El giro experimentado por la escultura en el siglo XX respondió a los nuevos valores narrativos que aparecen en las artes visuales y que incorporaban en sus propuestas los avances en la ciencia y la cultura.

Estas aportaciones a los lenguajes de la obra tridimensional rompieron desde círculos cubistas, futuristas y constructivistas el contrato con la representación clásica y la verosimilitud, activando la aparición de ideas y contextos con un carácter revulsivo.

En esta nueva presentación de la sala dedicada a la colección de Julio González, planteada desde la sensibilidad y perspectiva actuales, se buscará enfatizar los conceptos básicos de la experiencia escultórica como son la manipulación estética de los materiales y su disposición espacial.

Para lograr este objetivo se articularán diversas áreas temáticas que configurarán marcos simbólicos que ofrecerán una vinculación con otras esferas de la reflexión, la expresión y el pensamiento: transformación de la mirada y la percepción, racionalidad e intuición, arquitectura y espacio, procesos y conciencia de la forma y estructura del objeto y ficción.