Este proyecto forma parte de un programa de colaboración a largo plazo con el Museo Amparo, cuya actual edición pretende reflexionar sobre la práctica de las residencias artísticas, enfocada desde la colaboración entre individuos y la hospitalidad.

La agricultura de temporal es una práctica que depende del comportamiento de las lluvias. El cambio climático ha generando aún más incertidumbre a la lógica de productividad que conlleva este proceso. El programa TEMPORAL, toma como punto de partida la invitación a cuatro artistas –Marwa Arsanios, Antonio Bravo, Nuria Güell y Cristóbal Sarro– a realizar un periodo corto de residencia en las ciudades o zonas aledañas a ambos museos, MUAC y/o el Museo Amparo (Ciudad de México y Puebla respectivamente), para producir un trabajo nuevo. En su desarrollo, este proyecto de residencias ha buscado hacer frente a las invitaciones individuales de manera en que adaptarse al temporal dictado por cada uno de los procesos de trabajo e investigaciones de cada artista, rijiera el tipo de intercambio entre huésped e invitado, permitiéndonos incluso, modificar las reglas iniciales.

Preguntas en torno a problemáticas y condiciones éticas del trabajo (entendido como ocupación laboral en un sentido amplio), se encuentran al centro de la mayoría de los proyectos de estos artistas, mas no en respuesta a una premisa curatorial, sino, a la lógica natural de las investigaciones que cada uno de ellos tenía en curso. Marwa Arsanios realizó un video que reflexiona sobre el trabajo del hogar y su representación y reprodución a través de los medios de comunicación en México: desde las condiciones legales de desigualdad y desvalorización en sueldos hasta el racismo que atravieza esta labor fundamental y sobre la cual se construye la economía neoliberal.

Antonio Bravo llevó a cabo una investigación de campo, que consistió en trabajar la cosecha y la siembra de maíz y frijol durante el temporal del 2016 y 2017, en el municipio de Tepexi de Rodríguez, Puebla. Núria Güell generó un dispositivo para la escucha de otros saberes que surgen de la experiencia y que no están legitimados por la institución. El proyecto es una colaboración con menores afectadas por la explotación sexual infantil en México. En conjunto, seleccionaron una serie de cuadros de escenas bíblicas, los cuales se acompañan de comentarios en audioguías que describen las relaciones desiguales de poder y violencia entre la mujer y el hombre en nuestra sociedad. Cristóbal Sarro desarrolló una investigación en el Laboratorio de Fisicoquímica de la UNAM, para desarrollar un pigmento negro creado a partir de residuos óseos animales, con el cual ha propuesto dar continuidad a su exploración técnica del dibujo anatómico animal.