La Fundación y el Museo Torres García se precian justamente de poseer la mayoría de los retratos de la serie “Hombres Célebres” u “Hombres, Héroes y Monstruos” que el maestro realizara entre los años 1939 y 1946, en parte coetánea de las series de pinturas con perspectiva central y de aquella otra postrera, en que pintó la convivencia arcádica de hombres y mujeres “universales”.

La inmensa mayoría de los retratos provinieron de reproducciones de cuadros y grabados y de simples fotografías de los periódicos; excepcionalmente obedecieron a una experiencia “in vivo” o fueron hijas de especulaciones constructivas en las que el lenguaje del pintor habla por sí y de sí mismo, como en Marinero con pipa.

En la mayoría el artista reeditó traduciéndolas, esas imágenes que son pie y referente de las suyas, según originales modos de significación y de valorización éticas.