La sociedad italiana está conmocionada estos días por un acontecimiento dramático: el asesinato de unos padres a manos de su hijo adolescente.

En estos casos, los expertos y la propia policía tratan de dar con el móvil, es decir, descubrir la motivación que hay detrás de un hecho tan importante como este, pero en este caso no lo hay.

En tales ocasiones lo que hacen los expertos es tratar de descubrir si la persona sufría algún tipo de problema o trastorno mental que pudiese justificar este brote de locura que llevó a un acto tan deleznable.

Lo único que ha conseguido concretar la policía es que se trata de una persona retraída, un estudiante más de su escuela pero que, como algo destacable, pasa demasiado tiempo en los videojuegos, encerrado en su cuarto.

La sociedad italiana se planea el papel de los videojuegos en la violencia, para saber si ha sido este el desencadenaste, y si están los jóvenes expuestos a más violencia de la que deben.

Los expertos no se ponen de acuerdo al respecto, recordando que los juegos son eso, juegos, que empiezan y acaban cuando se enchufa o apaga la computadora esta respectivamente.

Pero no todos están de acuerdo. Los psicólogos infantiles recuerdan que lo que vemos hacer a otros, es también parte de nuestro aprendizaje, de hecho, aprendemos mucho más por los demás, lo que hacen y sus consecuencias, que por nuestra propia experiencia.

Algunos videojuegos por su parte no acercan a una realidad violenta, muy alejada de nuestra realidad cotidiana.

Una violencia de la que se hacen participe los jugadores gracias a los mandos de la consola, donde tienes que actuar como un delincuente o un asesino en el propio juego. Pero, para la mayoría no deja de ser eso, un juego, y saben distinguirlo de la realidad.

En este caso, parece ser que este joven, por alguna razón todavía no explicada, perdió esa distinción entre la ficción y la realidad, y actuó como si estuviese jugando, un juego de violencia, pero en la vida real.

Hay que tener en cuenta que son muchos los estudios que llevan advirtiendo desde hace años sobre las consecuencias de este tipo de contiendo violento en los menores, ya sea proveniente de los videojuegos o de la televisión.

Ver a otros cometer atrocidades nos hace más insensible a las mismas, e incluso nos puede llevar a verlo como normal.

De ahí que existan muchas regulaciones en cuanto a la clasificación de los mismos, por el que en muchos videojuegos se indica la edad recomendable partir de la cual se puede jugar, pero no siempre se tienen en cuenta estos.

Sobre todo, los juegos en línea que son tan populares entre los jóvenes, no gozan de ningún tipo de restricción por edad para acceder a los mismos, ni información sobre sus efectos.

Una dosis diaria de violencia, día tras día, puede ser suficiente para que la persona vaya asimilando que aquello no es tan mal.

Por suerte, la educación recibida, y las normas de la sociedad, hacen que pocas personas lleguen a expresar ese desajuste con respecto a la realidad, que sin duda afecta a muchos jóvenes.

No quiere decirse que estos sean potenciales psicópatas o que vayan a comer actos delictivos, pero sí que, desde pequeños, lo han visto como "normal", por lo que sus valores con respecto a qué es correcto y qué no, dista de la educación de sus mayores.

Eso no quiere decir que todos los videojuegos sean malos, ni mucho menos, ya que al se han visto efectivos para la transmisión de valores sociales e incluso que favorece la integración de las personas.

Aún y con todo lo sucedido, todavía queda en la sociedad italiana una sensación de que, algo no se está haciendo bien con los jóvenes, y que se tendría que hacer más, pero ni las autoridades saben el qué, ni parece que la propia sociedad quiera hacer nada por cambiar.