza en su espacio dado. De hecho, puede recordarnos a Mondrian, y la forma en que la música de jazz fue el verdadero generador de su famoso cuadro Broadway Boogie Woogie. La experiencia única de las pinturas de Stéphane Dafflon también se puede experimentar literalmente como una composición musical debido al delicado intercambio de las líneas, las cuales sugieren un ritmo en el lienzo. La incorporación de arreglos de diversos patrones en sus pinturas permite al artista reafirmar los fundamentos del arte abstracto: actuar sobre el espectador, es como pedirle que cambie su perspectiva y puntos de vista del mundo.

Las obras de Stéphane Dafflon se crean in situ. Es decir, que se encuentran calibradas sobre las contingencias de su espacio dado, adaptándose para coexistir con su nuevo entorno. A veces, una pared fragmenta el trabajo y, por lo tanto, se convierte en parte de él. Otras veces, las piezas se funden en su entorno dando una nueva identidad y significado a la arquitectura, como un camino entre el piso y el techo. Las formas afiladas se desvanecen lentamente, como si estuvieran revueltas. Los patrones se transforman en ondas vibrantes, haciendo eco en el vacío de su entorno.

En SPLIT, el artista despliega una serie de triángulos que se asocian entre sí bajo la clara influencia de luces y sombras, generando así una sensación de volumen sobre el lienzo. Este efecto visual brinda al espectador una clara referencia de la distancia, la cual se puede apreciar en diferentes formas dependiendo del punto de vista que se elija.