Las sneakers, anglicismo con el que actualmente nos referimos a las zapatillas de deporte, se han convertido en poco tiempo en las indiscutibles reinas del streetstyle. Nadie pensaba hace unos años que fashionistas de la talla de Victoria Beckham, a la que era imposible imaginar sin tacones inferiores a diez centímetros, pudiese dejar de lado sus stilettos en favor de unas sencillas zapatillas de deporte blancas. Pero lo imposible a veces ocurre y, en su ejercicio de retroalimentación, la calle toma las tendencias vistas en pasarela y las hace suyas.

Hace ya unos años, firmas como Isabel Marant o Céline subían a las pasarelas varios modelos de deportivas, pero fue en 2014 cuando Karl Lagerfeld, uno de los personajes más influyentes del mundo de la moda, proponía en su colección de alta costura para Chanel varias zapatillas, en concreto algunos modelos que recordaban a las míticas Air Max de Nike, de forma que este calzado deportivo rompía las barreras de lo informal colándose en la colección de una de las casas de moda más prestigiosas del mundo. A partir de aquí, cada vez son más los fans de este calzado relegado a la vida deportiva y es en este punto en el que un movimiento que venía gestándose desde los años 80 se convierte en toda una corriente con nombre propio: los sneakerheads.

De nuevo un término anglosajón define a esta cultura urbana integrada por férreos amantes de las zapatillas que dedican su tiempo a adquirir los últimos modelos, están al día de los diseños que lanzan las firmas y llenan sus casas con decenas de pares. Estos son algunos de los rasgos que caracterizan a los sneakerhead, calificados también como coleccionistas, ya que su afán de adquirir nuevos modelos no responde únicamente a la pretensión de lucirlos, sino que parte de su pasión reside en contemplar sus adquisiciones y mostrarlas al mundo a través de las redes sociales. Así, este movimiento social que surgía en los 80, muy vinculado al fenómeno fan, al baloncesto, que en esos días vivía su época de oro con el gran Michael Jordan como protagonista, y al éxito del hip-hop, llega hasta nuestros días la fiebre por las zapatillas. Una fiebre que la industria deportiva ha sabido aprovechar lanzando nuevas colecciones que replican casi al dedillo modelos que fueron clave en épocas pasadas, pero a los que suman pequeños detalles y ofrecen en ediciones limitadas que hacen fijar sus precios en cantidades desorbitadas. Altos precios que, sin embargo, no frenan el afán coleccionista de los sneakerhead sino que alimentan las ansias de algunos de ellos que han entendido este hobbie como un posible negocio de compra-venta.

Nike, Adidas o Reebok son algunas de las marcas más cotizadas entre estos coleccionistas cuyo perfil, difícil de concretar, suele ser generalmente de hombres y mujeres entre los 25 y los 35 años, con una estética urbana muy marcada y vinculados de alguna forma al deporte. Entre los modelos favoritos de los sneakerhead están las Nike Air Force 1, Nike Jordan, Adidas Yeezy o Asics Gel Lyte III, modelos vintage que compiten con las últimas y más exclusivas ediciones por las que estos apasionados de las zapatillas son capaces de acampar durante días a las puertas de las tiendas ante un lanzamiento que, en ocasiones, se limita a diez o quince pares. El éxito de estas colecciones limitadas radica en un fuerte interés comercial por parte de esta corriente urbana ya que, gracias a internet, ve en la reventa de estas zapatillas una vía fácil y rápida de conseguir suculentas cantidades de dinero que pueden alcanzar más de 1.000 euros por un par de zapatillas cuya marca saca a la venta en 200 euros.

Pero esta pasión por las zapatillas no es sólo un buen negocio para estos ávidos vendedores que hacen de la compra-venta de zapatillas una forma de vida. Marcas de primer orden como Reebok y Nike han abierto tiendas especializadas en este coleccionismo que ofrecen al cliente la posibilidad de personalizar sus modelos más exclusivos, haciendo de ellos algo aún más especial y que, por supuesto, a parte de un valor añadido, supone un incremento en su precio. Una forma más de alimentar los deseos de coleccionar zapatillas de esta tribu que rinde culto a lo que para ellos suponen las sneakers: un nuevo estilo de vida.